CPA FerrereLa economía uruguaya, el riesgo fiscal y dólar más débil: lo que evalúa CPA Ferrere para este año y siguientes

Ese es el análisis que realizaron el gerente senior de Análisis Económico de CPA Ferrere, Nicolás Cichevski y el socio del departamento de Consultoría de esa firma, Alfonso Capurro.El plan fiscal del gobierno en el proyecto de ley de Presupuesto introduce un ajuste "significativo pero gradual, que, por su timing y sus riesgos, no termina de despejar el riesgo fiscal a corto plazo".

A su vez, la inflación está por debajo del 4,5% y la "política monetaria deberá gestionar el riesgo de sobrecumplimiento de la meta de inflación", en un contexto de "dólar más débil". Ese es el análisis que realizaron el gerente senior de Análisis Económico de CPA Ferrere, Nicolás Cichevski y el socio del departamento de Consultoría de esa firma, Alfonso Capurro, en la Reunión de Coyuntura Económica para clientes.

A nivel global, "la etapa más intensa de la guerra comercial habría quedado atrás, pero sus impactos en inflación y en comercio internacional todavía están en proceso”, afirmó Capurro. Si bien dijo que ese contexto es "menos amistoso" que al inicio de este año, el "nuevo equilibrio global" en materia comercial abre oportunidades para Uruguay por el "desplazamiento que sufren algunos de nuestros competidores como Brasil, que queda virtualmente excluido del negocio de exportación de carne a Estados Unidos" al estar gravado con un arancel de 76,4% para la carne por fuera de cuota.

En Estados Unidos, un eventual proceso de “dominancia fiscal” en donde la política monetaria se vuelve funcional al financiamiento del Tesoro podría derivar en un equilibrio con tasas “subóptimas” de corto plazo, inflación elevada y dólar más débil, planteó Capurro, según un resumen de su exposición elaborado por CPA.

Analizó que en ese escenario, la mayoría de los precios de exportación se mantienen debilitados, con excepción del oro que actúa como activo de refugio y del precio de la carne, que se mantiene tonificado ante las restricciones de oferta en EE.UU. y demanda global firme.

Para Capurro, “el escenario para el precio de la carne es un shock externo favorable para Uruguay que se ha ido consolidando en los últimos meses. Con los precios actuales, en 2025 la cadena cárnica volverá a ser el principal sector exportador del Uruguay”.

En cuanto a la economía argentina, el socio de CPA Ferrere, dijo que tras la derrota electoral del oficialismo de Javier Milei en las elecciones legislativas bonaerenses, se ha tensionado el escenario político y financiero.

“Sin acceso al crédito y con reservas netas escasas para defender el tipo de cambio y enfrentar vencimientos de deuda en 2026 y 2027, las bandas (de flotación) cambiarias parecen difícil de sostener después del 26 de octubre” cuando se den las elecciones legislativas en Argentina, indicó. El país vecino podría ingresar en un esquema monetario con flotación, con mayor inestabilidad del tipo de cambio real, planteó.

Uruguay: la economía y el escenario fiscal
En Uruguay la actividad se modera, aunque crece más de lo esperado por CPA Ferrere. Para el segundo semestre la actividad estará incidida negativamente por una menor generación hidráulica -en comparación con 2024- y por el cierre parcial de la refinería de petróleo (debido a la rotura de la boya petrolera de José Ignacio), previéndose un impacto negativo aproximado del orden de 0,2 puntos porcentuales en el crecimiento anual de 2025, estimó Cichevski.

La consultora estima que el Producto Interno Bruto (PIB) crecería en promedio un 2,5% en 2025 (-0,1 punto respecto a la proyección anterior).

Cichevski señaló que “ante un contexto global algo menos adverso que lo previsto hace tres meses, un escenario favorable para la cadena cárnica y la reversión del impacto del cierre de la refinería, proyectamos un crecimiento promedio de 2% en 2026 (+0,3 puntos respecto a la previsión original)”. En tanto, para 2027 CPA estima un crecimiento de 1,9%.

En la región, un eventual deterioro de la economía argentina podría impactar negativamente el comercio y el turismo, elemento que todavía no está incorporado en esas proyecciones, pero que podría modificar el escenario regional en función del resultado electoral del 26 de octubre, aclaró.

El gerente senior de CPA analizó el Presupuesto y evaluó que el plan fiscal del gobierno introduce un ajuste significativo pero gradual, que, por su timing y sus riesgos, no termina de despejar el riesgo fiscal a corto plazo.

El economista indicó que “la posición fiscal inicial no es sostenible y requiere de una corrección significativa”. Para estabilizar la deuda en el 58% del PIB registrado en 2024 (según estimaciones del Consejo Fiscal Asesor), la corrección debería comenzar inmediatamente y acumular un ajuste de 3% del PIB en el período. Un camino gradual, con un ajuste acumulado de 1,8% del PIB, permitiría estabilizar la deuda al final del período, pero admitiendo un crecimiento adicional, planteó y dijo que la opción del gobierno es más parecida a la segunda alternativa.

Recordó que el Presupuesto propone una corrección de 1,5% del PIB en el período, "significativa por su magnitud, aunque gradual y con efectos diferidos". Las restricciones y definiciones políticas del gobierno determinan que, "en la práctica, el diseño del plan de ajuste fiscal resignó la posibilidad de introducir un ajuste por el lado del gasto, que tendría efectos inmediatos y ciertos. En cambio, se optó por un ajuste por el lado de los ingresos, cuya efectividad es diferida y su concreción está sujeta a incertidumbre", analizó.

Cichevski se refirió a los riesgos de la estrategia fiscal adoptada. Expresó que en primer lugar, en la medida en que se optó por la vía de los ingresos, la corrección fiscal comienza recién en 2027 y se concentra en los últimos años del período, quedando expuesta al ciclo electoral. Al mismo tiempo, el ajuste se apoya en un aumento de la recaudación, cuya efectividad está sujeta a incertidumbre, porque requiere aprobación del Parlamento y por la incertidumbre propia de las fuentes de ingreso incremental, elemento que es difícil de cuantificar con la información publicada.

Por último, el cumplimiento del programa fiscal requiere que se materialicen las proyecciones de crecimiento económico para el período, que tienen un sesgo levemente optimista, sobre todo en el período 2028-2029, añadió.

Sobre la inflación que está por debajo del 4,5%, la "política monetaria deberá gestionar el riesgo de sobrecumplimiento de la meta de inflación (de 4,5%)", dijo Cichevski.

La reducción de la inflación se vio "favorecida por la debilidad global del dólar" apuntó el economista y agregó que CPA proyecta que cierre 2025 en 3,7% y que seguirá debajo de la meta hasta mediados de 2026.

El Banco Central (BCU) continuaría reduciendo su tasa de interés de referencia hasta alcanzar el nivel neutral (7,25%) en el transcurso del próximo año, aunque la velocidad de esa convergencia "estará condicionada por el avance de los acuerdos salariales y la evolución de las expectativas de los empresarios, que han mostrado ser rígidas a la baja (actualmente en 6%)", puntualizó el economista.

Cichevski enfatizó en que “el BCU deberá gestionar el riesgo de sobrecumplimiento de la meta de inflación en los próximos trimestres, agravado por riesgos a la baja sobre el dólar, en un contexto de correctivos salariales asimétricos que podrían inducir riesgo de ajuste sobre el empleo”.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 19 Setiembre 2025