Difícil de entender
Mientras los árabes sueñas con remolcar un iceberg hasta sus costas para poder tomar agua potable, nosotros miramos como la nuestra corre hacia el océano o se va lavando autos.Horacio Jaume – Montevideo – TodoElCampo – De los jardines colgantes de Babilonia, las obras hidráulicas de los romanos, hasta el riego de Israel en el desierto, los uruguayos no nos cansamos de admirar las obras que no son otra cosa que manejar el agua.
Mientras los árabes sueñas con remolcar un iceberg hasta sus costas para poder tomar agua potable, nosotros miramos como la nuestra corre hacia el océano o se va lavando autos.
Frente a esta realidad, la explicación seria que el régimen de lluvias de nuestro país es tan perfecto, que sus 1.400 mm anuales se distribuyen en forma pareja durante todo el año y por tanto no se justifica realizar obras para contener esa agua que vemos pasar.
Pero nuestra realidad es muy diferente, la posibilidad que un año sea igual a otro es cero.
Si bien caen 1.400 mm de promedio por año, esto puede suceder en un día, en una semana o en el transcurso de todo el año.
Un cultivo de verano necesita entre 500 o 800 mm durante su ciclo vegetativo, o sea desde la siembra a la cosecha, y sus necesidades son distintas en cada uno de sus periodos.
Además de todo esto, también estamos expuestos a la sequias. El argumento entonces es que el riego es caro, o sea que es la única variable que puede manejar el país para llevarlo adelante.
Este año, las diferencias en rendimientos entre un maíz regado y otro común, está entre 7.000 a 8.000 kilos por hectárea.
Nuestro país esta maravillosamente regado: lagunas, arroyos, sangradores, ríos. El Ministerio de Trasporte y Obras Publicas tiene registrados unos mil puentes, lo que estaría demostrando a las claras esto que decimos.
El 95% del agua que cae vuelve al océano; en tanto el país ya tiene hecho los estudios sobre dónde irían las represas más importantes.
Como si fuese poco hoy contamos con la energía solar y la eólica ya que el viento en nuestro país es una de nuestras principales características.
En definitiva hay cosas que deberíamos entender: la lana se paga por finura, la carne ovina es uno de los productos mejores pagos del mundo, y tener agua y poderla manejarla es una bendición de Dios.