Avances de proyecto conjunto entre la Dirección General de Desarrollo Rural y la Sociedad Apícola Uruguaya
El pasado 22 de junio la directora Mercedes Yacosa, de la Dirección General de Desarrollo Rural del MGAP, asistió a jornada de difusión de avances del proyecto que la SAU viene desarrollando con la intervención científica de la Universidad de la República. El proyecto se firmó en 2023 a través de un convenio entre la Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (DGDR-MGAP) y Sociedad Apícola Uruguaya (SAU).
La DGDR apoya con financiamiento para el desarrollo del proyecto, cuyo objetivo principal es evaluar estrategias de polinización asistida en la mejora de la producción de cultivos, y el beneficio económico atribuible a la polinización en el sector frutícola y apícola. Yacosa destacó la importancia de estas instancias de difusión dado que más allá de su valor técnico, permiten visibilizar la función insustituible de las abejas en la polinización con todo lo que ello implica a nivel productivo y social. “Hoy sabemos que el 54% de los productores apícolas son familiares. Su aporte es fundamental para el rubro frutícola y para la producción de manzanas.
Para la DGDR es muy importante apoyar a estos sectores contribuyendo al desarrollo rural y a la mejor calidad de vida de las familias”. Vivian Severino, docente de Facultad de Agronomía de la Universidad de la República, lidera el equipo de investigación y desarrollo del proyecto. Hizo la presentación en la actividad, donde se presentaron algunos resultados parciales del proyecto que va cumpliendo el primero de los dos años de duración. La responsable científica por la Facultad de Agronomía, de este proyecto productivo, manifestó que la contraparte es la SAU, y con financiamiento de DGDR y de la Universidad de la República, a través del Programa Vinculación Universidad y Sector Productivo de CSIC (Comisión Sectorial de Investigación Científica).
“El proyecto tuvo un primer año de ejecución en la zafra 2023-2024 y tendrá una segunda etapa en la zafra 2024 – 2025”, considerando que la zafra es el ciclo productivo, que se extiende desde setiembre de un año hasta marzo o abril de siguiente. Respecto a la actividad, manifestó que “tenía como objetivo poner en conocimiento a la SAU, más allá de los productores apícolas vinculados del proyecto, de los resultados que venimos consiguiendo, de manera de poder planificar el año siguiente. La discusión de los resultados es un elemento bien importante de la investigación, vinculada al sector productivo, ya que sus opiniones son material bien rico, para el desarrollo de la investigación”. Participaron investigadores del proyecto, tesistas de posgrados también de la Universidad. Además, integrantes de la Sociedad Apícola, entre ellos su presidente Gabriel Rodríguez, y productores del sector apícola.
El proyecto busca incorporar tecnología muy de punta en mejorar los procesos de polinización, en este caso del cultivo de manzanas, cultivo absolutamente dependiente de la polinización para poder tener buena producción. Hay beneficiarios desde distintos ámbitos del sector productivo: por un lado, los apicultores en el sentido de probar y ver si funcionan o no estas técnicas para mejorar el servicio que ellos brindan como polinizadores; y por otro lado el sector frutícola viéndose beneficiado si la polinización es mejor, su producción es mejor. Con este proyecto el equipo investigador tiene interés en remarcar el peso importante de la producción de escala familiar y la importancia que tiene la fruta y la granja en general, en lo referente a la soberanía alimentaria y la capacidad de la población de comer alimentos con un rol nutricional muy importante y de gran valor. La unión del sector productivo con la academia, sin duda tiene enormes beneficios en la sinergia, en esa cuestión de poder investigar sobre aspectos que van a tener una aplicabilidad muy rápida y directa en el sector, y a su vez permite investigar y encontrar otras preguntas que surgen, que van a necesitar respuestas en proyectos posteriores, y que permiten entender más los sistemas de producción. Asimismo, obtener datos e insumos a partir de experiencias de los sistemas de producción en su globalidad, “y la forma para el Uruguay de ir encontrando mejores alternativas a los efectos de las condiciones particulares de los cultivos y los sistemas productivos”.