Los apicultores entre la baja producción y leves mejoras en los mercados
En la zona este, la apicultura pasa por situaciones antagónicas generadas por leves mejoras en los mercados, bajas producciones, restricciones debido a la pandemia, y expectativas por una próxima nueva situación organizacional del sector en la granja.Montevideo – TodoElCampo – Fue presentado con fecha 2 de junio, ante el Consejo Asesor Regional de INIA Treinta y Tres, el Informe de Apicultura de los departamentos de Treinta y Tres, Lavalleja, Maldonado, Cerro Largo y Rocha. La actividad se desarrolló de forma virtual.
TREINTA Y TRES: “BUENA COSECHA”.
Cuando va terminando la zafra, en el departamento de Treinta y Tres “va quedando poco por cosechar. En general, buena cosecha” con “colmenas muy sanas, por ahora”, además de “buenos precios, la última venta efectuada, a levantarse en estos días, 53 tambores, 40 en sala particular, 13 en sala de la Intendencia, a un precio de U$S 2,50, al contado”.
Hace unos días, “en Charqueada y Cebollatí, se vendió a US$ 2,35; en Vergara, tienen unos 50 tambores, y están esperando mejores precios, ya que piensan que estos, van a subir de nuevo”.
Por otra parte “se anduvo muy bien en la forestación, incluso hasta hacen unos días, había entrada de néctar”.
LAVALLEJA: “LA MAYORÍA DE LA MIEL HA SIDO COMERCIALIZADA”
En Lavalleja el “las colonias de abejas se mantienen en buen estado en general, a pesar de la sequía de verano y principios de otoño. Poca ha sido la producción de estas estaciones”. La seca “no permitió casi, en muchos lugares, hacer cosecha final y cierre de la mejor forma”.
“La diferencia de producción se hizo en primavera temprana, con manejo de las colonias en nuestro monte nativo. En cambio, no se pudo aprovechar la floración de las praderas porque éstas, al haber mucha seca, no produjeron lo esperado e incluso, en algunos lugares se secaron, perdiendo de este modo la cosecha de verano”, agrega.
“La cosecha de otoño en los lugares de chilcas y Eucaliptus Grandis fue aceptable”, al igual que en las zonas “en el que las lluvias de febrero recompusieron alguna pradera o plantas melíferas, de campo natural”.
En cuanto a la sanidad, las “colonias de abejas están en buen estado general, en algunos lugares se reportaron algún problema por varroa, por una incorrecta manera de aplicar el producto ácido oxálico en tiras de cartón. Incluso en la cura de otoño, este problema hizo que algunos productores tuvieran que volver a aplicar un producto sintético para controlar este ácaro”.
Sobre las ventas, “la mayoría de la miel ya ha sido comercializada con excepción de algunos productores que están en la espera de lograr algún mejor precio, o de miel remanente de la última cosecha. Los vaivenes del mercado han hecho que los precios tuvieran oscilaciones bruscas, no pudiendo en algunos casos, tener un precio de referencia. La mayoría de la miel se ha ido comercializando por lotes y, el precio promedio, podría decirse que va a cerrar en el entorno de los 2,5 dólares, por kilogramo de miel en esta zafra”.
MALDONADO: “POCA MORTANDAD DE COLONIAS”.
Debido a las exportaciones, casi no hay stock de miel. Por otra parte “hay una gran floración en el eucaliptus blanco, al igual que el año pasado”, lo cual es un “hecho curioso porque, generalmente, la gran floración en esta especie, es en años alternados”, se destaca en el informe.
Asimismo, se reporta que “en prácticamente todas las zonas, hay poca mortandad de colonias”.
“Algunos apicultores, están cosechando algo. Otros, más cautos, prefieren esperar, por si la floración del eucaliptus, se corta súbitamente. En la zona de la costa, tienen el respaldo de la acacia, que comienza a florecer en julio. Otro hecho destacado, es la gran demanda de polen para consumo humano”.
CERRO LARGO: EN GENERAL SIN PROBLEMAS SANITARIOS.
Los apicultores de Cerro Largo están “terminando la temporada otoñal” con una zafra “básicamente de eucaliptos forestales”.
“Las colmenas de la zona entraron al verano después de una seca histórica, lo que les afectó en la preparación y desarrollo previo a la floración del eucalipto”, por tanto, “no contamos con unidades bien desarrolladas para afrontar este recurso”, dicen los apicultores.
A esa situación se le sumó el “arranque tardío del eucalipto, ocurriendo cuando el clima trae los primeros fríos y la disminución de las horas de vuelo”, por tanto, las “colmenas no tan desarrolladas, la es floración tardía y el clima concluyen en una cosecha en algunos casos de menos de la mitad de la esperada, podríamos decir en promedios de 20 kilos.
“Si bien los rendimientos promedio no acompañaron y el precio de la miel fue decayendo, en general se vendieron las primeras mieles previas a otoño a U$S 2,95, ahora se obtienen precios de U$S 2,40 a U$S 2,50; volviendo a aparecer negocios a plazos que pueden llegar a 45 días”.
Sobre los depredadores del sector se destaca que “ya es común las pérdidas en esta época”, las que se dan por el tatú y los zorros, “no viéndose otro causal de bajas en las colmenas”.
“En general las abejas no presentan problemas sanitarios serios, salvo algunos apiarios que sufrieron la seca hasta el punto de escasez severa de polen y néctar lo que trajo casos de desnutrición lo que obligó en algunos casos a tener que alimentar sobre todo en enero. En otro caso se observó la ocurrencia de mal del río en las costas del rio Yaguarón”, señala.
La varroa “se comporta de forma esperada viéndose prevalencias de 3 a 7%, no reportándose casos de pérdidas o abandono por causa del parásito”.
ROCHA: POBLACIÓN SUFICIENTE.
La apicultura en Rocha se caracteriza por “escasa producción, firme demanda y precios tonificados sostenidamente”, todo lo cual fue “motivado fundamentalmente, por una gran condicionante climática: la sequía y sus secuelas”. Pero “nuestros agro ecosistemas, se han recompuesto, favoreciendo una rápida respuesta de las colonias de abejas” y “las colmenas se encuentran con una población suficiente, para afrontar las inclemencias del invierno”.
CONCLUSIONES.
Las conclusiones del informe, son las siguientes:
“En lo económico” se observa “una recuperación de precios y de mejores condiciones de comercialización, pudiéndose atribuir ambos factores tanto, a un bajo nivel en la producción y en los stocks, como a una sostenida demanda”.
“En lo ambiental, un marcado impacto de la pasada sequía, con sus secuelas que, como siempre ocurre, son aún más incidentes que ella, ya que se prolongan en el tiempo”.
Y “en lo social, una sensación de dicotomías antagónicas, generadas por: leves mejoras en los mercados, bajas producciones, restricciones por la pandemia y, recientemente, expectativas por una próxima nueva situación organizacional de la institucionalidad, en el sector de la granja”.