KARINA KULIK
Nieta de rusos y ucranianos, apicultora y presidenta de las mujeres rurales
Karina Kulik, descendiente de rusos y ucranianos, es apicultora, apiterapeuta y preside la Asociación de Mujeres Rurales del Uruguay.Karina Kulik, descendiente de rusos y ucranianos, es apicultora y preside la Asociación de Mujeres Rurales del Uruguay (AMRU). Es apiterapeuta y cuando le curó la rodilla a un periodista se le disparó la demanda por ese servicio.
Debió rehacer casi desde cero su base productiva cuando una enfermedad y la aftosa diezmaron sus colmenas. Junto al resto de las directivas tiene varios desafíos, entre ellos apuntalar la recuperación de la masa social. De todo eso y más dialogó con El Observador. También expuso su parecer sobre la guerra que involucra los pueblos de sus antepasados.
De sus cuatro abuelos, tres llegaron desde Rusia y uno desde Ucrania. Se instalaron en San Javier. Algunos se trasladaron luego a otros lugares del litoral oeste y lo mismo hicieron sus padres, pero siempre estuvieron en la zona. Ella vive en Fray Bentos y tiene colmenas en zonas de Río Negro y en Soriano.
Karina, a quien se la encuentra con sus productos apícolas de la marca Apiarios Mardalu (por las primeras sílabas de los nombres de sus hijos Martín, Danilo y Lucía) en cada exposición importante que hay en el país, como la Expo Prado, en la Semana Criolla o en la Patria Gaucha, maneja unas 150 colmenas. No hace tanto eran 200, “pero un avión fumigador haciendo una mala aplicación me mató muchas”, lamentó.
Y eso no es nada. Llegó a tener 2.000, pero a inicios de este siglo padeció una doble adversidad: desde Argentina llegó la enfermedad Loque Americana, que afecta a las abejas, y eso achicó su población porque a las colmenas aún mínimamente afectadas hay que quemarlas totalmente; además, por el miedo a la propagación de la fiebre aftosa que también ingresó al país por el litoral, los productores le impidieron ingresar a sus campos. “Me cambiaron los candados en 23 porteras y meses después, cuando pude entrar, estaba todo muerto”, recordó.
Lejos de bajar los brazos, se repuso. Hasta fue a las islas de Nuevo Berlín a cazar enjambres.
Sus productos apícolas (miel, polen, apitoxina, jalea real, propoleo y kwas, entre otros) los vende en Montevideo en diversas tiendas, en las exposiciones mencionadas y varias más y en el interior hay mujeres rurales que hacen la distribución y así obtienen su ingreso.
La rodilla de Lopecito
Hace algunos años, en la Expoactiva Nacional con sus productos y la técnica de apiterapia rápidamente, con solo dos aplicaciones, ayudó a que una rodilla de Juan Carlos “Lopecito” López sanara. El comunicador, agradecido, difundió la buena experiencia, las recomendaciones se multiplicaron y hoy ella destina dos de los siete días de la semana a atender pacientes en un consultorio en Montevideo.
Es divorciada. Tiene tres hijos, todos criados en el campo. Su hija vive en el medio rural y los varones heredaron el oficio de uno de los abuelos, la mecánica; uno es mecánico tornero y trabaja en el dique del puerto de Montevideo y el otro tiene su taller de tornería en Fray Bentos. “Todos son del campo, los tres trabajaron con las colmenas, por suerte se criaron en un ambiente que tanto queremos y defendemos”, expresó.
AMRU está en reconstrucción
Karina fue reelecta presidenta en noviembre de 2021, por un nuevo período de dos años, en una asamblea presencial en Rincón del Colorado, Canelones. El lugar, contó, fue elegido porque actualmente es el territorio canario donde AMRU tiene más socias.
Fundada en 1994, al poco tiempo AMRU logró el pico de socias, unas 1.200, cuando la asociación tuvo incluso bajo la figura de cooperativa su marca propia de productos caseros: Delicias Criollas. Luego por diversos factores el número fue descendiendo y además surgieron otras entidades que fueron agrupando a mujeres rurales, como la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) y la Red de Grupos de Mujeres Rurales del Uruguay. Tras un piso muy bajo, hace poco comenzó un rebote y hoy AMRU ya tiene 180 socias.
Ese crecimiento, explicó, tiene como base un proyecto de apoyo al que accedieron tras presentarse ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), de fortalecimiento organizacional, que contempla en adelante recorrer el país, especialmente zonas en las que aún no hay socias de AMRU, para ampliar el padrón.
En el marco de ese proyecto, para brindar talleres y accionar en diversos emprendimientos, trabaja con AMRU la sicóloga social Alicia Kuster, especializada en cooperativismo y asociativismo, integrante de la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (Cudecoop).
Los talleres previstos consideran temas muy variados, de gran valor para las mujeres, como empoderamiento, género, violencia y también en lo productivo: la paulatina transformación de la producción de las mujeres hacia manejos lo más orgánicos posibles e incluso hacia lo agroecológico, temas del medioambiente y lo relacionado con el acceso a la tierra.
Otro tema que señaló como un debe es mejorar lo educativo, porque ve que hay muchos niños y adolescentes que terminan sus estudios en medios educativos rurales y automáticamente tienen como destino una escuela agraria, cuando de pronto no es lo que quieren ni lo más adecuado para ellos.
“En el campo hoy, por ejemplo, se precisan alambradores, no hay casi y es solo un ejemplo”, mencionó. “Los chiquilines que se han recibido de las escuelas de lechería, por decir otro caso, en muchos casos se van al exterior, se van a hacer una pasantía y ni vuelven”, añadió.
Dolor por la guerra
Los abuelos de Karina emigraron a Uruguay desde Ucrania y Rusia durante el siglo pasado, llegando desde una zona del mundo que hoy “está de moda” por el conflicto bélico que allí sucede. Sobre lo que la guerra significa para ella, Karina dijo: “Me duele en el alma que se peleen los hermanos, rusos y ucranianos son de una misma familia, por mis venas corre sangre rusa y ucraniana”.
La de antes y la de ahora
Consultada sobre la mujer rural, explicó que hay una “de antes”, aquella de delantal, con pañuelo, con poca educación, muy concentrada en sus labores en la casa, y otra “de ahora”, educada, interesada en cursos para estar capacitada, profesional, que utiliza la tecnología y todo sin dejar de hacer lo que antes hacía.
Ese acceso a la tecnología que se ha ido dando en el medio rural “a la vez creó uno de los grandes problemas del país, que la juventud conozca otras realidades, busque oportunidades y se vaya del campo. Muchos se van a estudiar, pocos vuelven”, señaló, con pena.
Sobre medidas que contribuyan a minimizar esa adversidad, destacó que a nivel del Instituto Nacional de Colonización (INC) haya cambiado el régimen de titularidad de las tierras y que jóvenes hayan podido acceder a predios para proyectos colectivos. “Eso es excelente, pero no alcanza”, definió.
La nueva directiva de AMRU
Presidenta: Karina Kulik, Rio Negro.
Vicepresidenta: Rosana Pérez, Canelones.
Secretaria: Jacqueline Cachi, Canelones.
Tesorera: Laura Do Canto, Canelones.
1era. vocal: Verónica Curvelo, Rio Negro.
2da. vocal: Rosario Cabrera, Canelones.
Comisión de ética: Susana Otero, Rocha.
Mujeres, árboles, reconocimientos y desafíos
A propósito de una nueva conmemoración del Día de la Mujer, este martes 8 de marzo en una iniciativa de AMRU se plantarán árboles autóctonos en distintas partes del país. Se los utilizará por su paralelismo con las mujeres: así como aquellos generan raíces profundas ellas hacen eso mismo con todo lo que trasladan a sus hijos. “Las mujeres, como un árbol con un viento en contra, también se pueden doblar, pero no se quiebran”, reflexionó. Para esto hubo gestiones con autoridades locales. Se hará básicamente en las plazas. Los árboles serán nativos, como el ibirapitá. Y al pie de cada árbol habrá una placa con el siguiente texto:
ANGMRU - AMRU 8 de MARZO de 2022
Homenaje a aquellas valientes y visionarias mujeres que el 23 de setiembre de 1994 tuvieron la grandeza de firmar el acta para fundar esta pujante y perdurable ASOCIACION de MUJERES RURALES del URUGUAY
Para esta directiva rendirle un homenaje especial a las mujeres rurales fundadoras de AMRU que todavía están con vida y extender el homenaje simbólicamente a todas las fundadoras es un tema de alto valor.
Una buena noticia que AMRU recibió fue que la Intendencia de Canelones les adjudicó sobre el cierre de la semana pasada un espacio en el predio donde se realiza la Fiesta de la Chacra, en San Jacinto (en el Centro Educativo Rural), para construir un rancho de barro, donde en próximas exposiciones se presentarán los oficios del campo.
Además, AMRU, en el marco del proyecto Page, accederá a recursos para apoyar emprendimientos en los que participen las mujeres rurales, anunció Karina y eso se enmarca en varios desafíos más que se ha trazado la nueva directiva.