palmaresAlberto Carpenter: Rocha combate el picudo rojo porque “tenemos algo para defender”

Desde la comuna anunciaron la construcción de 'cortafuegos' en el área departamental, como medida que apuntan a la “prevención de su ingreso”.En el departamento de Rocha se decretó la situación de emergencia sanitaria y ambiental en respuesta al avance de la presencia del picudo rojo, que desde su primera detección en el país en 2022, actualmente se encuentra establecido en los departamentos de Montevideo, Canelones, Maldonado, Florida, Flores, San José, Colonia, Lavalleja y Treinta y Tres.

Ante esto, se dispuso “ratificar las medidas y trabajos dispuestos en otras resoluciones y que realizan la Dirección General de Gestión Ambiental y la División Espacios Públicos, en la construcción de ‘cortafuegos’ en el área departamental”. El encargado de Áreas Verdes de la Intendencia de Rocha, Alberto Carpenter, informó a Diario La R que “no se han detectado casos de picudo rojo” y que las medidas apuntan a la “prevención de su ingreso”.

El ‘cortafuegos’ toma como referencia la ruta 15, que tiene su inicio en La Paloma y termina en Cebollatí, y sus caminos vecinales. La elección es estratégica, se tuvo en cuenta que “bordea al departamento”, pasando por aquellas zonas limítrofes con otros que han detectado la presencia de la plaga. Dentro de esta medida, las acciones que se llevan adelante son, básicamente, el retiro de ejemplares Phoenix canariensis, el principal hospedante del picudo, con el fin de cortar su avance.

A su vez, la declaración tiene como objetivo, la generación de ayuda por parte de diferentes instituciones, que se encuentran en el departamento. En cuanto a responsabilidades refiere, la ejecución de las medidas fitosanitarias será de las autoridades locales según la localización del ejemplar afectado, siendo una de ellas las intendencias, en el ornato público. Es así, que la comuna de Rocha inició un trabajo de comunicación destinado a los privados, para que “se hagan cargo de sus palmeras y tomen medidas en tal sentido”.

“Dada la experiencia que hemos visto en otros departamentos, si bien se hace un esfuerzo muy importante en los ejemplares patrimoniales que están en los espacios públicos, no se trataban los ubicados en espacios privados. Entonces, esa medida de esfuerzo no da resultados, porque esto puede ser el eslabón que permita su avance en el territorio”, comentó.

Consultado, al igual que lo hicimos con el director de Espacios Públicos y Edificaciones de la Intendencia de Montevideo Marcelo Roux, respecto a si se pudo haber hecho más en el tiempo transcurrido desde que se detectó en 2022, Carpenter analizó que “el desconocimiento que se tenía sobre el tema y su agresividad llevó a dilatar la toma decisiones, porque no se sabían realmente cuáles eran”.

En ese sentido, recordó que en su momento se cortaba la palmera y se enterraba, “pero ahora sabemos que el escarabajo sale hasta más de 1 m y medio de profundidad en el entierro”. Entendiendo así, que se ha ido aprendiendo con la experiencia y las medidas fitosanitarias han ido evolucionando.

“De hecho, ahora estamos en una encrucijada porque hay que importar un insecticida, ante su indisponibilidad en el país”, expresó. En esa línea, planteó que otro desafío es hacer frente a esta plaga con los recursos del departamento. “Todo lo que se está haciendo a nivel local, es con dinero de las intendencias”, añadió. Cuando entiende que “el apoyo económico que se necesita tiene que liberarse desde el Gobierno Nacional”, porque “no es un tema del momento. Si no le prestamos atención y destinamos los recursos que correspondan y trabajamos en conjunto, se va a propagar”. Entonces, considera que “tiene que haber una visión general del país y no solo tratarse del esfuerzo aislado. Porque es muy difícil en un presupuesto departamental solventar gastos que no sabemos hasta cuándo hay que sostenerlos”.

Como lo mencionó, otra línea de trabajo es el accionar en conjunto, por ejemplo, junto a la comuna de Lavalleja unieron esfuerzos para apagar el foco del departamento vecino. “No podemos combatir a la plaga solos”, consideró. Carpenter reconoció que las comunas entendieron que “es un trabajo en conjunto”, que para su dominio hay que “trabajar en todos los frentes y atacar donde está el foco”.

Recordó que la llegada de la primavera y próxima del verano, brinda las condiciones ideales para el desplazamiento y reproducción del picudo rojo, según su ciclo biológico. En ese sentido, una de las preocupaciones que planteó es el movimiento turístico que va a haber en Rocha ante el ingreso de estas estaciones. “El tránsito de personas y vehículos es muy alto y otra forma de desplazamiento del picudo, más allá del vuelo, es como polizón en vehículos”, informó.

En ese sentido, solicitó prestar atención a los equipajes y vehículos, para evitar el traslado de la plaga. “Porque de nada nos sirve hacer todo este esfuerzo si en el verano nos ingresa de polizón el picudo”, expresó. Además, anunció que está prohibido el ingreso de palmeras.

Recordamos que se ha detectado la migración de la especie a otros ejemplares, entre las que se encuentran las palmeras butiá (Butia odorata) y pindó (Syagrus romanzoffiana), nativas de Uruguay y que forman parte del ecosistema de Rocha y de su historia. “Si bien no es lo que prefiere, cuando la carga poblacional del insecto es tan alta, provoca su migración a otros ejemplares, porque algo tiene que comer”, explicó.
 

Cuidado del patrimonio

Rocha puso como una de sus principales preocupaciones “la defensa del palmar”. Con más de dos millones de palmeras, es considerado como uno de los paisajes más representativos de Rocha y de Uruguay, perteneciendo a la Reserva de Biósfera Bañados del Este, declarada como tal en 1976 por la Unesco. Está presente en los símbolos oficiales del departamento, en la poesía y en la música folclórica de la región.

“Si el picudo llegase ahí, sería imposible de manejarlo. Además, perderíamos un patrimonio de la humanidad. Entonces, todos los esfuerzos están abocados a controlar la velocidad con la que avanza la presencia del picudo y ganar tiempo para estudiarlo y así contar con herramientas para poder cortar su avance y evitar que llegue al palmar”, destacó.

Carpenter reflexiona que la situación de Rocha es diferente, “nosotros tenemos el compromiso de proteger el palmar. Tal vez, en otras localidades no magnifican el problema porque no cuentan con este ecosistema. Pero nosotros estamos muy interesados en el combate del picudo porque tenemos algo para defender. Tenemos un palmar”. En esa línea, reflexiona que desde la comuna se tomó la decisión de sacrificar algunos ejemplares de Phoenix canariensis que cumplen solo un fin ornamental. En cuanto a los espacios públicos, hicieron un relevamiento que arrojó que hay aproximadamente 3000 palmeras de esta especie.

En el peor de los casos “va a cambiar la identidad del departamento, porque las palmeras butiá nos identifican y proveen un beneficio económico para la sociedad. Por eso estamos trabajando, con lo que está a nuestro alcance, para defenderla, pero necesitamos ayuda para que se apaguen los focos y evitar el avance del picudo”.

Por otra parte, destacó que hay instituciones educativas mostraron preocupación y decidieron trabajar sobre el tema del picudo rojo, concientizando y elaborando proyectos para su eliminación y demás.

Hoy la meta es hacer todo lo que esté a nuestro alcance para el no ingreso del picudo. A su vez, informó que cuentan con viveros tanto públicos como privados, donde se están produciendo palmeras de butiá, “como un seguro de preservar el patrimonio nativo” y en un futuro pensar en el armado del paisaje que el picudo rojo afecte. Finalizando, expresó que “a veces no es fácil hacerle entender al humano que estamos peleando por una causa superior a cualquiera de nosotros”.

Grupo R Multimedio - Montevideo - URUGUAY -  07 Octubre 2025