planta hifProyecto de HIF Global obtuvo autorización de localización del Ministerio de Ambiente

La Dirección Nacional de Control y Evaluación Ambiental (Dinacea) del Ministerio de Ambiente (MA) otorgó la Viabilidad Ambiental de Localización (VAL) al proyecto de HIF Global que busca construir una planta de producción de hidrógeno verde y combustibles sintéticos en Paysandú en una resolución firmada por el director, Alejandro Nario, con fecha 21 de noviembre.

El proyecto supone una inversión global del orden de los 6.000 millones de dólares, considerando la construcción de plantas adicionales que proveerán la energía de fuentes renovables que alimentará la fábrica. La resolución establece que al proyecto le cabe la clasificación como Categoría C, prevista para “proyectos de actividades, construcciones u obras, cuya ejecución pueda producir impactos ambientales negativos significativos, se encuentren o no previstas medidas de prevención y mitigación”, por lo que el proceso de habilitación final comprenderá la realización de una audiencia pública. Previamente la empresa deberá solicitar autorización ambiental, instancia en la que deberá aportar nuevos estudios de impacto ambiental que demuestren su sostenibilidad, analizando “en forma completa la relación entre el proyecto y el medio ambiente”.

Además de la resolución, el Ministerio de Ambiente publicó también el informe que le acompaña, que recoge tanto características del proyecto como del proceso de habilitación que se ha llevado adelante, por lo que se mencionan los cuestionamientos planteados en las instancias de participación pública, así como las respuestas que se dieron a las mismas y las recomendaciones que se efectuaron.

OBJECIONES
Del análisis de los comentarios recibidos en la instancia de Puesta de Manifiesto --de particulares y varias de organizaciones sociales, fundamentalmente de la ciudad de Colón, Paysandú y otras de nuestro país--, la Dinacea hizo una agrupación en tres ejes: Aspectos e impactos ambientales, gestión de riesgos y medidas de seguridad; Localización y falta de información técnica, y Efectos socioeconómicos y participación ciudadana.

En el primero de estos ejes se incluyen aspectos tales como la proximidad respecto al área protegida Islas del Queguay. Del mismo modo hubo planteos respecto a las emisiones “atmosféricas y térmicas provenientes de chimeneas, antorchas y calderas”, así como a las emisiones sonoras de la planta. Del segundo de los ejes, entre otras inquietudes, se plantearon “la falta de detalle técnico respecto al almacenamiento y transporte de combustibles y otros productos químicos, solicitándose que el layout del proyecto represente con mayor precisión las áreas de almacenamiento, maniobras y drenaje”, así como se señaló la necesidad de contar con estudios hidráulicos del subsuelo. El tercero de los ejes fue el que más comentarios motivó y en general estos refieren “a los impactos sobre la calidad de vida, el turismo y la economía local, especialmente en las localidades de Colón (Argentina) y Paysandú”. También menciona que se expresaron dudas “respecto a los beneficios económicos y sociales del proyecto, destacándose la falta de información sobre el canon por uso del agua, las regalías, la contratación de mano de obra local y los efectos sobre suelos productivos que podrían perder su potencial agrícola al ser impermeabilizados”.

RECOMENDACIONES
En el octavo punto del informe se indica que del análisis y la documentación presentada se entiende que “el proyecto cuenta con elementos que permiten considerar razonable la implantación propuesta, sin perjuicio de los resultados de los estudios ambientales que deberán presentarse en el marco de una futura solicitud de AAP (autorización ambiental previa)”.
Agrega que ajustes introducidos a partir de las observaciones efectuadas durante el proceso de recategorización del suelo fueron determinantes para su aprobación: “principalmente la reducción del área de afectación de bosque nativo, delimitación de servidumbre ecológica e integración de criterios de ordenamiento y conservación”. La construcción de una toma de agua y un muelle temporal en el Área Protegida “Islas del Queguay”, entiende Dinabise que “podrían encuadrar en las excepciones previstas por el art. 3º del Decreto 170/025”, de todos modos esto requerirá “ampliar la información técnica y será evaluada en el marco de la solicitud de AAP”, por lo que no determina la inviabilidad ambiental de la localización.
En cuanto al análisis de distancias de asociadas a los potenciales incidentes ambientales, se indica que “las distancias a las zonas pobladas y receptores sensibles serían suficientes, por lo que este factor no invalida la declaración de VAL”, igualmente será objeto de análisis tras la solicitud de AAP. Acerca de la disponibilidad hídrica el informe señala que “no se identifican restricciones que comprometan la afectación del recurso, para el abastecimiento de la planta”.

ALTA COMPLEJIDAD
Se agrega en estas recomendaciones que “dado el porte, naturaleza y características del proyecto, se entiende que resulta imprescindible incorporar la actuación de otras Direcciones del Ministerio de Ambiente y unidades del Estado, de forma de alcanzar una visión integradora que permita el adecuado análisis de sus impactos ambientales”, en función de lo cual sugiere “que el proyecto sea considerado como Emprendimiento de Alta Complejidad. Esto quiere decir que la solicitud de Autorización Ambiental Previa deberá ser analizada de acuerdo al procedimiento específico para estos casos.

DATOS
El proyecto de la empresa HIF comprende la producción de combustibles sintéticos, con una capacidad nominal de 876.000 t/año de e-Metanol y 313.390 t/año de e-Gasolina, contemplando además la generación de 44.050 t/año de e-GL (gas licuado), 6.507 t/año de aceite pesado y, eventualmente, e-Jet Fuel (este último sujeto a un análisis futuro). Se emplearán unos 170.540 t/año de hidrógeno verde, generado en la propia planta a partir de un proceso de hidrólisis alcalina de 2.076 m3/h de agua (1.557 m3/h extraída del río Uruguay y 519 m3/h de agua recirculada). Se requiere en el proceso de 1.220.550 t/año (nominal) de dióxido de carbono (CO2) el que procederá de la captura del CO2 emitido por ALUR (50.000 t/año) y los restantes 920.000 t/año de la combustión de desechos de predios forestales y aserraderos en un radio de 300 km. El e-Metanol y la e-Gasolina producidos serán transportados mediante ductos desde la planta de HIF hasta la planta de ALUR Paysandú, donde se almacenarán en tanques para su posterior traslado, ya sea por tren o por barcazas, hacia un puerto internacional desde el cual serán exportados a sus destinos finales.

EL TELEGRAFO -Paysandu - URUGUAY - 26 Noviembre 2025