Que arranque UPM cueste lo que cueste
El desempleo en marzo alcanzó a 9,5% del Población Económicamente Activa (PEA), el nivel más alto desde julio de 2007, aunque las autoridades advierten que los datos mensuales suelen tener alta volatilidad.
En el trimestre, la tasa de desempleo fue de 8,8%, 0,7 punto porcentual más que en el último trimestre de 2018. El desempleo en el primer trimestre fue el mismo que en el primer trimestre de 2018, según el informe del Instituto Nacional de Estadística.
La tasa de empleo alcanzó en el primer trimestre de 56,9% de la Población en Edad Trabajar (PET), 0,3 punto porcentual menos que en octubre-diciembre de 2018 y 0,2 punto porcentual menos que en enero-marzo de 2018.
La tasa de actividad en el trimestre enero-marzo fue de 62,4% de la PET, 0,9 punto porcentual menos que en el último trimestre de 2018 y 0,2 punto porcentual menos que en el primer trimestre del año pasado.
“Desempleo de Uruguay mostró fuerte alza en marzo, hasta 9,5%. La tasa de empleo cayó a 56,2% en un contexto de cierta estabilidad de tasa de actividad (62%)”, señaló el economista Aldo Lema en su cuenta de Twitter, según recoge el diario El País.
Los números no mienten, mienten quienes interpretan los números. Eso dicen y no está lejos de la realidad, porque el gobierno insiste en hacernos creer que vamos bien.
Y agregó: “En el primer trimestre el desempleo promedió 8,8%, igual cifra que un año atrás, con niveles estancados del empleo y la fuerza de trabajo”.
En dos oraciones el economista puso las cosas en su sitio. Estamos padeciendo una crisis de empleo que el gobierno se empeña en disimular, rogando que arranquen ya mismo las obras del tren de UPM, para que luego UPM haga la mayor inversión de la historia (cuatro mil millones de dólares) del Uruguay, para darnos el empujón que al Frente Amplio le hace falta.
Porque no estamos hablando del país, que ya está pidiendo un cambio a gritos y agua por señas, se trata de ver cómo hace el Frente Amplio para disimular todo esto y mantenerse en el gobierno por un período más, el cuarto.
Mucho se ha hablado del desempleo en Florida y se ha dicho, con razón, que la desocupación es mucho mayor que lo que se dice: alcanza con ver cómo prolifera el informalismo, las familias comiendo basura de los contenedores o buscando dónde acampar, para darse cuenta de que esto no va nada bien.
Y mientras el gobierno mira para otro lado haciéndose el distraído, la crisis social golpea a la gente y la manda por debajo de la línea de flotación.