Casi no quedan semillas de colza en el mercado
El buen precio por el grano disparó la demanda de los agricultores y hoy "buscar semilla de colza va a ser complicado".Este año la reserva de semilla de colza creció un 34% con respecto al año pasado, indicó a El Observador Álvaro Núñez, presidente del Instituto Nacional de Semillas (Inase), con base en los datos de la última Declaración de Movimiento de Semillas, cerrada a fines de mayo.
El resto de la información se tendrá el 31 de enero, con la nueva declaración de movimientos que permite acceder a la información de semillas vendidas y en reserva.
Núñez destacó que también se vio una alta demanda por trigo, porque en estos dos cultivos “ por el tipo de producción de semilla, las empresas pudieron reaccionar a las señales del mercado”.
Según informó, la reserva de semillas de trigo creció un 12%. No pasó lo mismo con la cebada, cuya reserva cayó un 15%.
Por las lluvias del último fin de semana, que en algunas zonas del país fueron por más de 100 mm, varios cultivos se vieron afectados.
Mientras los productores evalúan los daños y una posible resiembra, la disponibilidad de semilla de colza es casi nula.
La alta demanda por estas semillas se debe a las estimaciones de siembra, que se posicionaron un 20% por encima que en la zafra anterior, según indicó un informe de Blasina y Asociadios publicado en El Observador. Se estimó alcanzar las 130.000 hectáreas en esta nueva zafra de invierno (considerando colza y carinata).
En 2020 se sembraron 102.995 hectáreas de colza según datos de la Oficina de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Precios atractivos
Alejandro López, gerente general de la Unión Rural de Flores (URF), explicó a El Observador que el aumento en la demanda por semillas de colza –de las que la URF ya no tiene stock– se debió principalmente al aumento del área de siembra previsto, basado en el precio que tiene el grano, por encima de los US$ 500 por tonelada y a que “los productores le empezar a agarrar la mano al cultivo”.
Según dijo, en la URF “se agotaron (estas semillas) y se tuvieron que hacer pedidos extra y hoy prácticamente no hay”.
Esta semana los productores evalúan la situación tras las precipitaciones, para saber qué cantidad de resiembra necesitarán, indicó.
“Buscar semilla de colza hoy va a ser complicado y la fecha ideal de siembra medio que ya pasó”, comentó López, y añadió que al día de hoy, en la zona centro del país, hay cerca del 50% del área sembrada con este cultivo. Si la humedad del suelo no disminuye puede que algunos productores decidan cambiar su plan de invierno sobre el área estimada, sostuvo.
Este cultivo, así como el de cebada, son atractivos para los productores porque liberan antes la chacra. La colza, que libera a fin de octubre, explicó, permite que se pueda sembrar una soja de primera; y la cebada, en noviembre, permite sembrar soja de segunda. “Ambos cultivos tienen esa ventaja, muy buenas fechas”, comentó.
La alternativa de importar
Sobre la baja en el stock de semillas y la posibilidad de importar, el presidente del Inase dijo que no se sabe si “dan los tiempos”, ya que está corriendo la ventana de siembra.
“El aumento de precios de los granos de invierno permitió en algunos cultivos reaccionar y aumentar la reserva y en otros no, como pasó en cebada. Creo que hoy va a ser más complicada una resiembra en cebada que en trigo o colza, dos cultivos en los que hay un margen de maniobra. Importar se puede, pero el tema es que dé el tiempo”, sostuvo.
Según dijo, Uruguay importa semilla de colza de Europa o Argentina, sobre todo los híbridos, para los que existe un nicho de mercado.
Demanda por forrajeras
En la URF creció la demanda por semillas de avena y raigrás.
El alto interés por estos cultivos hizo que se terminara el stock de esas semillas, indicó López, quien detalló que lo que hoy se ve sembrado en las chacras apunta a “recuperar lo perdido en pasturas durante la sequía y al precio actual del ganado que se ha mantenido en forma sostenida y subiendo”.
Ignacio Otegui, director de Calvase, empresa que tiene como fuerte de invierno la venta de semillas de forrajeras, comentó que este año –debido a altas expectativas por los valores internacionales de la carne y la leche– hubo mucha demanda por semillas para estos cultivos.
Además de que, tras el déficit hídrico, muchos productores se vieron incentivados a renovar muchas praderas.
Según dijo, “el año pasado tambien fue bueno” para estas ventas, ya que “hay más inversión”.
Para saber
En el Instituto Nacional de Semillas (Inase) se encuentran registradas 900 empresas que desarrollan cultivos, informó a El Observador el presidente de la institución, Álvaro Núñez.
Algunas de las semillas de cultivos de invierno que están registradas en el instituto son: cebada, centeno, colza, lino, mostaza etíope, trigo y triticale, indicó.
Por otro lado, en el Inase se lleva un registro de las semillas de cultivos hortícolas, frutícolas, cultivos de verano y también en el arroz.
“Se cubren todos los rubros”, indicó el presidente del Inase.
Dos veces al año, en mayo y en diciembre, las empresas declaran datos de los movimientos de semillas.