Argentina aplastó el sueño reeleccionista de Macri y la izquierda uruguaya festejó
Los comicios fueron seguidos de cerca en el país, dada la importancia que tenía para la región la posibilidad de un nuevo triunfo progresista.
Alberto Fernández quedó a un paso de convertirse en el nuevo presidente de los argentinos al triunfar por amplio margen en las elecciones primarias que se celebraron ayer.
Si bien se demoró en dar a conocer los cómputos oficiales, el propio presidente Mauricio Macri salió públicamente a reconocer la derrota y admitir que el gobierno había hecho «una muy mala elección». Los primeros cómputos daban más de 10 puntos a la dupla Alberto Fernández-Cristina Fernández, con lo cual la posibilidad de reducir ventaja en octubre se vuelve casi una misión imposible para el macrismo.
Los comicios fueron seguidos de cerca desde Uruguay, dada la importancia que tenía para la región la posibilidad de un nuevo triunfo progresista. Especialmente, luego de que la oposición uruguaya marcara sus cercanías, en distintos momentos de su gobierno, con el presidente argentino.
Las redes sociales explotaron una vez conocido el resultado, y recordaron distintas frases y comentarios de dirigentes de la oposición sobre el gobierno de Mauricio Macri. Uno de los más apuntados fue el colorado Ernesto Talvi, quien en oportunidad de visitar la casa Rosada había declarado que el gobierno argentino tenía un equipo económico «formidable».
Acto multitudinario
En un acto multitudinario frente al Monumento a la Bandera, en Rosario, los candidatos Alberto Fernández y prometieron revertir las políticas que implementó el macrismo y poner fin a los padecimientos de la gente.
«Quiero que la gente vuelva a ser feliz, a tener trabajo, que los pibes vayan al colegio a estudiar y no a comer, que los jubilados se vayan con la receta completa de la farmacia, que los científicos, los investigadores, puedan investigar y agregar valor», declaró la expresidenta Cristina Fernández.
«Quiero que los argentinos vuelvan a ser felices. Necesitamos unir los esfuerzos de todos y de todas para poder dejar atrás esto tan feo que estamos viviendo como ciudadanos», sostuvo y confesó que «intuyó» las políticas que implementó el macrismo, aunque, dijo, «nunca» imaginó que «iba a ver las cosas que hoy estamos viendo y viviendo». «Nunca pensé volver a ver familias enteras viviendo en las calles», agregó.
La candidata a la vicepresidencia se mostró muy emocionada y recordó la forma en que el macrismo ganó las elecciones en 2014. «Uno va a poder advertir claramente cómo fueron de a poco dividiéndonos y enfrentándonos para finalmente llegar al Gobierno para hacer esto que realmente nadie esperaba en esta profundidad de maltrato», siguió. «El punto final para mí fue cuando, otra vez, decidieron endeudarnos con el FMI a todos los argentinos», indicó.
Y echó mano de una imagen muy dura: «ningún dirigente político se queda sin trabajo o come una vez al día». Por eso, «tenemos la responsabilidad de ponerle fin a esta situación».
El momento más emotivo del acto fue cuando la ex presidenta respondió las muestras de afecto del público: «Si todavía estoy parada es por el amor de ustedes. Es recíproco, es inclaudicable, es insobornable», dijo. El cierre de Cristina fue en verdad un pedido: «Los argentinos de a pie necesitan imperiosamente que a partir del 10 de diciembre haya otro gobierno. Alberto Fernández va a desarrollar una tarea espléndida como lo hizo cuando acompañó a Néstor», al presentar al candidato.