EEUU sufren los efectos de la parálisis en ChinaCadenas de suministro de EEUU sufren los efectos de la parálisis en China

El brote del coronavirus, que empezó en la provincia industrial china de Hubei, llegó tras dos años de un conflicto comercial entre Washington y Pekín que han llevado a muchas empresas a revisar su dependencia de china.

Andrew Edgecliffe-Johnson – Financial Times – TodoElCampo – El brote del coronavirus está tensando las cadenas de suministro globales de precisión milimétrica de las que el comercio global ha adquirido una alta dependencia, ya que los puertos de EE.UU. se preparan para registrar una caída del volumen de cargamentos del 20 % o más en el primer trimestre de 2020.

Las empresas que habían comenzado el año celebrando la tregua en la batalla arancelaria entre Washington y Pekín luchan ahora por asegurarse bienes que abarcan desde piezas para coches a juguetes, reviviendo el debate sobre la dependencia de las compañías occidentales de China pese a que cada vez se anuncian más nuevos casos fuera que dentro del país.

Myron Brilliant, responsable de asuntos internacionales de la Cámara de Comercio de EE.UU., explicó que el mayor lobby empresarial estadounidense estaba observando el impacto del virus "sobre las cadenas de suministro y los flujos comerciales" a través de los contactos corporativos estadounidenses en China, donde advirtió que muchas fábricas estaban operando "muy por debajo de su capacidad".

"A cada día que pasa es menos probable que se produzca una rápida recuperación en 'forma de V", señalaron economistas de Bain and Company, haciéndose eco de la preocupación de Brilliant sobre el impacto que podría tener sobre los negocios que el virus se expanda a otros grandes centros manufactureros. "El empeoramiento de la situación en Corea del Sur implica que los trastornos en las cadenas de suministro no se limitarán a China".

Chris Connor, el consejero delegado de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias, predijo que el volumen de cargamentos que reciben sus miembros podría caer un 20 % en los tres primeros meses del año, y advirtió que el impacto económico de semejante crisis "puede ascender fácilmente a decenas de miles de millones de dólares".

Panjiva, la empresa de datos comerciales propiedad de S&P, informó que los puertos de la Costa Oeste están especialmente expuestos. El puerto de Los Ángeles, el que más tráfico registra en EE.UU., vio caer el volumen de cargamentos un 5 % en enero, pero prevé un descenso del 25 % en febrero.

Gene Seroka, el director ejecutivo del puerto, explicó en la CNBC que el impacto "parece ser mucho peor" que durante el brote del SARS hace casi 20 años.

Los trastornos prolongados ocasionados a la industria china podrían estar "paralizando las cadenas de suministro globales, según advirtieron analistas de Citi, pese a que ejecutivos como el consejero delegado de Apple, Tim Cook, señalaron que la capacidad de las plantas chinas había empezado a repuntar, lo que hacía aumentar sus esperanzas de que se produzca un rebote.

Las compañías afrontan más preguntas de los analistas sobre el peaje que el virus se está cobrando sobre sus cadenas de suministro, según un análisis de transcripciones de teleconferencias en Sentieo, un servicio de datos financieros. Pero muchos ejecutivos admiten que siguen sin poder calcular el impacto total.

Las fábricas chinas son muy importantes para las cadenas de suministro del automóvil y la electrónica, pero las advertencias sobre trastornos han llegado desde diversas compañías, desde Best Buy, el minorista de dispositivos, a Crocs, la marca de zapatos. Fabricantes de coches como Nissan y Fiat Chrysler, han sufrido trastornos, según señaló Panjiva, mientras que algunos fabricantes como Deere están recurriendo a los costosos envíos urgentes para evitarlos.

Columbia Sportswear, un fabricante de impermeables y botas de senderismo, anunció que sus resultados este año se verían "significativamente afectados" debido a que los fabricantes habían tenido problemas para "obtener determinadas materias primas y producir y entregar los productos acabados a tiempo".

Adient, un fabricante de asientos para coches, explicó que preveía que los volúmenes de producción cayesen alrededor de un 70 % en febrero y un 40 % en marzo en relación a sus estimaciones previas.

El brote del coronavirus, que empezó en la provincia industrial china de Hubei, llegó tras dos años de un conflicto comercial entre Washington y Pekín que han llevado a muchas multinacionales a revisar su dependencia de la producción china.

El virus puede estar "aumentando la urgencia de abandonar China creada por la guerra comercial", señalaron analistas de Panjiva, que observaron que Google y Microsoft se incluían entre las compañías que querían trasladar el proceso industrial.

 

Jeffrey Witherell, el consejero delegado de un fondo de inversión inmobiliario llamado Plymouth Industrial, fue uno de los ejecutivos estadoundienses que se hizo eco de la esperanza del secretario de Comercio Wilbur Ross de que la crisis lleve a más compañías estadounidenses a repatriar las fábricas.

"Es sutil", apuntó, pero "muchas compañías parecen lamentar la externalización a Asia... Así que tal vez podríamos estar fabricando en Memphis y Cleveland, Ohio."

Larry Fink, el consejero delegado de BlackRock, la mayor gestora mundial de activos, explicó: "Pienso que todas las compañías del mundo van a revisar sus cadenas de suministro".

La dependencia desproporcionada que tienen las multinacionales del suministro de China "puede ser inapropiado", declaró la semana pasada al periódico Australian Financial Review.

Artículo de Financial Times.

TODO EL CAMPO - Montevideo - URUGUAY - 04 Marzo 2020