Empresa de argentina de riego solar invierte US$ 5 millones en Uruguay y muda sus operaciones al país
La firma GVS, fundada en Argentina, creó innovador producto portátil en base a paneles solares y los comenzará a fabricar en Montevideo para exportar.La empresa GVS, creada en Argentina en 2020, desarrolló un innovador sistema portátil de generación de energía para riego y este año decidió mudar sus operaciones y abrir una plataforma de fabricación en Uruguay.
La firma proyecta invertir unos US$ 5 millones durante los próximos cinco años en el país desde donde planea producir sus productos para todo el mundo, explicó Matías Saúl Cortada (CEO), socio de la compañía junto a Bruno Agosta (jefe de Operaciones, COO), Federico de Narváez (jefe financiero, CFO) y Christian Wilkins (jefe de comunicaciones, CCO).
La empresa fabricará en el Polo Logístico de la empresa GrupoRAS, sobre la Ruta 5, y en esta primera etapa prevén hacer cinco equipos GVS para este año. «Uno ya está vendido a la empresa Bayer en EE.UU. que lo enviará a su subsidiaria en México. Los otros cuatro son para diferentes clientes en Uruguay», indicó Cortada. El plan para 2024 es alcanzar las 20 unidades y escalar a 100 a partir de 2025. En estos casos, la producción será básicamente para exportación.
INVERSIÓN
La empresa estima un repago de la inversión en un plazo de entre cinco y seis años para operaciones en Uruguay. Se acorta a cuatro años con un uso más «intensivo».
Por su costo, unos US$ 200.000 por equipo, la empresa apunta a clientes corporativos, principalmente grandes jugadores del sector agrícola, pero también esperan alcanzar a pequeños productores que vean la ventaja de este sistema a largo plazo. Según Cortada, se estima un repago de la inversión en un plazo de entre cinco y seis años para operaciones en Uruguay. En tanto, se acorta a cuatro años con un uso más «intensivo».
Ahorro y mejora
La génesis del proyecto, como sucede muy a menudo entre emprendedores, fue solucionar un problema propio y eso es positivo, aseguró De Narváez.
«Comenzó como idea para solucionar una necesidad propia de riego en 2016, en los campos de Argentina donde dos socios tenían producción pero no estaban conectados a la red eléctrica y todo se hacía con generador diésel, que tiene un costo operativo alto», recordó el empresario. «Pensando una solución, veían que el costo de los paneles solares se venía reduciendo bastante. Ahí surgió otro problema, los campos eran arrendados por lo que el sistema debía ser móvil. En 2018 hablamos con Siemens y comenzamos a trabajar juntos. Probamos un primer prototipo que arrojó resultados muy positivos. El ahorro era de casi cinco veces, además que no requiere grandes mantenimientos y el costo operativo, una vez hecha la inversión, es prácticamente cero», comentó.
Pasar de la idea al negocio fue solo un paso. Primero, el producto apuntaba a reemplazar la fuente energética por una renovable, pero luego decidieron sumarle diversos sensores para hacerlo «inteligente». «Algunos miden la humedad del suelo y si es necesario activan el riego y no depende de una persona que vaya hasta el lugar. Otros miden la presión del agua para detectar fallas como roturas de mangueras o problemas de agua en pozo», precisó Agosta. De esta forma, agregó Cortada, además del ahorro económico en energía, se genera otra ventaja: mantener los cultivos en condiciones de humedad óptimas lo que repercute en un mejor rendimiento. Por ejemplo, en testeos de campo produciendo maíz semilla en 2021, lograron «casi duplicar la producción respecto de lotes testigo por la regularidad del riego solar autónomo», señaló Cortada.
Cada unidad está diseñada para accionar una bomba de 60 y la cantidad de hectáreas alcanzadas dependerá del lugar de donde se toma el agua. Cortada explicó que puede regar entre 150 y 200 hectáreas si es de un río cercano o 60 hectáreas si es de aguas subterráneas (40 a 60 metros de profundidad del pozo). «El equipo logra aportar de fuente solar unos 800 milímetros por año en Uruguay, pero de ser necesario, el sistema puede trabajar en clúster agregando contenedores a la par para alcanzar hasta 400 hp, pensando en otras aplicaciones como el arroz», cerró.
SISTEMA LLAVE EN MANO, SE INSTALA FÁCIL EN TRES HORAS
Un equipo cerrado llave en mano. Así se presenta el producto de GVS, que llega al cliente en un contenedor de «fácil» instalación. «Abre las puertas laterales y se alinea con un sistema de rieles sin tener que preparar el campo. Luego con una camioneta se sacan y despliegan los paneles. Se aseguran al suelo, se enchufan los cables y listo. En dos o tres horas la operación está lista», aseguró Christian Wilkins, socio de la empresa. Para más seguridad, cada cable tiene una llave codificada «por lo que si alguno se coloca mal no hay corriente», remarcó.