Biodog: Emprendimiento uruguayo de bolsas ecológicas para heces de perros
Biodog es una solución ecológica para recoger las heces de los perros. Se trata de un pequeño emprendimiento que puede tener un gran impacto positivo en el medio ambiente.
Dos jóvenes de Montevideo comenzaron un proyecto con la intención de reducir el número de bolsas de la ciudad. Fue así que en el mes de mayo largaron al mercado un producto biodegradable para recoger el excremento que dejan los perros cuando salen de paseo.
Se trata de un dispositivo hecho en su totalidad con celulosa. Una bolsa de papel, que tiene en su extremo dos trapecios de cartón que funcionan como palas recogedoras. Este mecanismo permite mayor comodidad y evita la acción directa de palpar las heces.
Por otra parte, el producto a diferencia de las bolsas de nylon biodegradables, tiende a descomponerse de manera natural, ya que están compuestas de celulosa. Si una bolsa biodegradable terminase en los cursos de agua, sería riesgoso y mortal para los animales, ya que pueden pasar años para que éstas se degraden, sin embargo Biodog, no plantea mayor riesgo para ellos, porque en contacto con el agua y movimiento, el producto tiende a deshacerse, descartando la asfixia o peligro por ingestión.
Ventaja frente al plástico
Otro distintivo del producto frente a las bolsas bio o convencionales, es que mientras en éstas el excremento (al quedar sofocado dentro) genera gas metano, principal culpable del cambio climático; en las bolsas Biodog, el papel absorbe la humedad del excremento y con el paso de los días se va secando, transformándose al poco tiempo en polvo, liberando agua y dióxido de carbono en este proceso.
Finalmente los responsables de Biodog, amantes de los animales, no solo se limitaron a crear un producto ecológico sino también solidario, ya que una parte de las ventas será donada a los refugios de animales de nuestro país. Este mes le corresponde al refugio Danos una pata del departamento de Florida. Actualmente se encuentran tocando las puertas de la IMM en búsqueda de algún tipo de apoyo. Les hicieron saber sobre los beneficios medioambientales y sobre que una de las principales excusas para no juntar el excremento de las mascotas, según un estudio, es el de la repulsión de palparlo con la mano. Igualmente, para los más perezosos, se hacen repartos a domicilios.
En los próximos días van a estar sumando bicicletas eléctricas para realizar los repartos, siguiendo con el concepto y replicando lo que hace bien. Estos jóvenes emprendedores esperan que la ola siga creciendo y que la gente se proponga cambiar. Un dato que los ha movilizado, es que el 85% de las personas que consultan por el producto son mujeres. Una vez más muestran que el cruzarse de manos no es una opción.