orddoneOddone se comprometió a no achicar el sector público ni afectar los ingresos de la gente, ¿cómo lo va a hacer?

El Ministro de Economía y Finanzas afirmó que apostará al crecimiento de la economía a través de la atracción de inversiones, las que tendrían que alcanzar el 20% del PIB, entre otros temas.La apuesta de la gestión del ministro de Economía y Finanzas (MEF), Gabriel Oddone, será aumentar el crecimiento del país a través de inversiones, por dos razones fundamentales: la política económica a su cargo no va a achicar el sector público ni afectar los ingresos de los uruguayos, según anunció. Por lo tanto, el camino que queda es lograr mayor inversión extranjera.

Para una economía como Uruguay, de unos US$ 80.000 millones (que no es poco), se requiere para crecer, según los cálculos de Oddone, inversiones del orden del 20% del Producto Interno Bruto (PIB); hoy está cuatro puntos por debajo.

El ministro señaló que unos US$ 4000 millones al año vienen del sector público, por lo que se necesita la inyección de US$ 12000 millones del sector privado. Para ello, el MEF se ha trazado lineamientos para incentivar la inversión y aumentar la competitividad (eliminando redundancias regulatorias y revisando formación de precios), además de fortalecer la matriz de protección social con una mejor distribución de los recursos, con énfasis en la infancia y adolescencia, tal como ha venido insistiendo desde que asumió la cartera.

Estos planteos fueron hechos por el ministro Oddone como invitado especial al almuerzo mensual de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), al que asistió la plana mayor de autoridades nacionales, comenzando por la presidenta de la República en funciones, Carolina Cosse (Yamandú Orsi está en la Celac en Honduras), ministros de diversas carteras y representantes del MEF y del Banco Central (BCU) y del sector privado, entre otros. La sala desbordó de personas interesadas en los próximos pasos de esta cartera.

Sobre la inversión —eje de sus planteos— informó que viajará, seguramente con el presidente del BCU, Guillermo Tolosa, a Estados Unidos próximas fechas, para mantener reuniones con el fin de incentivar la llegada de nuevos fondos de inversión y desarrollo.

Oddone comenzó advirtiendo sobre las amenazas externas, a las que calificó como “incertidumbres fuera de lo normal”, enumerando los aranceles que impone la administración Trump (el 10% en el caso de Uruguay), los cuestionamientos a la globalización y las alteraciones a las cadenas de industrialización, las nuevas reglas del comercio (los acuerdos de libre comercio, a su entender, irán desapareciendo), el retorno del nacionalismo, la xenofobia y el desencanto mundial de la clase media ante su pérdida de ingresos, entre otros fenómenos que caracterizan al mundo de hoy. (Ver aparte)

Algunas de sus ideas más fuertes sobre el comercio fueron: que las relaciones bilaterales se han vuelto cruciales, que “los acuerdos de libre comercio van a quedar en el olvido” (“Perdimos tiempo con China, destinamos mucho tiempo y esfuerzo con el tema de esos acuerdos comerciales”, afirmó sobre el gobierno anterior), y que “no somos de los más perjudicados con los aranceles de EE.UU, se abren oportunidades relativas”.

Desafíos de Uruguay
El ministro le dedicó unos cuantos minutos al tema del déficit fiscal (gobierno central-BPS), explicando que no cerró en 3,3% en 2024 como se anunció en la transición de gobierno, sino en 3,8%, considerando los gastos postergados y adelanto de impuestos de la gestión anterior. Esto representará uno de los mayores desafíos de esta gestión.

“La situación fiscal de Urguay es manejable, pero compleja. No hay una situación despejada por el gobierno anterior”, recalcó, no sin dejar de comentar que “esto lo digo sin intencionalidad política”.

Otro de los desafíos será hacer crecer el PIB más del 1% anual (ese fue el promedio de los últimos años), “para mantener la cohesión social y la calidad de vida”, dijo. “El crecimiento es el corazón de la política económica”, insistió.

Y el tercer desafío, tal como ya mencionamos, es atender la distribución de ingresos, que, según manifestó, “tiene un sesgo (a favor) de los decibeles altos”. “Por eso ganó el Frente Amplio (FA). Cuando la distribución del ingreso no funciona, la gente se enoja”, apuntó. De todas formas, volvió a un tono conciliador al reconocer, acto seguido, que la reducción de la pobreza ya se había trancado en el último gobierno del FA (antes de asumir el presidente Luis Lacalle Pou).

Lineamientos del Ministerio de Economía
Con la inversión como prioridad en la agenda para hacer crecer la economía, la estrategia será fortalecer la estabilidad macroeconómica, trazar una senda fiscal sostenible, reglas claras y estímulos a la inversión.

Oddone dejó en claro que se mantendrá la regla fiscal, creada por la Ley de Urgente Consideración (LUC), y que el MEF la quiere mejorar. También se proponen definir la “deuda prudente” y fortalcer el Consejo Fiscal Asesor (CFA), “con más autonomía y más recursos para que se manejen mejor y en forma más transparente”, dijo.

El ministro hizo referencia al BCU, con Tolosa al frente, con su objetivo de reducir la inflación —a 4,5% y aún más abajo— para mejorar los ingresos de la gente.

Otro de los lineamientos es aumentar la competiividad, aunque reconociendo que “no nos vamos a convertir en un país barato”. Esto por dos razones principales: la escala de Uruguay y los costos fijos en el sector público. En esa línea, afirmó que no habrá “achicamiento en el sector público”, ni afectación de los ingresos de los uruguayos (con alta inflación o con impuestos, considerando que el país estaría en el límite del estrés impositivo).

Finalmente, mencionó otros frentes de mejora, como lograr mayor eficiencia del Estado eliminando tareas repetidas, aumentar la transprarencia en los precios, más tecnología en el mundo de los negocios, fortalecer esquemas de promoción de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comac), descarbonizar, y más.

La economía en cifras
El Ministro Oddone destacó las principales inversiones que ha recibido el país en los últimos veinte años, como UPM1 de US$ 1.200 millones; UPM2 y obras asociadas de US$ 3.500 millones; Montes del Plata US$ 2.000 millones; y la inversión eólica que ascendió a US$ 7.000 millones.

Actualmente, las inversiones en Uruguay representan el 16,2% del Producto Interno Bruto (PIB), pero para crecer a más del 1% (promedio anual en la última década), se necesita llegar al 20%, insistió, apelando al músculo del sector privado.

En otro orden, el titular del MEF reconoció la importancia de que Uruguay acceda a más mercados externos para lograr crecer y también a financiamiento internacional.

Según sus cálculos, en 2025 será necesario obtener financiamiento por al menos US$ 5 mil millones, por lo que es fundamental mantener el grado inversor como punto fuerte del país, además de la estabilidad fiscal, entre otros frentes. Esto ayudará a atraer inversiones y mejorar la calificación soberana, que es bastante buena, aunque mejorable, dijo Oddone.

Sobre el déficit fiscal del año 2024 (calculado en 3,8%), Oddone consideró que es alto porque, en gran parte, se han postergado gastos y hay obligaciones impagas del Gobierno Central-BPS (que vienen de la administración anterior), que en total equivalen al 0,4% del PIB.

Entre las postergaciones de pagos, hay US$ 160 millones al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y US$ 100 millones a ASSE. Como adelanto de impuestos, está el Imesi de Ancap por US$ 30 millones, e IRAE de UTE por US$ 30 millones, entre otros.

"Un cambio de época, no una época de cambios"
Oddone tomó en su discurso un famoso dilema, al afirmar que vivimos “un cambio de época, no una época de cambios”, ya que han surgido nuevos paradigmas que están lejos de ser “algo transitorio”, lo que ha dado lugar a otras decisiones, acordes a un mundo más proteccionista.

“No necesariamente habrá más inflación (en el mundo), pero sí más presión en los precios y tasas de interés más elevadas”, afirmó. “Con tasas más altas, muchos proyectos quedarán de lado”, comentó, adentrándose en la mentalidad de los inversionistas.

Otro viento en contra por el aumento de las tasas de interés a nivel internacional, será el mayor costo del financiamiento. “El país necesita US$ 5.000 millones al año para sostener sus cuentas públicas, de los cuales US$ 500 millones vienen de organismos internacionales”, dijo. “El resto hay que buscarlo en el mercado”, agregó.

Tampoco hay un contexto mundial muy favorable para los precios de los commodities, lo que no beneficiará a un país esencialmente exportador como Uruguay.

En cuanto a la región, mencionó la depreciación del real y su impacto en la frontera con Brasil. Y en relación a Argentina, la brecha se ha ido acortando, y destacó que ese país logró 2% mensual de inflación, “una tasa que no se observa en Uruguay en más de 20 o 30 años”, comparó.

El ejemplo del iPhone
Hablando del impacto de los aranceles en el propio Estados Unidos y en el mundo, Oddone calculó que, por ejemplo, a un iPhone que cuesta US$ 500 se le agregarán aranceles a sus microcomponentes por entre US$ 300 y US$ 400, lo que elevará el precio para el consumidor final a US$ 900. Así ejemplificó la presión al alza en algunos rubros.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 09 Abril 2025