proyeccion de crecimientoEconomía estancada y con menor proyección de crecimiento para 2019

Completó 16 años consecutivos de expansión, pero se frenó en los últimos tres trimestres de 2018
Por Federico Comesaña y Maximiliano Montautti

La economía uruguaya completó 16 años consecutivos de crecimiento en 2018. Sin embargo, el último ejercicio estuvo marcado por la desaceleración y, sobre todo, por un virtual estancamiento de la actividad a partir del segundo trimestre del año, con algunos de los principales sectores con una caída de su producción en el período y con la inversión en su menor nivel desde 2004.

 

El Producto Interno Bruto (PIB) creció 1,6% durante el último año, lo que implicó la expansión más débil de la actividad desde 2015, cuando el crecimiento fue de apenas 0,4%.

El desempeño de la economía uruguaya fue peor del que esperaban los analistas privados. La mediana de expertos que contestaron a fines de febrero la Encuesta de Expectativas de El Observador, mantenían que la actividad había crecido 1,8% durante el último año. Para este año prevén una expansión menor, de 1,4%. Luego de conocido el dato de este jueves publicado por el Banco Central (BCU) las proyecciones de los privados se ubicaron por debajo de ese nivel. 

El crecimiento del último año se concentró prácticamente en los primeros tres meses. De ahí en más la economía uruguaya se frenó. De hecho, acumuló por primera vez desde 2003 tres trimestres consecutivos sin crecer medidos en términos desestacionalizados –una vez removido el efecto del calendario–.

El primer trimestre del año trajo consigo una expansión de 0,9%. El segundo transcurrió sin variación, mientras que el tercero y el cuarto mostraron una contracción de 0,1% cada uno.

Un escenario de recesión se configura con dos trimestres consecutivos de caída de la actividad. En el caso uruguayo se trata de una caída muy moderada que evidencia más una situación de estancamiento que de retroceso sostenido.

El gasto

Con una caída de las inversiones y las exportaciones, el consumo privado funcionó como el único motor de la economía uruguaya en el último año, empujado además por un mayor gasto e inversión del sector público.

Sin embargo, fue un motor que perdió fuerza respecto a 2017. El consumo privado en el último año creció 1,4%, menos de la mitad que el año anterior, cuando tuvo una expansión de 3,9%. Incluso en el último trimestre mostró sus primeras señales de estancamiento, con una contracción de 0,2% respecto a igual período del año pasado.

La inversión cayó 1,7% en el último año y acumuló cuatro años consecutivos de retroceso. Si solo se considera la inversión realizada por el sector privado, el deterioro fue de 3,2%. La formación de capitales del sector público compensó parcialmente ese retroceso, con un crecimiento de 3,8%.

La inversión privada se encuentra en su nivel más bajo desde 2004 y representó 12,5% del PIB. De esta manera, la formación de capitales está más cerca de su mínimo de 2002 (9,2% del PIB) que del máximo que tuvo lugar en 2012 (18,3%).

A diferencia del año anterior, hubo una caída de las exportaciones. El deterioro fue de 4,8% y contrasta con la expansión de 6,9% de 2017.

Sectores de actividad

El crecimiento del último año se explicó principalmente por la expansión del sector transporte, almacenamiento y comunicaciones. Del crecimiento de 1,6%, 1,3 puntos se explicaron por ese rubro.
Transporte y comunicaciones creció 6,8% en el último año, principalmente por el aumento en la transmisión de datos.

El resto de la evolución positiva de la actividad se repartió entre el agro (0,3 puntos porcentuales), la industria (0,2 puntos) y suministro de electricidad, gas y agua (0,1 puntos). Ese incremento se vio compensado por una caída de 0,2 puntos en el comercio y 0,1 puntos en la construcción.

Los sectores que crecieron en comparación con su actividad del año pasado fueron el agro (6%), suministro de electricidad, gas y agua (1,9%) e industria (1,9%). En tanto, la construcción retrocedió 2,8% –y acumuló cuatro años consecutivos de contracción– y el comercio se redujo 1,3%. El crecimiento de la industria puede resultar engañoso. Eso se debe a que buena parte de 2017 la refinería de La Teja permaneció cerrada por tareas de mantenimiento y por lo tanto, el sector manufacturero refleja esa reactivación.

La opinión de los privados

Economistas consultados coincidieron –en línea con la Encuesta de Expectativas de El Observador de fines de febrero– que este año habrá una menor expansión.

La gerenta senior de Deloitte, Florencia Carriquiry dijo que la información publicada este jueves confirma el diagnóstico de estancamiento.  En el caso de la consultora la estimación promedio para 2019 es de un crecimiento de 0,7%. “No se ven elementos, a priori, que hagan pensar en un cambio muy relevante”, señaló.

Por su parte,  el economista de CPA Ferrere Santiago  Rego expresó que el dato fue peor al previsto. “No es solamente que la economía se está desacelerando; es que trimestralmente no está creciendo”, sostuvo. Además, la mala noticia es que varios indicadores muestran un peor comportamiento en el comienzo de año. “La industria, sobre todo el núcleo, empezó peor; el gasto de turistas fue más bajo, la llegada también y la venta de vehículos está cayendo más que a fines del año pasado”, enumeró.

Por tanto, la proyección es que el estancamiento perdure y la expansión sea menor. “Todo hace pensar que este año va a ser más frío y es probable que el crecimiento sea menor de 1%”, opinó.

A su vez, la coordinadora del área de coyuntura del instituto de Economía de la Udelar, Gabriela Mordecki,  señaló que la economía creció en el primer trimestre de 2018 y luego quedó estancada. Y deberán aparecer “novedades positivas” para que la situación se modifique este año, dijo.  

Una de las buenas noticias llegaría de la mano del  comienzo de las obras del ferrocarril para la segunda planta de UPM. “Eso marcaría un diferencial respecto al año pasado”, expuso. Otra buena señal vendría de la mano de la soja, que este año tendrá una mejor zafra que en 2018. Ese mejor desempeño se trasladaría a un aumento de las exportaciones que comenzaron 2019 con mal resultado.

“Por ahora no aparecen demasiadas buenas noticias en el horizonte pero tampoco es una catástrofe; la economía logró resistir a una mayor caída como la que tuvo Argentina”, dijo. La proyección del instituto de Economía para este año era de 1%, pero será revisada.

Por último, Aldo Lema economista de Vixion Consultores escribió en su cuenta de Twitter que “con el cierre de 2018 se reafirma nuestro pronóstico de un crecimiento  para Uruguay de 1% para 2019, por debajo de la proyección de 2,5–3% planteada por el presidente (Tabaré) Vázquez en su discurso del 1° de marzo”.

Diario EL OBERVADOR - Montevideo - URUGUAY 29 marzo 2019