El presidente Orsi defendió un Mercosur en tónica aperturista.
En línea con su antecesor, pero en forma menos directa, el presidente de Uruguay planteó un Mercosur moderno y flexible. Ahora, el discurso debe llevarse a hechos y acciones concretas. La cumbre del Mercosur realizada el fin de semana pasado en Foz do Iguaçu (Brasil), consolida a un Uruguay aperturista, lo que tira por tierra cualquier reparo que pudiera existir sobre qué posición tiene el gobierno de Yamandú Orsi sobre el tema.
Si leemos el fragmento en el que Orsi se refiere, frente a los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Javier Milei (Argentina) y Santiago Peña (Paraguay), sobre el comercio exterior sin saber quién lo pronunció, bien podríamos creer que son palabras del expresidente Luis Lacalle. Esto que algunos pueden considerarlo una crítica, en realidad no lo es.
Estamos ante una muestra de la fortaleza institucional de nuestra política exterior comercial, no ajena de matices y diferentes énfasis, pero que en realidad sigue una línea guía que no se pierde ni diluye con los cambios de gobierno.
Lo que ahora cabe esperar, es que lo plasmado en el discurso se adopte en acciones concretas de forma tal de seguir avanzando en los esfuerzos para que el Mercosur se convierta definitivamente en un trampolín que impulse y potencie lo que cada país tiene para ofrecer. Eso se logra solo si en lugar de restringir dejamos que cada uno sea según su potencial.
Aquí también vale la frase popular: “Quédate con quien te sume y te haga crecer”. Quizá sea el momento que nuestros socios mayores dejen de mirarse el ombligo y contemplen lo que Uruguay tiene para decir.
Hace años que Uruguay espera de países con capacidad de ser potencia como Argentina y Brasil (si no lo son es por errores propios), un acto de justicia permitiéndole que pueda establecer acuerdos con otros países, pero se han negado a pesar de lo imperioso que es para nosotros, porque a diferencia de ellos carecemos totalmente de comercio local ni tenemos producciones masivas.
Y lo peor, nos atan a limitaciones y restricciones que no funcionaron con ellos ni con nadie. En el caso de Brasil es peor: cuestiona la restrictiva política comercial y arancelaria que Estados Unidos impuso sobre él, pero nos ata a sus criterios sin darnos posibilidad de expandirnos. Es el peso y la fuerza del grande del barrio contra el vecino pequeño.
¿Qué fue lo que exactamente dijo el presidente Yamandú Orsi, ante sus pares del Mercosur, sobre la apertura comercial?
Destacó al bloque como una “plataforma estratégica que siempre hemos aspirado a tener para nuestra inserción internacional”, y llamó a los socios de Uruguay a construir un bloque que “sea los suficientemente flexible y moderno”.
Esa modernización -continuó- debe estar “orientada a su fortalecimiento, a mejorar su eficiencia y alinearlo con los desafíos que plante nuestra agenda externa”, lo cual es “claramente necesario”.
Es el momento de llevar las palabras a los hechos, y de conquistar resultados; Uruguay los necesita, y recomenzar el diálogo y negociaciones con China puede ser la señal correcta.
