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Certificaciones ISO: la llave de las empresas para acceder a los beneficios de la Ley de Inversiones
En el último año, FCR Certifica registró un crecimiento récord de la cantidad de empresas que buscan certificarse para presentar proyectos ante la Comap.Las certificaciones ISO dejaron de ser un lujo reservado a grandes empresas. Hoy, cada vez más pymes apuestan a profesionalizar su gestión a través de normas internacionales que aseguran calidad, eficiencia y cumplimiento.
Además, estos estándares internacionales se convirtieron en una herramienta clave para acceder a los beneficios fiscales previstos por la Ley N.º 16.906, más conocida como Ley de Inversiones.
La norma permite a las empresas que presentan proyectos ante la Comap obtener exoneraciones fiscales relevantes, como descuentos del Impuesto a la Renta (IRAE), al Patrimonio, al Valor Agregado (IVA) e impuestos a la importación. Para esto, deben cumplir con ciertos indicadores vinculados al impacto económico, social y ambiental de sus inversiones.
En ese marco, las certificaciones ISO ganaron protagonismo como una forma concreta y objetiva de demostrar el compromiso con las buenas prácticas. FCR Certifica, la principal empresa del país en el rubro, registró en el último año un récord de consultas por parte de organizaciones que buscan certificarse con miras a presentar proyectos ante la Comap.
Según Mariana Camejo, jefa administrativa y comercial de la empresa, esta tendencia da cuenta de una nueva mentalidad: invertir no solo en activos físicos, sino también en procesos que eleven el estándar de gestión y maximicen el retorno fiscal.“Muchas empresas están invirtiendo en maquinaria, tecnología o nuevas sedes, y entienden que, si certifican su sistema de gestión, el beneficio que reciben del Estado puede ser mucho mayor”, señala la contadora.
¿Qué normas se eligen y por qué?
En Uruguay, la certificación más demandada es la ISO 9001, centrada en la gestión de calidad y que, a nivel mundial, cuenta con más de un millón y medio de aprobaciones. También crecen las solicitudes por la ISO 14001 (gestión ambiental), la ISO 45001 (salud y seguridad en el trabajo), y otras más específicas como la ISO 27001 (seguridad de la información) o la ISO 22000 (seguridad alimentaria).
Aunque la relación con la Ley de Inversiones es uno de los grandes motores de esta demanda, los beneficios de la certificación son múltiples.
“Son requisitos que ayudan a mejorar la eficiencia de los servicios, las operaciones y el producto final de la empresa. Aportan una cultura interna mucho más enfocada en la mejora continua y constituyen un diferencial ante clientes, proveedores o licitaciones”, asegura Camejo.
En muchos casos, incluso son el primer paso para exportar o integrarse a cadenas globales de valor. Esto es especialmente relevante en un contexto donde los mercados internacionales exigen cada vez más garantías de calidad y cumplimiento normativo.
Certificar es más accesible de lo que parece
Una percepción común —y equivocada— es que certificar normas ISO es costoso o complejo, reservado solo para grandes empresas. La mayoría de los clientes de FCR son MiPymes que, a partir del acompañamiento personalizado, encuentran el proceso de certificación perfectamente viable.
La empresa trabaja con un enfoque de asesoramiento estratégico: primero identifica las necesidades y características de cada cliente, y luego propone las normas más adecuadas, tanto por el rubro como por su impacto dentro del régimen COMAP.
“Al principio muchas empresas vienen con dudas, pero cuando les explicamos cómo funciona, se dan cuenta de que es una inversión estratégica a su alcance. Ahí se da un cambio de mentalidad: dejan de ver la certificación como un gasto y empiezan a verla como una herramienta de competitividad y ahorro”, explica Federico Turcio, director general de FCR Certifica.
Hoy, la cartera de clientes es diversa, pero se concentra en empresas que amplían su capacidad logística (por ejemplo, construcción de galpones), realizan ampliaciones edilicias o adquieren nueva maquinaria o tecnología, y buscan obtener el mayor retorno posible por su inversión.
FCR Certifica: 20 años impulsando las buenas prácticas
Con más de 20 años de historia, FCR ha gestionado más de 1.000 certificaciones, formado a más de 2.500 personas y trabaja con organizaciones públicas y privadas en toda la región. Tiene oficinas en Montevideo, Punta del Este, Asunción y Santiago de Chile, y actualmente el 30% de su operación se desarrolla fuera de Uruguay.
Para el segundo semestre, FCR proyecta un crecimiento sostenido, tanto en volumen de certificaciones como en expansión territorial. También apuesta fuerte a su unidad de formación de auditores (presencial y online), al desarrollo de nuevas certificaciones y a una mayor presencia en el interior del país. Además, mantiene su diferencial como una certificadora cercana, que acompaña y adapta el proceso a cada cliente.
“Ya son más de 20 años operando en el país, y nuestros propios clientes son quienes nos recomiendan. Eso se logra con un equipo comprometido y enfocado en su satisfacción. En FCR todos somos vendedores o solucionadores, sin importar el área en que trabajemos. Queremos que nuestros clientes sientan que tienen un aliado para su negocio”, concluye Turcio.
¿Cuánto se puede ahorrar una empresa con los beneficios del régimen COMAP?
Según explica Mariana Camejo, jefa administrativa y comercial de la empresa, obtener una norma ISO permite a las empresas presentar un proyecto ante la COMAP y acceder a una exoneración del IRAE de al menos un 35% sobre el monto invertido. “Cuanto mayor sea el puntaje obtenido en indicadores como generación de empleo, certificaciones ISO, mejora ambiental, incremento de exportaciones o incorporación de tecnología, mayor será el porcentaje de exoneración del IRAE sobre la inversión ejecutada”, asegura