Uruguay ratifica la construcción de una segunda pastera
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, ratificó ayer que el cuestionado proyecto para instalar una nueva planta de celulosa de la finlandesa UPM (ex Botnia) se va a concretar de cualquier forma, así como la construcción de la mayor vía de tren del país para apuntalarlo.
Esto podría generar una nueva controversia con Argentina, después del conflicto que mantuvieron estos países entre 2005 y 2010 por la instalación de dos papeleras en Fray Bentos, al lado del Río Uruguay (que podría ser contaminado) y frente a Gualeguaychú, Entre Ríos.
"Todas las tratativas (con la empresa finlandesa) están muy bien encaminadas en tiempo y forma" y se está en la etapa final para iniciar el mayor proyecto de inversión privada en la historia de Uruguay -de unos u$s 5000 millones a nivel global-, dijo a periodistas en Durazno, en el centro del país.
"Desde mi punto de vista, se va a hacer" sostuvo Vázquez sobre esta planta a instalarse sobre el Río Negro (centro), la segunda de esta empresa y la tercera de gran porte.
Pese a que el proyecto se instalaría lejos de la frontera con Argentina, el Río Negro desemboca en el Uruguay, unos kilómetros al sur de Gualeguaychú, lo que podría generar la resistencia de grupos ambientalistas, como hace una década.
Rechazando los cuestionamientos y denuncias de impacto ambiental, Vázquez defendió firmemente el proyecto al acercarse a un hombre que integraba un grupo que se manifestaba fuera en contra de los daños y que le increpó por defenderla. "UPM sí se va a instalar en la zona", le dijo.
El mandatario destacó que el proyecto UPM 2 va a generar "muchas fuente de trabajo para los uruguayos, ingresos de divisas y todo lo colateral para el país, sobre todo en la infraestructura".
El ministro de Economía, Danilo Astori, destacó que la planta "va a convertir a Uruguay en el quinto productor y exportador mundial de celulosa y generará miles de puestos de trabajo".