Arranca la mayor cosecha de colza: se exportarán casi 200.000 toneladas a Europa, el “mejor mercado”, con precio “atractivo”
Este año el valor promedio de ese grano comercializado con anticipación por el productor es de US$ 540 la tonelada; la zafra pasada fue de US$ 440, según empresarios del sector.En la previa al inicio del grueso de la cosecha, las chacras de colza se ven espléndidas y repletas de flores y granos que en los días soleados reflejan aún más su color amarillo intenso en los campos.
Debido a una corriente exportadora hacia Europa y una demanda creciente para elaborar aceite y biodiesel, la colza o canola registró un significativo incremento en su precio, en promedio es de unos US$ 540 por tonelada, y es vendida en forma anticipada a lo que se cosechará este año, dijeron a Búsqueda operadores del sector agrícola.
Señalaron además que en la zafra anterior el valor promedio recibido por el productor fue de US$ 440 la tonelada, por lo que ahora resulta más atractivo. Hasta el momento la comercialización del grano a levantar de las chacras a partir de los próximos días varía entre 35% y 40% del volumen previsto de cosecha, indicaron las fuentes.
Este año el área sembrada de colza fue de unas 155.000 hectáreas, por lo que, si se considera un rendimiento promedio de 1.600 kilos por hectárea, como el registrado en años anteriores, la producción total da unas 250.000 toneladas. Eso es lo estimado a partir de los datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (Diea) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Pero entre productores y operadores graneleros hay expectativas de lograr una cosecha mayor, porque, además del factor climático favorable, más allá de algunos episodios de heladas en ciertas zonas productivas, el manejo agronómico y la genética incorporadas mejoran cada año.
Técnicos del MGAP proyectaron un volumen de 320.000 toneladas de colza para este año, de las cuales entre 30.000 y 40.000 serán destinadas a la producción de biodiesel por parte de la empresa estatal Alcoholes del Uruguay (Alur).
Para tener una idea del desarrollo de ese cultivo en el agro local, la evolución muestra que “tomando como punto de partida la zafra 2014-2015, cuando se estimó un área de 10.000 hectáreas, el crecimiento de la superficie sembrada ha sido constante, multiplicándose por 11 en tan solo siete campañas”, señala un reporte de Diea, publicado este año.
La colza estuvo presente en las chacras uruguayas durante 25 años, aunque tuvo una plantación más significativa en los noventa en una coyuntura de bajos precios internacionales de los granos, problemas en la producción de trigo y dificultades para la expansión de la cebada cervecera, según un artículo de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa).
Dicho texto indica que la superficie sembrada de ese grano creció de 4.000 hectáreas en 2010 a 26.000 hectáreas en 2016. En 2017 la incorporación de otros actores y canales comerciales dio lugar a otro salto en el área, que alcanzó un nuevo máximo (para ese momento) de 47.000 hectáreas, señala. Detalla a su vez que los volúmenes producidos alcanzaron una media de 33.555 toneladas en ese último trienio, exhibiendo una evolución creciente que acompañó el aumento de la superficie del cultivo.
La productividad del cultivo en los períodos 2013-2014 y 2016-2017 mostró cierta estabilidad interanual, pues promedió a escala nacional en 1.599 kilos por hectárea y varió en un rango relativamente estrecho entre un mínimo de 1.577 y un máximo de 1.663 kilos por hectárea, repasa.
Mercados y jugadores
Los barcos graneleros con colza uruguaya zarparán a partir de enero de 2022 desde los puertos de Montevideo y de Nueva Palmira con destino a puertos europeos, como el de Londres.
En cuanto a las exportaciones de esa oleaginosa entre enero y octubre de 2021, que corresponden al grano cosechado en la zafra pasada (de noviembre a diciembre), el monto y el volumen registrado es de US$ 60 millones y 136.000 toneladas, según el MGAP con base en datos de la Dirección de Aduanas.
Las principales empresas exportadoras de colza son Cargill Uruguay con cerca del 60% del volumen exportado este año, seguida de Barraca Erro y luego participan con una menor cantidad las firmas Mintrela, Granicor, ADM, Stabril, Sugrain, Panisal, Nuseed y Greising y Elizarzu, conforme a registros del instituto Uruguay XXI, que muestran además que en años anteriores también exportaron las empresas Kilafen, Agronegocios del Plata y Fadisol.
En el sector privado manejan otras estadísticas respecto al negocio de exportación de la colza, específicamente en el monto y el volumen exportado por cada empresa.
“Si todo sale bien, se van a exportar cerca de 200.000 toneladas de la cosecha que está empezando, y de la anterior se exportaron 120.000 toneladas”, dijo a Búsqueda el gerente de Cargill, Gabriel Di Giovannantonio. Y dos años atrás el volumen exportado fue de 70.000 toneladas de colza. “Uruguay pudo consolidar su exportación a Europa”, enfatizó.
El principal mercado mundial de esa oleaginosa es el europeo, que concentra casi la mitad de las importaciones y a su vez es el que más paga, específicamente con la canola no transgénica, señaló Di Giovannantonio. Y destacó que ese grano que Uruguay produce y exporta no es genéticamente modificado. “El gran mercado para la canola transgénica es Japón y el principal productor y exportador de esa variedad es Canadá”, indicó.
Dentro de Europa los destinos prioritarios para los embarques de canola uruguaya fueron Reino Unido y Francia, además de Bélgica. “Es el mejor mercado, porque tiene claridad, liquidez y con varias certidumbres y buen precio; la desventaja es que los requerimientos de inocuidad alimenticia son muy altos”, comentó el gerente de Cargill.
Al mismo tiempo, aclaró que “Uruguay elaboró un programa” de control y trazabilidad de la producción y exportación del grano, “poniéndose a la altura” de eso, empezando por el plan implementado por la Dirección de Servicios Agrícolas del MGAP. Además, en el caso de Cargill tiene un “plan de auditoría en cada una de las chacras de canola y todo eso da cierto blindaje”, afirmó Di Giovannantonio.
Contó a su vez que el lunes 18 empezó la cosecha de canola en la primera chacra vinculada a la operativa de esa firma. “No se trata solamente” de evitar residuos que superen los niveles tolerados por la Unión Europea en el caso del herbicida denominado “paraquat, sino también de otros productos”, advirtió el gerente.
El MGAP estableció en 2020 que el único herbicida autorizado para el cultivo de canola es el denominado diquat y dispuso un sistema de vigilancia de residuos con la toma de muestras en las chacras.
Para los exportadores locales representa un diferencial y una ventaja que en el mercado uruguayo se pueda lograr el control de las trazas de productos fitosanitarios que están limitados por las normas europeas. Eso indicaron en comparación a otros países de la región, como el caso de Argentina. El grano está totalmente trazado y en cada barco es posible decir a qué productor pertenece esa colza, afirmaron.
Uno de los factores que impulsó el precio y el negocio de la colza es la recuperación de la demanda y los cambios de hábitos en el consumo de aceites, principalmente con relación al impacto de la pandemia de Covid-19 en los diferentes mercados.
A eso se sumaron problemas de producción en ciertos países productores y exportadores como los europeos y Canadá, lo que derivó en oportunidades de negocios para países como Uruguay.
El aceite de canola es uno de los mejores aceites del mundo, aunque el consumidor uruguayo no esté tan acostumbrado a usarlo, dijo Di Giovannantonio. Y acotó que la colza es un grano oleaginoso “por excelencia”, ya que “casi la mitad de su contenido es aceite”.
La colza es una oleaginosa de origen asiático perteneciente a la familia de las brasicáceas, que agrupa a varias especies del género brassica (B. napus, B. rapa —las principales— y B. juncea) y reciben igual nombre, según un informe técnico del MGAP de 2020.
Dicho informe explica que es un cultivo de ciclo invernal, con un alto contenido en lípidos y un contenido medio en proteínas, se cultiva alrededor de todo el mundo y sus principales usos son la producción de aceite vegetal para consumo humano e industrial (en especial para elaborar biodiesel) y de harina proteica para alimentación animal. El principal producto de la colza es el aceite de su semilla, el que se encuentra en una proporción de entre 38% y 44%, indica.
Valora a su vez que el perfil de ácidos grasos del aceite de canola determina que se destaque por su valor nutritivo y por su condición de saludable para la dieta humana: baja proporción de ácidos grasos saturados (6%), altos niveles relativos de monoinsaturados (55% a 60% de ácido oleico) y cierta cantidad de poliinsaturados, particularmente ácido linoleico (26% a 28%) y ácido alfa-linolénico (8% a 10%). El término canola es una contracción de Canadian Oil Low Acid.
Ahorro y control
“La producción de colza canola vino para quedarse” en el campo local, señaló a Búsqueda el presidente de la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios (CUSA), Edgardo Rostán, quien además es productor. Y se mostró optimista respecto a la posibilidad de que crecerá más en las próximas zafras, especialmente por el precio y la importancia que tiene en la rotación de cultivos para el cuidado del suelo.
Eso representa un “control intangible” que permite el “ahorro” de “muchos” herbicidas y una “fecha espectacular”, considerando que seguida a la cosecha de colza en ese mismo campo se realizará la siembra de soja de segunda, consideró.
“Las chacras que fueron sembradas más temprano están mejor que las demás, y en general este año son plantas más bien bajas a diferencia de otras zafras que alcanzaron más altura, pero están muy cargadas”, resaltó Rostán. Y estimó que en su caso espera obtener un rendimiento promedio de entre 1.800 y 2.000 kilos por hectárea.
Está previsto el inicio de las labores de cosecha para fin de mes y el grueso de la trilla tomará ritmo alrededor del 10 de noviembre.
Otro aspecto valorado por los productores es la sanidad de los cultivos, que este año no registraron mayores inconvenientes y por lo que prácticamente no se requirieron aplicaciones de fungicidas.
Generalmente, cuando se dan períodos de lluvias intensas y heladas frecuentes entre el invierno y la primavera aparecen casos de hongos en las plantaciones de los cultivos de invierno (trigo, cebada y colza).
Mientras se preparan las cosechadoras y se encienden los motores de estas máquinas en algunas chacras, el mercado de referencia para el precio de la colza, que es el EuroNext Matif y antes fue la bolsa de París, muestra una incesante escala en el valor de ese grano, que lo ubica en algo menos de 700 euros por tonelada.
En ese escenario los productores en el campo uruguayo realizan ventas anticipadas en las diferentes escaleras de precios, en la medida que pueden asegurar ciertos kilos a cosechar y así cumplir con los contratos realizados con las firmas compradoras.
La estrategia es variada, tanto como las situaciones particulares de cada productor. Algunos vendieron con más anticipación, otros lograron capturar los precios más altos y algunos esperan cosechar para tener mayor certeza, señalaron los operadores consultados.