Contrato con UPM establece que cada uruguayo deberá instalar con sus propias manos cinco durmientes de vía férrea
Las autoridades explicaron que todos los ciudadanos deberán “poner el hombro, literalmente, para complacer las exigencias” de la multinacional.
La Dirección Nacional de Medio Ambiente otorgó ayer la autorización ambiental para las obras del ferrocarril que conectará Pueblo Centenario, en Durazno, con el puerto de Montevideo. Esta línea férrea está inicialmente diseñada para transportar la producción de la segunda pastera de UPM que se planea instalar en el río Negro, pero desde el gobierno afirman que en caso de que la empresa finalmente decida no concretar su proyecto, el ferrocarril igual se utilizará. “Hay muchos usos posibles.
Por ejemplo, se pueden hacer excursiones al lugar donde inicialmente se iba a instalar una planta de celulosa pero al final no se hizo nada. Quizá lleguemos incluso a hacer un museo de proyectos frustrados en ese lugar”, explicó una fuente del gobierno. Las autoridades afirman, de todas maneras, que las negociaciones con UPM están “muy avanzadas” y difundieron algunas de las cláusulas del contrato que se está negociando.
“Ya acordamos, por ejemplo, que cada uruguayo deberá instalar con sus propias manos cinco durmientes de vía férrea”, adelantó la fuente consultada. “El tema es que, por más que las negociaciones estén muy avanzadas, no es 100% seguro que la planta se va a construir. Entonces, el gobierno no puede ponerse en demasiados gastos. Pero, al mismo tiempo, al tratarse de un proyecto tan importante, no podemos dejarlo pasar, así que todos vamos a tener que poner el hombro, literalmente, para complacer las exigencias de UPM”.