Universidad de Melbourne (Australia) desarrolla tecnología para matar malas hierbas sin herbicidas
Sus datos muestran que la tecnología no solo mata las malezas en crecimiento, sino que también elimina las semillas latentes y beneficia el suelo, lo que lleva a mayores rendimientos de los cultivos.
Montevideo – TodoElCampo – Un investigador de la Universidad de Melbourne ha inventado un dispositivo que utiliza microondas para controlar las malas hierbas, reduciendo la necesidad de herbicidas.
Graham Brodie de la Universidad de Melbourne ha ideado una forma de matar las malas hierbas sin herbicidas, a través de un sistema de microondas. Brodie es el profesor principal de agricultura y alimentación de ese centro de estudios australiano.
“Al usar microondas para calentar las partículas de agua dentro de una maleza, las vibraciones hacen que las paredes celulares de la planta exploten, matando a la planta”, explicó.
El truco está en traducir ese concepto en un producto que pueda funcionar en el campo para entregar las ondas electromagnéticas en áreas mucho más grandes, y hacerlo sin usar demasiada energía.
Para lograrlo Brodie ha diseñado una antena que puede suministrar energía de microondas de manera efectiva específicamente a las malezas, así como al suelo mismo para pretratar el suelo antes de sembrar los cultivos.
Sus datos muestran que la tecnología no solo mata las malezas en crecimiento, sino que también elimina las semillas latentes y beneficia el suelo, lo que lleva a mayores rendimientos de los cultivos.
"Las microondas literalmente cocinan las semillas, desactivando su germinación", expresó Brodie.
Con la creciente resistencia a los herbicidas, la capacidad de ofrecer nuevas formas de proteger los cultivos y ayudar a los agricultores representa un desarrollo significativo en la tecnología agrícola.
El profesor de la Universidad de Melbourne lleva cinco años probando y mejorando su invento para matar malezas en más de 25 especies diferentes de malezas.
“Las microondas pueden alcanzar hasta cinco centímetros debajo del suelo, por lo que pueden verse afectados algunos materiales orgánicos más grandes. Sin embargo, debido a que las profundidades que pueden penetrar estas microondas son limitadas, el daño general no es alto”, aseguró.
Si bien “las microondas inicialmente reducen las bacterias beneficiosas en el suelo, pero sus números se recuperan rápidamente dentro de un mes de tratamiento del suelo”.
Artículo completo de Claudia Hooper de la Universidad de Melbourne; Melbourne, Australia: AQUÍ.