TEMA DE ANÁLISIS
Crecimientos dispares en la región
Argentina, Brasil y Uruguay crecen más de lo esperado en el segundo trimestre, mientras el desempeño de Paraguay fue negativo.La semana pasada se terminaron de conocer los datos del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre del año de los países de la región: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Las cifras publicadas muestran un crecimiento dispar, que contrasta con la sincronización que habían tenido las economías durante el año 2020, donde todas las economías sufrieron una caída de actividad causada por la pandemia, y también el 2021, de recuperación económica.
Desempeño de la región en el segundo trimestre
En primer lugar, en Argentina el PIB se expandió 11,1% en el segundo trimestre frente al trimestre anterior, lo que supone un crecimiento interanual de 6,9%. Un crecimiento superior al esperado. El crecimiento fue homogéneo para toda la economía, sucedió en 15 de los 16 sectores que la conforman. El único sector que registró una contracción de actividad fue la Agricultura (-5,2% interanual).
Por su parte, en Brasil el PIB aumentó 1,2% frente al mes anterior, mientras que en comparación al segundo trimestre del año pasado, el PIB creció 3,2%. El dato fue superior a las expectativas y estuvo impulsado principalmente por el crecimiento del sector servicios, que supone el 70% de la economía. Por el lado de la oferta, también creció la industria (2,2%), y la agricultura (0,5%). Mientas que, por el lado de la demanda, el crecimiento provino del consumo de los hogares creció (2,6), y un crecimiento de las inversiones (4,8%). Mientras que el consumo público y la demanda externa contribuyeron negativamente.
Paraguay tuvo un retroceso del -7% en el primer trimestre, lo que supuso un retroceso -3,4% interanual. Del lado de la oferta, el desempeño de los sectores fue dispar. Por un lado, crecieron “Electricidad y Agua” (8,8%), “Ganadería forestal, pesca y minería” (2,0%) y “Servicios” (0,1%). Por otro lado, presentaron caídas la “Agricultura” (-35,0%), “Manufacturas” (-3,4%) y “Construcción” (-6,9%). Desde la demanda, hubo un peor desempeño en términos interanuales del consumo público (-7,4%), la inversión (-5,6%) y las exportaciones (-4,4%).
En Uruguay, el PIB creció 1,1% en el segundo trimestre respecto al anterior, y 7,7, respecto a la comparación interanual. Desde el enfoque de la producción se registró un aumento trimestral interanual en el volumen físico de todos los sectores, reconociéndose al sector “Agropecuario, Pesca y Minería” como el que registro un mayor incremento (17,2%). Por otro lado, desde el enfoque de la demanda se registró un incremento de la demanda interna y externa. Destacándose el aumento de las exportaciones (16,3%), explicado por un aumento del volumen exportado de soja, seguido de la celulosa, carne bovina y vehículos automotores.
Además de comprender el desempeño que tuvieron las economías en el segundo trimestre, es relevante entender donde se encuentran las economías de la región hoy en relación con su evolución histórica y que se podría esperar para el fin de este año.
Desempeño de la región desde el Covid-19
De comparar los niveles en los que se encuentra hoy la región frente a los niveles previos a la pandemia, o sea el último trimestre del 2019, se observa que la región ha logrado recuperar sus niveles pre-pandemia. Uruguay, es el país que presenta mayores incrementos acumulados de aproximadamente 7,4% por encima del 2019. Seguido por Argentina con 5,6% y luego Brasil con 3,0%. Mientras que Paraguay aún no ha logrado alcanzar los niveles previos a la pandemia (el Indicado Mensual de Actividad Económica indica que se encuentra -3,4% por debajo).
Evolución respecto a las últimas dos décadas
Es de relevancia también analizar el dato del segundo trimestre con respecto a la evolución de la actividad económica de las últimas décadas. En este sentido, también se observan diferencias entre los países de la región.
En el caso de Argentina, la economía no ha mostrado crecimientos desde 2011. Específicamente el crecimiento acumulado que tuvo desde 2011 a la fecha fue del 1,5%. Con lo cual, el aparente gran desempeño que tuvo en el segundo trimestre del año, y recuperación de los niveles previos al COVID, se relativiza al analizar su desempeño histórico. Los niveles del 2019, previos a la pandemia, eran bajos en relación con el promedio histórico de la economía.
De manera similar, la economía brasileña se encuentra hoy en los mismos niveles en los que se encontraba en el 2013, previos a la gran recesión que tuvo en 2014 y 2016. En concreto, de 2013 a la fecha ha acumulado un crecimiento del 0,6%.
Por su parte, la economía uruguaya, durante 2014 y 2019 tuvo una desaceleración importante de su ritmo de crecimiento. Los niveles del segundo trimestre se ubican por encima de los picos de actividad que tuvo Uruguay durante este periodo (primer trimestre del 2018 y primeros dos trimestres del 2019). En concreto, Uruguay acumula a la fecha 2,9% de crecimiento desde su nivel más alto histórico.
Finalmente, en el caso de Paraguay, si bien a la economía aun le cuesta recuperar los niveles previos a la pandemia, los niveles de actividad económica del 2019, relativos a las últimas dos décadas eran extraordinariamente altos.
Proyecciones para el 2022
Las proyecciones de crecimiento para 2022 también son dispares entre economías del Cono Sur.
Siguiendo a las expectativas de los analistas, recolectadas por la encuesta que realiza cada uno de los respectivos Bancos Centrales, se espera para Argentina un crecimiento del 3,6% para 2022 y 1% para 2023, para Brasil un crecimiento del 2,4% para 2022 y del 0,5% para 2023, para Paraguay del 0,1% para 2022 y 4,0% para 2023, y para Uruguay del 4,7% y 3,0%.
Estas proyecciones han sido corregidas a lo largo del año. Sin embargo, pese al escenario de incertidumbre internacional, caracterizado por persistencia de inflación, aumento de tasas, desaceleración de las economías desarrolladas e incertidumbre de los precios de los commodities; han sido sistemáticamente corregidas al alza para Argentina, Uruguay y para Brasil (en los últimos meses). Mientras que, en sentido contrario, las perspectivas de crecimiento para Paraguay para el 2022 ha sido revisada a la baja, debido al severo impacto de la sequía en su economía.
(*) Sofía Harguindeguy. Gerente del Área de Consultoría Económica de Grant Thornton Uruguay y Paraguay