Frente Amplio y Pit-Cnt
El tema de MontevideoGas trajo al tapete una vez más la total identidad entre FA y Pit-Cnt. Se habían producido ocupaciones, pero nunca un apartamiento de los propietarios para sustituirlos por una gestión sindical como ocurrió ahora.
El desgaste del Frente Amplio en el gobierno es brutal, agravado ahora por su total inoperancia que va dejando por el camino pedazos de un Uruguay que, a diferencia de lo que ocurre con nuestros vecinos y otros países de la región, podía exhibir todavía instituciones serias y una envidiable seguridad y protección jurídica.
Las luces de alarma dicen ahora que, o cambiamos rápidamente, o adiós a la inversión privada (nacional o extranjera), que es el motor de la economía nacional y la principal fuente de trabajo. Porque hay que estar decididamente chiflado si alguien está dispuesto a arriesgar su capital en un país que es cogobernado por el movimiento sindical, manejado por el Partido Comunista.
La historia de MontevideoGas -y Conecta que funciona en el interior- es bastante conocida. La brasileña Petrobras adquirió la compañía a la francesa Gaz de France entusiasmada por la construcción de un gasoducto que nunca se construyó para traer gas desde Argentina a bajo costo y por la instalación de una planta regasificadora que se empezó a construir y quedó por la mitad (o menos) después de devorarse varios miles de millones de dólares suministrados por los bolsillos uruguayos.
Con ese panorama, las cosas dejaron de funcionar bien en la empresa que a esta altura quiere renegociar con el gobierno o salir del país y ante el silencio, empezó una ola de ajustes para reducir costos. Hubo lógicas medidas de fuerza por parte del sindicato, huelga y el 15 de marzo se decidió ocupar y asumir la gestión obrera de la compañía. Si la ocupación levanta muchas críticas por su muy dudosa constitucionalidad, desplazar a los propietarios y apoderarse del manejo de la empresa es totalmente insostenible y puede constituir un ilícito.
MontevideoGas inició una acción preventiva de amparo ante la Justicia y la Justicia hizo lo que debía: no solo prohibió la ocupación de los locales de MontevideoGas, sino que también prohibió “todo acto de dirección y control obrero de la misma”. Clarísimo. Pero el jueves pasado volvió la ocupación y la decisión de hacerse cargo de la empresa con el apoyo expreso del Pit-Cnt y finalmente fueron desalojados por la policía.
Más allá de las derivaciones inmediatas que pueden surgir por el desacato sindical a una decisión judicial y por el intento de desplazamiento de los legítimos propietarios y control de la empresa, el daño que provoca este episodio es mucho mayor y afecta a todos los uruguayos. ¿Tiene razón UPM cuando exige una normativa sindical que dé garantías a su eventual inversión?
El economista Juan Manuel Rodríguez, profesor de Economía Laboral y Relaciones Laborales en la Universidad Católica del Uruguay -que también ha sido asesor del Pit-Cnt- fue muy claro en un reportaje de El País de ayer: “El Poder Ejecutivo no ha querido reglamentar el derecho de huelga ni el derecho a la ocupación; más bien lo que hay es el decreto (N. de R.: de la primera presidencia de Vázquez) que habilita las ocupaciones que, dados estos antecedentes, seguramente a UPM le genere incertidumbre y temor. Si se habla que UPM va a decidir en junio si finalmente hace o no la inversión, lo que el Poder Ejecutivo haga en este conflicto con una ocupación con control obrero, sin duda lo está leyendo muy atentamente”.
¿Qué pasa si ahora UPM se baja de su proyecto con el argumento de que no hay garantías o, aunque no lo diga, esa sea la lectura de su decisión? ¿Cómo queda Uruguay en el mundo? ¿Es confiable para invertir? Y otra cosa muy importante: con los vientos de bonanza económica que han amainado (porque cuando soplaban fuerte todo era muy fácil), ¿cómo repercute el cogobierno del Frente Amplio y el Pit-Cnt en la economía del Uruguay? ¿Volverán a ocurrir episodios como este?
Terminemos de una vez por todas con el panfleto de la “independencia del movimiento sindical”. Nueve de los catorce integrantes del Secretariado de la Central integraron las listas del Frente Amplio en las pasadas elecciones nacionales, a los que deben sumarse otros dirigentes que si bien no integran el Secretariado, tienen posiciones de relevancia en sus sindicatos. Óscar Andrade, cabeza del Sunca, encabezó la lista del Partido Comunista a la Cámara de Diputados y ahora es precandidato a Presidente de la República por el Frente Amplio. Que quede claro, Frente Amplio y Pit-Cnt son lo mismo, ambos marchan juntos, se abrazan y añoran la “democracia” de Maduro.
Este 2019 es año de elecciones. Ojalá los uruguayos entiendan todo lo que está en juego al momento de depositar el voto. Hablamos de su futuro, del futuro de sus hijos y del futuro del país.
Diario EL PAIS - Montevideo - URUGUAY - 28 abril 2019