La papelera Celulosa Argentina reestructura su deuda y convoca a acreedores
Una de las compañías más importantes del sector foresto industrial analiza alternativas para resolver su situación financiera. Tiene pasivos por USD 140 millones.La empresa Celulosa Argentina, una de las principales productoras de papel en el país, comunicó que reestructurará su deuda en medio de un contexto financiero interno y macroeconómico complejo y evalúa la incorporación de nuevos socios. La deuda total asciende a USD 140 millones, informaron fuentes cercanas a la firma.
En una nota dirigida a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BYMA), la compañía del Grupo Tapebicuá, fundada por los socios Douglas Albrecht, Juan Collado y José Urtubey, informaron que “en el marco de una situación desafiante, caracterizada por un complejo contexto macroeconómico, sumado a factores externos de la industria que afectan su desempeño operativo y financiero, ha resuelto contratar los servicios de VALO Columbus, un asesor financiero especializado en banca de inversión con el objetivo de analizar alternativas estratégicas orientadas a reestructurar su perfil de endeudamiento, mejorar su posición de liquidez y evaluar la potencial incorporación de nuevos socios”.
“A tal fin, ha invitado a los acreedores financieros de la Sociedad a una reunión en VALO Columbus el día martes 8 de abril”, señalaron
Según pudo saber Infobae a través de fuentes conocedoras del tema, la situación se tornó más difícil con la afectación de la deuda de corto plazo a raíz de la presentación a concurso preventivo de acreedores por parte de Los Grobo Agropecuaria y Surcos.
En cuanto a la demanda, se conoce que estuvo baja todo el año, puntualmente desde mayo del año pasado, como resultado de la recesión. “Al final del día, cuando la política es solamente monetaria, eso lleva a una victoria muy parcial de la economía”, dijeron las fuentes.
Respecto a la exportación, la apreciación del peso, consecuencia del actual esquema cambiario, de un crawling peg al 1% mensual, por debajo de la inflación; llevó a la pérdida de competitividad. Es un reclamo que vienen haciendo prácticamente todos los sectores, desde el agro a la industria.
De todos modos, se espera que la compañía logre incorporar con éxito nuevos socios y no un cierre.
En dicho contexto financiero, la calificadora de riesgo Moody’s bajó las calificaciones de emisor de largo plazo tanto en moneda local como extranjera de Celulosa, reflejando “la ajustada posición de liquidez y la mayor probabilidad de incumplimiento de los vencimientos de los próximos tres meses, como consecuencia del fuerte deterioro de las operaciones de la compañía”.
“La caída en las ventas del período junio-febrero producto de la disminución en la demanda y el exceso de stock en la cadena de consumo en un contexto macroeconómico local deprimido, sumado a la apreciación del tipo de cambio real y al alargamiento en los plazos de cobranzas de la compañía, deterioraron el perfil de liquidez de Celulosa y su capacidad para afrontar los vencimientos de corto plazo”, precisa el informe.
Además, apuntó que en el segundo trimestre de 2025 la compañía enfrenta amortizaciones de capital y pago de intereses de sus Obligaciones Negociables (ON) cercanos a los 10 millones de dólares. “Si bien las Obligaciones Negociables (ON) Clase 19, denominadas en pesos, se encuentran concentradas en inversores institucionales, el riesgo de refinanciación aumenta para las ON Clase 13 y adicionales y Clase 18 (hard dollar) y Clase 17 y adicionales (dollar linked), que se encuentran atomizadas, principalmente en manos de inversores minoristas”, detallaron.
En tanto, en el primer trimestre de 2025 Celulosa pagó amortizaciones de capital y pago de intereses por alrededor de 7 millones de dólares y para hacer frente a estos vencimientos la compañía obtuvo un préstamo bancario con una entidad uruguaya por 3 millones y un préstamo de su accionista controlante, Tapebicua Investment Company, por 4 millones de dólares.
“Los márgenes de rentabilidad y la generación de flujo de fondos de la compañía se encuentran expuestos a volatilidad debido a su exposición a la actividad económica en Argentina y a variaciones en el precio de los commodities. En un contexto de mercado local deprimido, las ventas y la generación de EBITDA continúan fuertemente afectados como consecuencia de la disminución en la demanda”, explica Moody’s.
Asimismo, la calificadora FIX SCR también había bajado la nota debido al “deterioro en la capacidad de generación de flujos, la caída en los márgenes y bajos niveles de liquidez que continúan sin recuperarse, así como el deterioro en la flexibilidad financiera y la elevada vulnerabilidad de la compañía a factores externos”.
“La caída de la demanda en el mercado local, incluyendo la parada programada de planta en noviembre, impactó los volúmenes vendidos de papel y pulpa en 19% y de madera en 32%. Los menores volúmenes y retroceso de los precios en el mercado local ubicaron las ventas en torno a USD 123 millones en el semestre finalizado en noviembre 2024, por debajo de los USD 227 millones del mismo período de 2023. FIX considera que la debilidad en la producción de papel y productos de papel continúa a inicios de 2025 y espera que la recuperación de la demanda local será gradual. Aunque la compañía ha incrementado sus exportaciones, los costos de la logística y los precios internacionales reducen significativamente la rentabilidad de las ventas al exterior”, sostuvo el informe.
Precisaron que Celulosa muestra una estructura de capital con un patrimonio de 40% y un nivel de deuda de 60% a noviembre 2024. La deuda consolidada de la compañía se ubicó en torno a USD 140 millones a noviembre 2024, con el 56% con vencimiento en el corto plazo.
“El mayor nivel de apalancamiento es atribuido a factores estacionales, así como por la caída de las ventas que presiona el EBITDA y la capacidad de generación de flujos de la compañía. La deuda está compuesta 35% por Obligaciones Negociables, 24% por préstamos del Rabobank, 9% con compañías relacionadas y el restante 32% corresponde a instituciones financieras, que incluyen los pagarés bursátiles y cheques propios”, finalizaron.