Ataque a las palmeras
Hernán Sorhuet Gelós
Nuestro país está siendo atacado por una nueva plaga provocada por un insecto introducido en el país de manera inadvertida. Se trata del picudo rojo, escarabajo de origen asiático que se especializa en atacar a las palmeras, alimentándose de ellas hasta provocarle la muerte. Habría ingresado a nuestro país en palmeras infectadas, hace unos tres años.
Llama la atención la capacidad destructiva que tiene este insecto volador, lo cual lo convierte en una amenaza temible a la que hay que prestarle toda la atención.
Cuando se detectó su presencia no sonó ninguna alarma quizás por el desconocimiento total que había en el país sobre este agente tan pernicioso.
Al comprobarse la muerte de algunas palmeras en avenidas, rutas, parques y propiedades privadas, nos enteramos de que estamos frente a la principal plaga de palmeras a escala mundial, y de la cual poco y nada sabíamos. Ataca a más de cuarenta especies de palmeras del planeta, sean estas exóticas o nativas.
Fue así que los especialistas averiguaron que existe una valiosa experiencia internacional proveniente de países que debieron atacar el problema mucho antes que el nuestro (España, Italia, Egipto, Arabia Saudita), la cual estamos adaptando a nuestra realidad y posibilidades.
La urgencia mayor radica en impedir, por todos los medios, que el picudo rojo llegue a los Palmares de Rocha. Los expertos confirman que se trata de una amenaza muy seria. A diferencia de las palmeras ornamentales que son cultivadas, y se reponen, la butiá es nativa de nuestro país y su presencia en los bañados de Rocha responde a un fenómeno natural que no se repite en otras partes.
Por esa razón el Gobierno de Rocha tiene en marcha un protocolo muy específico de protección contra la plaga que va desde impedir el ingreso al departamento, estableciendo zonas “buffer” en sus fronteras, sistemas de alerta temprana (detección de síntomas y señales de infección), barreras sanitarias, prohibición de ingreso de ejemplares al departamento, y planes de contingencia si llegara el momento. Existen recursos adicionales disponibles como el uso de insecticidas específicos, nematodos y hongos que matan al picudo rojo.
Desde luego hay que recordar que esta plaga no será la última que nos invada. Es oportuno recordar que numerosas han sido las especies exóticas invasoras ingresadas a nuestro país, que consiguieron instalarse de forma permanente. Muchas de ellas provocando impactos negativos sobre sectores económicos muy relevantes como la agricultura, la ganadería, el turismo, la forestación, la pesca, la industria. Otros amenazan la salud pública. Y también están los que atentan contra ecosistemas críticos como en el caso del picudo rojo, si llegara a atacar los Palmares de Rocha -único en su género y patrimonio biológico nacional de reconocimiento internacional-. De las especies foráneas ingresadas al territorio nacional, sólo se convirtieron en invasoras aquellas que lograron sobrevivir, reproducirse y consolidar sus poblaciones en el nuevo ambiente; alterando con su presencia al ecosistema.
Debemos enfrentar al picudo rojo con todo lo que tenemos para por lo menos mantenerlo a raya en su capacidad destructiva.