Presidente del BCUPresidente del BCU dijo que debe "caer la ficha" de "nueva realidad" de precios y dólar, y parafraseó a Kesman

Guillermo Tolosa dijo que la inflación podría llegar a 4,5% antes de 12 meses, que se inició una “nueva realidad macroeconómica” y que hay que activar otros paradigmas para conectarnos con el país que queremos.El presidente del Banco Central (BCU), Guillermo Tolosa, prácticamente le dijo a los empresarios que confiaran más en la institucionalidad, para que el país realmente alcance una mejor posición.

Se refirió a que Uruguay tiene una inflación controlada desde hace ya dos años, y los empresarios, si bien han ajustado sus expectativas a la baja, aún las mantienen altas, lo que afecta la formación de precios y las negociaciones salariales, entre otros números. “Es hora de que caiga la ficha de esta nueva realidad”, afirmó Tolosa en referencia al objetivo de que la inflación esté en el 4,5% anual.

El discurso de Tolosa —en el Almuerzo de la Asociación de Administradores de Marketing (ADM) en el hotel Radisson ayer—, transmitió que ese objetivo de inflación de 4,5%, se ha convertido en política de Estado.

Sus manifestaciones incluyeron toques de humor, algunos de tono muy locales, que caracterizan a este economista egresado de la Universidad de California, Los Ángeles, y quien ocupó representaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en varios países, entre otros cargos fuera de fronteras.

En determinado momento de su discurso dijo que, cuando se le consulta a ChatGPT, ésta sí cree que la inflación se mantendrá dentro del rango de tolerancia en los próximos años; una creencia mayor que la que tienen muchos empresarios. Este comentario, que despertó sonrisas en el público, se explica por la “distorsión cognitiva” —dijo— que existe entre los datos de la realidad y las creencias.

Esa misma distorsión incide, por ejemplo, en que los uruguayos continúen prefiriendo ahorrar en dólares, a pesar de que la divisa se esté debilitando y el peso uruguayo fortaleciendo últimamente. Luego del evento, Tolosa comentó a un grupo de periodistas que el BCU lanzará un programa para estimular el ahorro en pesos, a partir de septiembre.

En esa línea de las “distorsiones” entre los buenos números que registra el país en términos de inflación y las decisiones no acordes a ello que se toman por no creer en esa nueva realidad, Tolosa habló de las barreras mentales que actúan en contra.

Mencionó a “tres pensadores con K” que explican esas barreras (“no son pensadores K”, aclaró en alusión al Kirchnerismo, sin mencionarlo) como Thomas Kuhn, Daniel Kahneman y Alberto Kesman. Los dos primeros, estudiosos del comportamiento humano y la resistencia a los cambios. Y el tercero, el relator de fútbol quien alerta cuando un partido cambia su curso pero “la ficha” (el darse cuenta) cae tarde.

El “hay que avisarle, Yanuzzi” que solía decir Kesman, citado por Tolosa, causó nuevamente gracia en la audiencia.

“Hay países, aunque no me crean, donde los exportadores le tienen cariño al banco central”, ironizó en determinado momento, al tratar de fundamentar que ese sector puede tener buenas ganancias aun con un dólar relativamente bajo como ocurre actualmente.

El presidente del BCU considera que en Uruguay estamos “atrapados en patrones mentales que nos desconectan del país que queremos”.

“Nos cuesta incorporar la buena noticia de que somos un país más sólido que en el pasado, con una moneda también sólida, con una inflación controlada. Y nos está costando caro no darnos cuenta de eso”, advirtió.

“Nos tenemos que creer el país al que queremos convertirnos”, insistió al hablar una vez más del desfasaje de las expectativas y los datos de inflación. Pero Tolosa también mostró empatía: “entender el refinamiento del régimen monetario lleva tiempo, por eso importa que seamos —en el BCU— más comunicativos y transparentes”, así como mostrar “más consistencias en las políticas”.

Asimismo, Tolosa comentó que el BCU está trabajando de cerca con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para coordinarse sobre los datos que los actores sociales van a tener en cuenta en las próximas negociaciones salariales. “Que las pautas salariales tengan proyecciones de inflación informadas y ancladas en el BCU”, precisó.

Finalmente, dio un mensaje esperanzador al señalar experiencias en otros países en los que se pensaba —tal como en Uruguay hoy— que la gente no iba a dejar de ahorrar en dólares pero lo hizo para refugiarse en su moneda local; que los actores sociales no tenían suficiente confianza en la institucionalidad de sus bancos centrales pero ahora la tienen; y que tampoco creían que la inflación se mantendría estable pero terminaron ajustando sus expectativas a ello.

“Es decisión de todos salir del piloto automático para alcanzar y disfrutar el nuevo paradigma”, afirmó parafraseando parcialmente la teoría de Kuhn, que plantea que las personas suelen seguir paradigmas establecidos sin cuestionar sus fundamentos básicos.

El paradigma ahora es, entonces, que Uruguay entró en una “nueva realidad macroeconómica, con un régimen monetario moderno y un banco central en control de una inflación baja y estable”, enumeró.

Una prueba de ésto, según fundamentó, es que en el último episodio de sacudida financiera de este año (la subida de aranceles por parte de la administración de Donald Trump), el impacto en la economía uruguaya fue bajo.

Puntos fuertes y débiles que encarará el Banco Central
Tolosa dividió su presentación llamada “Activar un nuevo paradigma”, en tres partes a las que subtituló: “Nueva realidad”, “El paradigma que quiere emerger” y “Activación del paradigma” propiamente dicho, saliéndose del típico discurso bancocentralista.

Destacó que en su gestión se estableció un cambio “de rango meta” de 3%-6% a “rango de tolerancia” (de 1,5 puntos porcentuales para arriba y para abajo) con la meta en 4,5%. Agregó que “se puede alcanzar el 4,5% antes de 12 meses”, aunque esto queda “susceptible a shocks”.

También dijo que se está en un nuevo ciclo contractivo y que las expectativas de inflación cayeron a un mínimo histórico (estaban estancadas), pero que aún queda recorrido por delante para llegar a las “grandes ligas”.

“En 1999 parecía que se alcanzaba la estabilidad de precios y eso se escapó, pero ahora es distinto, estamos más cerca de lograrlo”, marcó. Apuntó que en el pasado se había logrado estabilidad macroeconómica con encarecimiento en el país, o a costa de determinados sectores (léase, el sector exportador que sufrió un dólar planchado, o los sectores sociales más vulnerables), pero que hay otras formas de lograrlo. “Con la suba del dólar, la inflación se ha mantenido. Esto no tiene precedentes en el país. Solo pasa en los sistemas económicos más sólidos del mundo”, afirmó.

“Tuvimos 80 años para bajar la inflación y ahora estamos en el momento para terminar con la raíz de ese flagelo”, lanzó. Dijo además que el país estaba “saneado” y con reservas que llegan al 21,6% del Producto Interno Bruto, que le dan respaldo al régimen monetario.

Tolosa hizo énfasis en que Uruguay debe mejorar el acceso al crédito y sobre todo al crédito hipotecario. Reconoció que las tasas de crédito en moneda nacional para empresas son mucho más altas que en otros países.

Asimismo observó que Uruguay por endeudarse paga tasas más altas que la de países con regímenes monetarios maduros (como Chile) y que, de corregirse, los recursos podrían volcarse a más planes para los sectores más vulnerables de la población.

"El dólar no es la moneda de refugio que solía ser"
El presidente del BCU, Guillermo Tolosa, manifestó que la economía internacional ha cambiado mucho con la política de la segunda administración de Trump y que el dólar no es la moneda de refugio que solía ser.

“Estamos en una nueva forma de leer la realidad del dólar, con sus presiones bajistas que generan incertidumbre”, dijo.

En esa línea, afirmó que los mercados internacionales esperan que caigan las tasas de interés próximamente y, por lo tanto, también bajaría el incentivo a ahorrar en dólares.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 11 Junio 2025