Combustibles preciosCombustibles, precios y política: por qué importa el criterio PPI

Para crecer más es clave volverse más competitivo, y el sostenimiento y el respeto por el criterio de fijación de precios de los combustibles basados en el PPI es una pieza fundamental.Desde el 2021, Uruguay incorporó un cambio clave en su política de precios de los combustibles: el uso del Precio de Paridad de Importación (PPI) como referencia para fijar tarifas.

Esto trajo mayor transparencia y menor margen para la discrecionalidad en la fijación del precio de los combustibles. Sin embargo, tras la conferencia de prensa del Presidente Yamandú Orsi anunciando que Ancap cerró 2024 con una pérdida de US$ 118 millones, el foco volvió a desviarse hacia la coyuntura financiera del ente. Aunque los números importan, no debemos no perder de vista el cambio más importante de los últimos años: una política tarifaria basada en criterios técnicos y replicables.

En primer lugar, vayamos a la situación financiera de la empresa en base a los datos de los estados contables publicados por el organismo. Se confirma que la empresa estatal dio pérdidas por US$ 118 millones en el 2024. Sin embargo, esto no es extraordinario, considerando los datos desde el 2005 encontramos que en 9 años el ente arrojó un resultado negativo, siendo el 2014 el peor año con US$ 338 millones de dólares de pérdida.

Con respecto a las causas detrás del resultado negativo del 2024 se encuentra sin lugar a duda la parada de la refinería por mantenimiento. Estos mantenimientos se realizan cada 5 años y generalmente provocan que la empresa de pérdida, así sucedió en el 2007, y en el 2024. En particular, en el 2024 el detenimiento de la refinería se extendió por casi el doble de tiempo de lo proyectado, fundamentalmente por medidas sindicales, lo que implicó un perjuicio mayor a la empresa estatal. En lo que respecta al endeudamiento de Ancap los estados contables individuales publicados por la empresa, nos muestran que el pasivo en dólares corrientes en el 2024 se ubicó en US$ 762 millones mientras que en el 2019 este valor era de US$ 866 millones.

Lo anteriormente descripto está atravesado por el tema central de esta columna que es la política de precios que ha llevado la empresa estatal a lo largo del tiempo. Esta variable resulta determinante a los efectos de entender la dinámica de los ingresos de la empresa, así como su impacto en el resto de la economía. Como los lectores saben, a partir del 2021 los precios de los combustibles toman como referencia el Precio de Paridad de Importación (PPI). Grosso modo, la Ursea eleva mensualmente un informe al Poder Ejecutivo en dónde establece el precio máximo que deberían tener los combustibles, simulando que se importan ya refinados. Es el Poder Ejecutivo quien decide si seguir o no con esta recomendación.

Esta nueva modalidad para la determinación de los precios de los combustibles implicó una clara mejora en términos de transparencia con respecto a la discrecionalidad que imperaba en el pasado. Si el Poder Ejecutivo sigue al pie de la letra la recomendación de Ursea, entonces, la determinación de los precios del combustible queda fuertemente ligada a la cotización internacional del petróleo, lo cuál además de transparente es deseable. En consecuencia, los resultados de la empresa también estarán ligados a esta variable, por lo que el ente debería concentrarse en trabajar en los costos a los efectos de dar viabilidad económica al negocio. Sin embargo, otra estrategia que podría llevar adelante la empresa es la de evolucionar los precios por encima de lo que marca el criterio PPI, de esta manera obtendría ingresos extraordinarios. Esta política de precios ha sido ampliamente utilizada, de hecho, en el período 2011-2019 el ente recaudó al menos US$ 900 millones al imponer un sobreprecio en los combustibles. Por el contrario, en el período 2020-2024 se observa un claro cambio en la política tarifaria de Ancap, en particular desde la aprobación del criterio PPI. En efecto, la empresa evolucionó sus precios por debajo del criterio PPI lo que implicó una merma en los ingresos de US$ 500 millones durante todo el período.

Esta política de precios no solo impacta en la empresa, sino que tiene un efecto directo en la economía real, es decir en quienes utilizan el combustible como un insumo para su producción. El perjuicio de aplicar precios por encima de lo que indica la PPI es mucho mayor que su estimación contable, ya que existe un efecto multiplicador negativo sobre la producción, la distribución y los precios finales de los bienes y servicios. En efecto, muchos negocios se pueden volver inviables económicamente a causa del costo de los combustibles, esto implica lisa y llanamente menos producción, consumo y empleo. Hoy en día existe consenso en que el Uruguay necesita crecer más y para eso la clave es volverse más competitivo, el sostenimiento y el respeto por el criterio de fijación de precios de los combustibles basados en el PPI es una pieza fundamental en este aspecto.

El criterio de fijación de precios en base a la evolución del PPI implicó un avance fundamental en transparencia limitando la discrecionalidad tarifaria. De cara a futuro, la desmonopolización para la importación de combustibles es un objetivo que se debe alcanzar a los efectos de otorgar más opciones al sector privado y al mismo tiempo imponerle competencia al ente monopólico, lo que redundará en más eficiencia y bienestar.

-El autor, Ramiro Correa, es economista jefe del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED).  

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 05 Mayo 2025