Juan ovejasJuan, el productor que alimenta a sus ovejas con cactus mexicanos

Entre las sierras, en Lavalleja, Juan Crespo encontró una solución a la sequía: plantar nopales para darle de comer a su ganado cuando hay poco pasto.La sequía es una preocupación frecuente en los productores, y un problema al que Juan Crespo –ganadero en Barriga Negra, Lavalleja– le encontró una solución en los nopales, una especie de cactus mexicanos.

Falta agua y los cultivos no se desarrollan bien, falta agua y hay poco alimento para los ganados, todos los años eso se repite y en algunas zonas del país la adversidad es muy grave. Durante la pandemia, tras varias primaveras con poca agua en su campo, Juan decidió investigar qué podía hacer para alimentar a su rodeo vacuno y a su majada cuando el campo natural no explota de verde por la falta de lluvias. Así descubrió los nopales (cactus Opuntia), una planta que no necesita mucha agua para vivir y que se puede usar como forraje, también como alimento para humanos.

Quedó fascinado
Tras un tiempo de investigación se puso en contacto con un productor mexicano de nopales forrajeros, para conocer su experiencia con la planta, saber cómo la trabajaba y cómo alimentaba con ella a sus animales. De a poco fue aprendiendo más de una planta que conocía de niño, porque en la casa en la que se crió, en el campo, en Florida, había algunas.

Sus características lo fascinaron, el mexicano le contó que en su zona han pasado cerca de ocho meses sin lluvia y pese a eso el nopal le ha permitido tener un forraje verde. “Absorbe toda la humedad y el sereno, vive sin lluvia, es la planta ideal. En casa hay mucha cerrazón, niebla y rocío, porque estamos en las sierras, y hay muchos cambios de temperatura, en el día hace calor porque la piedra calienta y en la noche hace frío”, y pese a eso la planta crece en óptimas condiciones, destacó Juan a El Observador.

Nopales en las rutas
En 2020 Juan comenzó a recolectar nopales en las rutas. “Cayó la pandemia, no se podía salir a ningún lado ni se podía hacer nada, entonces dije: ‘Bueno, me dedico a juntar plantas’”, contó, y así fue. Hizo un invernáculo y en enero de 2021 comenzó la plantación a campo, con la ayuda de su familia. Comenzó con unas pocas plantas, ahora tiene 25 mil y sueña con llegar a 150 mil.

Tiempo después, junto a sus hijos, conoció a Paulo Suassuna, un brasileño que desarrolla la planta desde los años 90 y que creó un sistema de producción intensivo, diferente al de México. Así, en Brasil se llegan a plantar hasta 160 mil plantas por hectáreas, sacando hasta 700 toneladas de alimento, con precipitaciones de 600 milímetros o menos (al año), explicó Priscila –hija de Juan– a los directores del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) Carlos Rydström –Desarrollo Rural– y Luis Carresse –Descentralización–, quienes hace poco fueron a conocer la producción local de nopales.

Brasileño en las sierras
Tras varios contactos con Juan, el experto brasileño vino a Uruguay en julio de este año para conocer la producción y asesorar a la familia. Con fertilización nitrogenada Suassuna ha logrado aumentar los niveles de proteína de los nopales, que son de 4%. Luego de que les explicara cómo hace su trabajo en el vecino país, Juan y Priscila hicieron sus pruebas.

Sopa de nopal para las ovejas
En el campo de Juan, donde cría ovinos y vacunos, los nopales comenzaron a crecer y con ellos la esperanza de encontrar una solución alimenticia para el ganado, que en épocas de seca sufren la falta de forraje.

Estudiando descubrió que hay dos opciones para alimentar al ganado con estas plantas: se pueden cortar las hojas y dar directamente, pero también se puede hacer un leudado con el que se logra aumentar entre 5 y 25% la cantidad de proteína de la planta.

Para hacer ese leudado, una especie de “sopa de nopal”, se corta la planta y se hace un fermentado al que se le pone levadura de pan, melaza y urea. Durante el leudado no se le sacan las espinas a las hojas, porque estas “se desintegran” en el proceso.

Cuando hay plantas que tienen espinas muy duras, tanto los mexicanos como los brasileños queman las hojas con un soplete antes de alimentar a los animales, contó Juan.

Este invierno este productor probó alimentar a las ovejas con nopales, a las que les gustó mucho la planta. Pronto intentará alimentar a los vacunos. Ahora trabaja con un nutricionista para la alimentación de corderos de destete y terneros de destete. “Recién estamos arrancando”, contó con la esperanza puesta en su novedoso proyecto.

El oro verde
En México los nopales se conocen como “el oro verde”. Los frutos son una gran fuente de vitaminas, especialmente C, y también de aminoácidos. Los tallos ayudan a reducir los niveles de glucosa y colesterol en sangre, según información de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Juan contó que el cultivo lo empezaron a desarrollar los aztecas y los mayas, quienes se alimentaban con él. La planta tiene 17 aminoácidos y cerca del 90% de agua, aunque poca fibra y proteína. En México el nopal también se destina a la producción en el sector farmacéutico, cosmético y también textil, para hacer cuero vegetal.

Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 23 Octubre 2022