vazquez en duraznoVázquez desoyó críticas y defendió que UPM se instale en Pueblo Centenario

El presidente recibió cuestionamientos de votantes del Frente Amplio en el lugar donde se instalará la planta, durante el Consejo de Ministros abierto

Que traerá empleo, que hará aumentar el PIB, que revitalizará la economía y que transformará el centro del país en un polo desarrollado. El presidente Tabaré Vázquez aprovechó cada momento del Consejo de Ministros en Pueblo Centenario de este lunes para defender la posible instalación de la segunda planta de celulosa de la empresa finlandesa UPM.

 

Santiago Soravilla - @santisoravilla
El mandatario sabe que cada uno de los movimientos son seguidos de cerca por los finlandeses, y es consciente de que las obras fundamentales del puerto y el ferrocarril deberían estar más avanzadas, aunque es optimista que la empresa dará el sí y concretará la mayor inversión en la historia del país.

Por eso, este lunes decidió romper el silencio para justificar la llegada de la empresa frente a las críticas de los vecinos de Durazno que le pidieron renegociar el contrato y advirtieron que una nueva planta provocaría un aumento en la contaminación del río Negro.

Buena parte de los que llegaron al polideportivo ubicado al lado de la Junta Municipal sabían que el calor se haría sentir, así que se ubicaron cerca de algunos de los ventiladores dispuestos. Los más precavidos llevaron abanicos, mientras que otros –entre los que estuvo la vicepresidenta Lucía Topolansky– improvisaron con papeles.

Desde la ruta 5, varios kilómetros antes de llegar, se podían observar los carteles que daban cuenta que en la población no hay unanimidad respecto a la instalación de la planta. Algunos decían “bienvenido UPM”, pero otros manifestaban su rechazo con leyendas como “no solo el tabaco es tóxico” y acusaban a los gobernantes de ser “vende patria”.

Luego de dar cuenta de los asuntos de cada ministerio, el presidente permitió a los vecinos que hicieran las preguntas que quisieran. Juan, un hombre oriundo de Pueblo Centenario, fue el primero en hablar. Dijo que hacía 20 años que votaba al Frente Amplio, pero que estaba preocupado por el estado el río Negro ya que estaba “enfermo” y la “llegada de UPM es matarlo”. El vecino le pidió al gobierno que analice el contrato con la empresa finlandesa y señaló que la localidad necesita puestos de trabajo más estables. Sus palabras fueron aplaudidas por el puñado de militantes de Un Solo Uruguay que estaban afuera escuchando la audiencia y criticando a las autoridades con un megáfono.

Vázquez se tomó un buen tiempo para contestarle. Le dijo que era cierto que el río Negro estaba “contaminado” pero que no se podía responsabilizar a UPM porque todavía no se ha instalado. Además le recordó que Uruguay tenía “experiencia” en estos megaemprendimientos y dijo que hace 13 años decían “que iban a nacer niños con dos cabezas y que iba a aumentar los casos de leucemia”.

“Pasaron 13 años y la incidencia de cáncer en la región sigue siendo la misma y yo no conozco hasta el momento que haya niños con dos cabezas”, dijo antes de señalar que “esta planta que se va a instalar aún tiene tecnología mejorada que aquella de allá”. El hombre negaba con la cabeza y apretaba un camión de juguete amarillo manifestando su inconformidad ante lo que oía. Luego dijo a El Observador que el presidente no le había dado la respuesta que esperaba.

Más tarde, un hombre con una remera de Madres y Familiares de Desaparecidos, que dijo ser fundador del FA en Durazno, cuestionó la habilitación ambiental sobre UPM. Dijo que el proyecto estaba plagado de “supuestos”, que los estudios fueron pagos por la empresa por lo que expresaba su “profunda decepción” con las autoridades del gobierno. El presidente subió la voz y le contestó. Le dijo que hablar de que el gobierno trabaja a base de supuestos “es ofender a los compañeros y compañeras que trabajaron en el tema”.

“Sinceramente se lo digo: los planteos que usted hizo sí se basaron en supuestos. Así que UPM sí se va a instalar en esta zona”, sentenció.
En primera fila, la precandidata por el Frente Amplio, Carolina Cosse, escuchaba con atención las palabras del presidente y tomaba apuntes. Cosse renunció al Ministerio de Industria a fines de enero pero no se quiso perder la primera salida del gobierno. La precandidata sonrió al escuchar al mandatario decir que el proyecto de elevar el embalse de Rincón del Bonete de 80 a 81 metros estaba detenido.

Unos metros más atrás de Cosse, el presidente de UTE e impulsor del proyecto, Gonzalo Casaravilla, miraba serio.
Además de UPM, los vecinos reclamaron por la instalación del ferrocarril central, el cual se hará de forma independiente de la instalación de la empresa, dijo el presidente. La obra tendrá un costo superior a los US$ 800 millones que deberá ser asumido por el Estado, y es una de las imposiciones de UPM para concretar su proyecto. La mayoría destacaron la concreción de la obra y recordaron que el período de bonanza en Paso de los Toros estuvo directamente relacionado con el tren. Por eso, en un momento, el presidente les pidió a todos cerrar los ojos e imaginarse “a Paso de los Toros grande y reluciente, con trabajo”.

Pero no todos estaban a favor. Un manifestante del grupo “Por el costado de la vía” logró ingresar al Consejo de Ministros burlando la seguridad e intentó darle volantes al presidente y los ministros, pero fue detenido y retirado del lugar. Los panfletos señalaban que el tren “contaminará el aire, generará ruidos persistentes, vibraciones, movimiento de cimientos, eliminación de cruces, división de barrios, expropiaciones y desalojos de hogares de manera forzada y sin tren de pasajeros durante obras”.

El presidente tomó en cuenta el reclamo de los vecinos de Sarandí Grande y luego de escucharlos instruyó al ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, a que estudie la posibilidad de modificar el trazado de las vías para que no divida la ciudad en dos.

La salida del gabinete al interior del país fue la primera de una decena que ocurrirán este año electoral, contaron a El Observador fuentes de Presidencia. El presidente se siente mejor del dolor del nervio ciático y evalúa viajar a Santiago el 23 de marzo para la reunión del Prosur, un grupo de países de la región liderado por Sebastián Piñera (Chile) e Iván Duque (Colombia).

Cierres de empresas
En una rueda de prensa previa, Vázquez dijo que los cierres de empresas (como Fleischmann, Colgate Palmolive, la textil Medea y Pili que se concretaron recientemente) eran “típicos de una evolución histórica”. “En el país han cerrado muchos emprendimientos a lo largo de decenas de años, pero han ido abriendo otros emprendimientos y es la evolución natural de cualquier país. Hay empresas que terminan su vida útil y cierran, y otras que vienen. Lo que pasa es que a veces es más noticia que se anuncie que se cierra un emprendimiento, a que se abren por ejemplo tres”, dijo.

La actividad del núcleo industrial registró en 2018 el menor nivel desde 2010 y las horas trabajadas en el sector acumularon siete años consecutivos de caída, con el menor número de personal ocupado desde 2003, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

Luego reconoció que en materia laboral había problemas. “Tenemos un problema de fuentes de trabajo, no lo voy a negar, como hay en todas partes del mundo. Se está produciendo un cambio muy importante en el mundo del trabajo que lo vamos a ver acentuado en los próximos tiempos y que va a tener que enfrentar el Uruguay cualquiera sea su gobierno en los tiempos venideros”.

Antes de subirse al auto que lo trasladó a Tacuarembó para volver en helicóptero, Vázquez fue a saludar a los militantes del Frente Amplio que estaban afuera con banderas. El presidente se sacó algunas fotos y enfiló hacia su vehículo oficial, pero siguió de largo y se detuvo frente a los manifestantes de Un Solo Uruguay. Los aplaudió y los saludó con la V de la victoria, un gesto clásico de sus campañas electorales.

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 19 febrero 2019