El uso de robotsEl uso de robots para el control de malezas, la solución definitiva a la resistencia.

A medida que las malezas se adaptan para volverse más resistentes a los productos químicos, la empresa se vuelve creativa con nuevas tecnologías para ayudar a los agricultores a abordar el problema.En un campo de remolacha azucarera a pocos kilómetros al este de Moorhead (poblado de Minnesota), pequeños robots de cuatro ruedas suben y bajan por las hileras de remolachas.

Parecen tener equipamientos simples, y en parte así es, pero también utilizan tecnología de última generación.
Los robots desmalezadores parecen simples mientras ruedan por un campo a un ritmo de caminata fácil. Constan de un panel solar, cuatro ruedas, cámaras y dos aspas afiladas en postes. Lo que no es visible es la inteligencia artificial que hace que la máquina funcione adecuadamente. Para hacerlo debe “entender” y diferenciar un cultivo de una mala hierba, y luego aplicar su capacidad de golpearlo mientras se mueve. Ese vínculo entre el software y el hardware es algo muy difícil de hacer, comentó Chris Benner, director de operaciones de campo de Aigen, una compañía de tecnología agropecuaria que desarrolla la robótica y la inteligencia artificial en favor de la productividad.

Este es el primer año que Aigen, con sede en Redmond, Washington, ha desplegado los robots desmalezadores: “Lo que estamos haciendo es utilizar un método que se ha utilizado durante miles de años”, agregó Benner, al describir al robot: “Es una azada para arrancar las malas hierbas del suelo, con un poco de tecnología adicional incorporada”.

Hoy, los agricultores dependen de los herbicidas para evitar que las malas hierbas desplacen a los cultivos, pero la naturaleza es muy adaptable y las malas hierbas son cada vez más resistentes a los pesticidas, además de que hay especies que con una sola planta sobreviviendo puede esparcir miles de semillas para extenderse por los campos y las chacras.

Reducir el uso de pesticidas en el control de plagas es un objetivo primordial para la empresa. “Simplemente no hay muchas alternativas buenas a los productos químicos. En este momento estamos viendo resistencia a herbicidas e inmunidad a herbicidas. Pero no hay resistencia a una herramienta de acero”, se comentó desde la empresa. Eso es algo que los agricultores ya valoran.

OPERAR CAMPOS DE SOJA.

Para 2025 el objetivo de Aigen es expandirse a 500 robots y también comenzar a operar las máquinas en los campos de soja. En última instancia, la empresa quiere construir una planta de fabricación en el Medio Oeste para que las máquinas puedan construirse más cerca de un mercado primario.

“Me encantaría vivir en un mundo en el que los desmalezadores robóticos se hicieran cargo de todo y no tuviera que fumigar ni un solo acre, y creo que el consumidor lo agradecería”, dijo Neil Rockstad, un agricultor de Ada (ciudad de Oklahoma) y presidente de la Asociación Americana de Productores de Remolacha Azucarera. “No si se podrá llegar a ese objetivo, pero no descarto nada en lo que respecta a la tecnología y nuestro futuro”.

Los cierto es que en el futuro cercano eso no sucederá, porque los robots todavía están aprendiendo. A pesar de eso, Wurden ve que los sistemas mejoran cada día, y la compañía se enfoca en resolver los errores antes de expandirse. La idea es tener una máquina verdaderamente autónoma que funcione por sí misma y envíe un mensaje si se descompone.

Trent Eidem, productor de Moorhead, entiende que “la agricultura de hace años era lenta en adaptar la tecnología y ese ya no es el caso. La agricultura es un negocio muy amigable con la tecnología y todo el mundo quiere aprovechar lo que puede hacer para que su temporada sea exitosa”.

NUEVAS FUNCIONALIDADES.

Además del plan de trasladar los robots a los campos de soja el próximo verano, la compañía está desarrollando otras herramientas que espera que agreguen valor a la máquina. Por ejemplo, los robots podrían usarse para analizar los nutrientes del suelo o escanear las plantas en busca de signos tempranos de enfermedades.

TODO EL CAMPO -Montevideo - URUGUAY - 23 Julio 2024