orsi reunion¿Qué planteó el gobierno de Orsi en su primera comparecencia ante 189 países del mundo en el FMI?

La delegación uruguaya, liderada por el ministro de Economía y Finanzas Gabriel Oddone y el presidente del Banco Central Guillermo Tolosa, habló de la situación económica, de inflación, fiscal y remarcó una postura sobre el dólar.Esta semana se celebran las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en Washington DC (Estados Unidos).

Al igual que todos los países miembros, el gobierno de Yamandú Orsi hizo una presentación. La misma fue ante los restantes 189 países del Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI y se hizo a través de un integrante del gobierno de Javier Milei de Argentina.

El encargado de hacer la presentación ante el comité del FMI fue el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, ya que ese país tiene la titularidad de la “silla” en el comité (que comparten Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay). La declaración fue preparada por la delegación uruguaya (algo habitual en estas reuniones), que está encabezada por el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone y el presidente del Banco Central (BCU), Guillermo Tolosa.

La declaración señaló que “tras un crecimiento del 0,7% en 2023, lastrado por los efectos de una grave sequía, la actividad económica uruguaya repuntó hasta el 3,1% en 2024. Esta recuperación se vio impulsada por varios factores: la revitalización del sector agrícola tras la sequía, el aumento de la producción de celulosa gracias a la apertura de la UPM 2 y una mayor generación hidroeléctrica. El aumento de las exportaciones y del consumo, atribuible a la reducción del diferencial cambiario con Argentina, también contribuyó positivamente”.

Oddone y equipo —a través del discurso que leyó Caputo— expresaron que “de cara a 2025, el reto de Uruguay será mantener el crecimiento sin los factores coyunturales que impulsaron la economía en 2024. Esto último requerirá fortalecer los motores internos del crecimiento, mejorar la productividad y consolidar un entorno macroeconómico estable y predecible que promueva la inversión, la innovación y el empleo de calidad”.

De todas maneras, no adelantaron proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

En cuanto a los indicadores del mercado laboral, el gobierno de Orsi señaló ante el FMI que “tanto las tasas de empleo como de actividad aumentaron en 2024, lo que se tradujo en la creación de 34.000 empleos netos, de los cuales el 60% se creó en el sector formal. Esto se produjo en medio de un aumento sostenido de la tasa de actividad, que alcanzó el 64,6%, un aumento de 0,8 puntos porcentuales con respecto a diciembre de 2023 y el nivel más alto desde marzo de 2016”.

“Mientras tanto, los salarios nominales acumularon un crecimiento del 6,39% en los 12 meses que finalizaron en diciembre de 2024”, añadió.

La situación de la inflación y la definición sobre el dólar
Respecto a la política monetaria, la delegación uruguaya explicó que “la inflación cerró en el 5,49% en 2024, en comparación con el 5,11% de 2023. Las expectativas de inflación repuntaron desde mínimos históricos recientes, superando el límite superior del rango meta”.

Recordó que en los 12 meses a marzo, “la inflación general se situó en el 5,7%, y los últimos 22 meses consecutivos se han mantenido dentro del rango meta, la racha más larga desde la implementación del régimen de metas de inflación”.

“Mientras tanto, la inflación subyacente (que excluye precios volátiles como frutas y verduras) aumentó al 5,9%, debido principalmente al aumento de los precios de los bienes transables”, añadió.

A su vez, remarcó que “en cuanto al tipo de cambio, el BCU mantiene su compromiso con su régimen de flotación libre”.

Política y regla fiscal
A través de Caputo, el equipo liderado por Oddone mencionó que “en 2024, el déficit fiscal del gobierno central se situó en el 3,2 % del PIB. Excluyendo los efectos del Fideicomiso de la Seguridad Social (“cincuentones”, 0,1% del PIB), el déficit fiscal ajustado equivalió al 3,3% del PIB”

“La deuda bruta del gobierno central ascendió al 57,2% del PIB en diciembre de 2024, mientras que la deuda neta alcanzó el 53,3% del PIB, lo que representa una disminución de 1,32 y 1,48 puntos porcentuales, respectivamente, con respecto a diciembre de 2023”, añadió.

La administración Orsi dio un elogio y esbozó una crítica a la de Luis Lacalle Pou. Por un lado, indicó ante el FMI que “por primera vez en este período, dos de los tres pilares (de la regla fiscal) no se alcanzaron. El déficit fiscal estructural se situó en el 3,7% del PIB, frente a una meta del 2,9%, y la variación real del gasto primario fue del 4,7%, frente a una meta del 2,8% anual”.

“Tras cuatro años consecutivos de cumplimiento de los tres pilares fiscales (saldo fiscal estructural, gasto primario y endeudamiento neto), 2024 marcó una desviación significativa de esta tendencia”, cuestionó.

“En cuanto al tope legal del endeudamiento neto anual del gobierno, el tercer pilar de la regla fiscal, el gobierno informó a la Asamblea General del Parlamento su decisión de invocar la cláusula de salvaguardia legal, que permitió aumentar dicho límite hasta un 30% (hasta un tope revisado de US$ 2.990 millones). El endeudamiento neto alcanzó los US$ 2.644 millones, utilizando el 50% de la asignación prevista en la cláusula de salvaguardia", expresó.

Sistema financiero sólido
Otro de los aspectos destacados por el equipo económico de Orsi, fue que "el sector bancario se mantiene sólido, bien capitalizado y con alta liquidez. En diciembre de 2024, la rentabilidad del sistema bancario se situó en el 3,1%, medida sobre activos, y en el 27% sobre patrimonio, en comparación con el 2,5% y el 22,6% en 2023, respectivamente".

"Esta mejora se debió al aumento de los diferenciales bancarios y a la apreciación del dólar frente al peso uruguayo al cierre del año. En un sector caracterizado por posiciones largas en moneda extranjera, esta apreciación generó resultados positivos en la valoración", explicó.

"El posible efecto a mediano plazo de los costos de financiamiento sobre la capacidad de pago de los deudores no se ha materializado en las tasas de morosidad bancaria, que se redujeron del 2,1% al 1,7% (de los créditos) en 2024, acercándose a mínimos históricos (1,5%)", añadió.

Por otro lado, el discurso que leyó Caputo hizo hincapié en que "la solvencia de la banca uruguaya, medida por la relación capital-riesgo, se mantiene amplia (con un promedio de 1,92 veces el mínimo regulatorio). Las pruebas de estrés realizadas por la Superintendencia de Servicios Financieros (del BCU) demuestran que el sistema bancario, en promedio, resistiría un escenario de crisis severa manteniendo sólidos niveles de capital. Además, la liquidez del sistema se mantiene muy elevada".

"Dos fortalezas institucionales" en escenario de incertidumbre global
La delegación uruguaya en Washington resaltó que "en el volátil panorama global actual, Uruguay destaca por dos fortalezas institucionales que reducen significativamente su perfil de riesgo. El país mantiene sólidas credenciales democráticas, ubicándose en el puesto 15 a nivel mundial entre 167 países y asegurándose un lugar entre solo 25 democracias plenas a nivel mundial, según el Índice de Democracia de The Economist".

"Esta base democrática se complementa con la posición de Uruguay a la vanguardia de las políticas respetuosas con el ambiente. Sigue siendo un país centrado en la sostenibilidad, ubicándose entre los mejores en los fundamentos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) de los mercados emergentes", agregó.

"Estos dos pilares de fortaleza institucional contribuyen a que Uruguay mantenga el diferencial de riesgo país más bajo de América Latina en un entorno global cada vez más impredecible", concluyó.

Diario EL PAIS -Montevieo - URUGUAY - 24 Abril 2025