dragadiOpinion Juan Oribe Stemmer

Dragas en apuros

El Canal de Acceso del Puerto de Montevideo es una vía de comunicación entre la zona de aguas relativamente más profundas del Río de la Plata y la bocana del puerto, la escollera Sarandí. A partir de ese punto se extienden el antepuerto, la terminal de TCP y las dársenas construidas a principios del siglo pasado. Finalmente se encuentran las modernas instalaciones del Muelle C, la terminal especializada en el manejo de celulosa de UPM y la terminal granelera de Obrinel.

El canal, entonces, forma parte de un sistema de circulación de los buques y la eficiencia de ese conjunto depende de la eficiencia de cada uno de sus elementos. De poco sirve aumentar la profundidad del Canal de Acceso si el resto del sistema no está debidamente dragado y mantenido.

Es, podríamos decir sorprendente, que luego de que nuestro país realizase considerables esfuerzos para conseguir la aprobación del dragado del Canal de Acceso a -14,00 metros en CARP y mientras todos expresan su apoyo a la iniciativa, nos encontremos con que la Administración Nacional de Puertos no dispone de capacidad técnica para mantener las profundidades a sus niveles debidos.

El Informe técnico preliminar sobre el estado de las embarcaciones de la ANP publicado a principios de este mes llega a la conclusión de que “El estado de la flota asignada a tareas de dragado (dragas, remolcadores, lanchas, canguiles y grúas) presenta una situación crítica: solo el 30 % está actualmente en condiciones operativas. El restante 70 % no está operativa por atrasos en mantenimiento, certificados vencidos, corrosión significativa, dificultades para conseguir repuestos o porque necesitan intervenciones profundas”. El informe observa que “Varios elementos están fuera de servicio desde hace años” y que “Entre las que están operativas, la mayoría tiene reparaciones en curso”.

De acuerdo al estudio, la Draga D-7 no está operativa porque venció su Certificado Nacional de Navegabilidad y éste no se puede renovar hasta vararla (lo que nos lleva a otro problema de nuestro puerto); la draga “Alfredo Labadie”, tampoco está operativa y se encuentra en dique; finalmente, cuando se presentó el informe, la draga D-11 - 21 de Julio estaba operativa, pero, advirtió el informe, con riesgo de quedar fuera de servicio “por exceso de horas y falta de mantenimiento”. Lo sucedido la semana pasada confirmó el diagnóstico. Esta embarcación, la única “que no está en obsolescencia según estándares internacionales”, acaba de perder el caño de succión y quedó fuera de servicio.

A pesar de todos esos contratiempos, es reconfortante saber que los “tripulantes que trabajan bajo el Régimen de Personal Embarcado en Dragas continúan cobrando, además de los salarios, las compensaciones de este régimen especial, aún cuando las embarcaciones no están operativas”.

Existe un fuerte contraste entre los esfuerzos que realiza el sector privado para agregar nuevos servicios y desarrollar los existentes, para lo que invierten y arriesgan sumas considerables en nuevas instalaciones, equipos para el manejo de cargas y sistemas operativos, y la morosidad del Estado en cumplir con sus responsabilidades básicas. Especialmente cuando la viabilidad del puerto y de los proyectos privados depende de servicios como el dragado a las profundidades pactadas.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 15 Diciembre 2025