Alertan que la ley de riego dará campo fértil a las cianobacterias
Académicos volvieron a criticar la norma aprobada en 2017 luego de que las aguas de varias playas se tiñeran de verde intenso y quedaran inhabilitadas para baño
Aníbal Falco
Ante una segunda quincena de enero y principios de febrero que acusó falta de turistas en las costas uruguayas, aparecieron otras protagonistas inesperadas para sumar otro foco de preocupación. Las cianobacterias son un fenómeno cíclico que se produce todos los veranos, más notoriamente en las playas montevideanas, pero estas manchas verdes –como si fueran “yerba mate dispersa”– también llegaron en inusual abundancia en este 2019 a las costas de Maldonado e incluso se constató presencia en algún balneario rochense.
Aunque la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) monitorea este fenómeno desde el 2000, la abundante aparición que se dio durante este 2019 fue como un golpe de efecto que reavivó un debate que había quedado rezagado: el de la ley de riego y sus consecuencias.
Pese a que los biólogos consultados por los medios explicaron que estas cianobacterias autóctonas se generan en embalses de las producción hidroeléctrica de UTE, como producto del aumento de la temperatura y los vertidos de aguas cuando se generan elevadas precipitaciones –fomentadas por el fenómeno de El Niño–, el doctor y docente de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República Luis Aubriot, considera que las cianobacterias aumentarán con el manejo de los espejos de agua que habilita la ley de riego.
El experto indicó que el crecimiento en la actividad agrícola ha aumentado la presencia de nutrientes como el fósforo y el nitrógeno en las aguas dulces uruguayas, como consecuencia de las actividades humanas, que no son solo las agrarias.
Los fertilizantes utilizados por el sector agroindustrial para hacer siembra directa, que contienen nitrógeno y fósforo, son arrastrados por la lluvia a los cursos de agua y terminan en los embalses. La eutrofización, como dominan los expertos a la concentración de nutrientes, “sumada al estancamiento del agua y el calor de la zona” de las represas, conforman un ambiente ideal para el crecimiento de las cianobacterias, explicó Aubriot.
Por su parte, la máster en biología y licenciada en Ciencias Ambientales Sylvia Bonilla dijo este lunes en el programa Todo pasa de Océano FM que hay “enorme cantidad de fósforo y nitrógeno” en los ríos uruguayos y que la aplicación de la ley de riego “puede empeorar” la situación. A su vez, Bonilla manifestó que en estudios preliminares se ha constatado que en algunas cuencas de zonas donde ha crecido la agricultura intensiva se ha encontrado un aumento en la carga de esos nutrientes.
“Tenemos un río. El agua corre por un río que tiene grandes cantidades de nutrientes, de fósforo. Si se embalsa y se detiene el cauce de ese río, acumulando agua, voy a tener un largo artificial en el que estos organismos van a contar con gran cantidad de nutrientes, teniendo tiempo de crecer al no ser arrastrados y disparar una floración de cianobacterias. Hay temas del manejo del agua en los que sería importante reflexionar”, alertó la profesional.
Un llamado de atención
Sobre este punto, Bonilla dijo que la ley de riego permitiría hacer una cantidad de embalses en aguas que ya tienen alto contenido de nutrientes –fósforo y nitrógeno–, por lo que se va a favorecer el crecimiento de “bacterias tóxicas”.
Ya en 2016, los profesores de la sección Limnología de la Facultad de Ciencias se pronunciaron en contra de la iniciativa del gobierno. “Este proyecto no considera el impacto ambiental de la construcción de represas a gran escala”, sostuvieron en una carta difundida. Para los catedráticos, la construcción de represas implica la pérdida de biodiversidad de flora y fauna. Además, esas construcciones aumentan el tiempo de residencia del agua, y con ello su temperatura y transparencia, y esto puede llevar a que aumente el riesgo de que se desarrollen “floraciones algales y de cianobacterias potencialmente tóxicas”.
La visión de gobierno
El director de Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Fernando García, dijo con respecto a la ley que los aprovechamientos de agua están permitidos desde siempre, y que la norma promulgada en octubre de 2017 “ni prohíbe ni pone límite, lo único que cambia es que permite la asociación de productores entre sí para pedir permiso de explotación de agua”. Uno de los cambios que también propuso la ley fue que dentro de la asociación puedan invertir terceros que no sean necesariamente regantes, para cobrar por brindar un servicio.
Mientras los biólogos argumentan que la ley traerá aparejada la construcción de más represas que perjudicarán el ambiente, García sostiene que el espíritu de la reforma es que se construya menor cantidad, aunque de mayor tamaño para evitar que se genere una nueva proliferación de represas de mediano y pequeño porte que “desparramen los supuestos riesgos de contaminación en un montón de lugares”. El aumento en la cantidad de represas se dio hasta 2014, cuando el precio de la soja llegó a estar por encima de los US$ 500 por tonelada. En Uruguay hay en la actualidad 1.300 represas autorizadas funcionando.
“La ley de riego va a implicar embalses menores sobre algunas cuencas que pueden tener efectos particulares sobre algunos ríos y arroyos con riesgo de formación de cianobacterias en esos lugares. El agua que vierten puede ir a parar luego a poblados o una planta de tratamiento de agua potable. Pueden involucrarse en cursos de agua estratégicos utilizados para la potabilización del agua”, señaló Aubriot.
Por su parte, el doctor en Ciencias Agrarias y docente investigador Gerardo Echeverría dijo que “lo que hay tener en cuenta es que todo lo que se produce a nivel agrario, así como toda actividad humana, es contaminante de una forma u otra”. Echeverría sostuvo que aunque ahora se hable mucho de la soja, cuando se realizaba la siembra o labranza convencional, “esa erosión del suelo también llevaba fósforo a los cauces de agua, y era una causa de eutrofización”.
“Lo hace tanto la ganadería como la papa, de la que nadie habla, pero es un cultivo que lleva muchas curas, fertilización y pesticidas”, graficó. l
Las cianobacterias en el Río de la Plata
Según explicaron los académicos especializados, a partir de las altas precipitaciones se generó una acumulación de agua dulce en el Río de la Plata que avanzó sobre Montevideo, Canelones, Maldonado y parte de Rocha. El agua dulce arrastró organismos desde el interior del país, esas cianobacterias generalmente se producen en los grandes embalses, que descargaron agua por los elevados niveles de lluvias. Al ser vertidos, esos organismos se incorporaron a los cauces principales del río Negro, río Uruguay y después Río de la Plata. También la cuenca en lo alto del río Uruguay se cruza con el río Paraná y el arrastre de agua puede de venir de regiones más al norte. Los fenómenos de La Niña y El Niño pueden hacer que estos episodios sean más o menos intensos durante el verano. Entre 2005-2006 y 2015-2016, la presencia en las costas uruguayas de cianobacterias se multiplicó por 13.
Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 12 febrero 2019