A nada de definirse por una inversión millonaria, UPM enfrenta un conflicto salarial
En una medida inédita para la operativa de la pastera, el gremio realizó una asamblea que trastocó la operativa normal de la planta en Fray Bentos
Si hay algo que no es habitual en Uruguay es un conflicto salarial en el sector celulosa, uno de los más pujantes de la economía y que paga de los mejores salarios en la industria, según lo reconoce su propio sindicato. A días u horas de que la multinacional finlandesa UPM defina si instala una segunda pastera en Uruguay, la mayor inversión en la historia para esa compañía y la que recibiría el país, el gremio de trabajadores de la planta industrial de Fray Bentos está en un preconflicto por un diferendo salarial.
El dirigente de trabajadores de UPM y del gremio de la celulosa y papel, Mathías Lozano, explicó a El Observador los detalles, que también abarca a sus colegas de Montes del Plata, la otra pastera que está instalada en el país. El sindicalista dijo que dentro del grupo de papel, celulosa, cartón y corrugado, los salarios que se pagan en las dos plantas de celulosa que tiene el país están "bastante por encima de la media industrial". Por ello es que el sindicato accede a contemplar la coyuntura heterogénea del toda la cadena y las dificultades que atraviesan las industrias uruguayas para firmar un convenio salarial macro, y luego buscar mejoras adicionales con convenios particulares con las pasteras UPM y Montes del Plata.
Según relató Lozano, durante el último convenio -que cayó el pasado 31 de diciembre- se había alcanzado un "acuerdo de palabra" donde los correctivos por inflación siempre se aplicaban en forma positiva. Es decir, si el aumento nominal que se otorgaba superaba la inflación, había una ganancia real para los trabajadores. En cambio, si el adelanto de salario superaba la inflación, no se aplicaba un "correctivo negativo". Como el sector la celulosa se clasificó como dinámico en la última ronda (y la inflación estuvo por debajo) "se entiende que se resignó un 4% de aumento real", indicó el dirigente.
Para la renovación el gremio de la celulosa, se puso como objetivo recuperar ese 4% de la ronda anterior, pero encontró la negativa de UPM y Montes del Plata a acceder a ese reclamo. Fue así que esta semana una asamblea de trabajadores de UPM definió iniciar con una "batería de medidas" para encarar el tramo final de la negociación con la pastera. En esa instancia, fue la primera vez que el sindicato de trabajadores de UPM dejó una guardia gremial durante un lapso de 4 horas con 8 operarios de los 22 que integran los turnos de la planta. "Eso en sí mismo no le genera un daño a la empresa, pero potencialmente podría ocasionarle pérdidas económicas si tiene que atender algún problema", comentó Lozano.
Esa asamblea definió que si no hay avances en las negociaciones y no se termina con la firma de un nuevo convenio, se irán incrementando la intensidad de las medidas de lucha. El gremio dio un plazo de 48 horas para que UPM responda a sus reivindicaciones. "Somos optimistas en llegar a un acuerdo, seguramente también maximada por la discusión que está instalada sobre la nueva fábrica", indicó.
"Entendemos que no hay argumentos técnicos, políticos ni económicos para que estas dos fábricas (UPM y Montes del Plata) en el contexto internacional que se ubican estén regateando en materia de masa salarial", añadió.
La discusión de este nuevo convenio en la celulosa abarca a unos 230 trabajadores de UPM y otros 150 de Montes del Plata. El Poder Ejecutivo puso como fecha límite para firmar un convenio el próximo 30 de mayo, de lo contrario, laudará los aumentos por decreto con los criterios definidos en los lineamientos.