Linden Stewart, un apicultor guayanés que es Líder de la Ruralidad de las Américas por el IICA.
Los estudiantes no suelen saber mucho de estos insectos, y para corregir eso, Stewart los lleva a actividades de campo donde conocen las colmenas. El mundo de la apicultura es tan fantástico, que “en cuestión de una semana, a todos los alumnos de la clase les encantan las abejas”.La apicultura de las Américas tiene en un ciudadano guayanés al Líder de la Ruralidad del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El país que pocas veces emerge como noticia en el mundo, esta vez recorre los sitios de información agropecuaria, especialmente apícola, gracias a un productor que vio una abeja por primera vez a los 7 años de edad, pero a los 14 la apicultura ocupaba un lugar relevante en su vida. Hoy es un reconocido productor y experto en apicultura de Guyana. Se trata de Linden Stewart.
En Guyana el mercado de miel es pujante y con buena demanda entre los guyaneses que es mayor que la oferta, lo que significa que la producción se queda en el país y no es necesario buscar mercados fuera.
DE ABEJAS ITALIANAS A LAS AFRICANIZADAS.
Cuando Linden comenzó a trabajar con las abejas, la variedad más común en el país era la popular abeja italiana, que estaba en todo el mundo. Sin embargo, mirando hacia atrás en la historia, recuerda que, “en algún momento alrededor de 1976, 1977 o 1978, los apicultores de la región de Pomeroon (en el norte de Guyana) informaron que habían notado cambios en el patrón de comportamiento de las abejas” en la región. “Se quejaban de que estas abejas eran más agresivas y no estaban seguros de por qué”.
De hecho, lo que estaba sucediendo era que las abejas africanizadas estaban migrando lentamente a Guyana desde Brasil, Venezuela y Surinam.
Se sabe que las abejas africanizadas son una clase de abejas híbridas que son un cruce entre las subespecies africanas y otras subespecies europeas. Se sabe también que son más defensivas y agresivas que las abejas italianas.
Recordó que las africanizadas entraron en contacto con colonias débiles en número y no dudaron en invadirlas, y reproducirse con las especies locales, “apoderándose” así del país.
Stewart señaló que, en ese momento, antes de que se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo, “los apicultores todavía se acercaban a sus colmenas como si todavía estuvieran habitadas por abejas italianas, sin tomar las precauciones necesarias ni usar ropa adecuada”.
Por alguna razón, las autoridades de la época “hicieron muy poco” para frenar la invasión de las abejas africanizadas, y como resultado, “Guyana ya no tiene abejas italianas”, dijo. “Tuvimos que adaptarnos y aprender a manejar estas abejas», continuó Stewart.
Hoy, mirando en retrospectiva, nadie echa de menos a las abejas italianas, porque se aprendió a entender y ver las fortalezas de las abejas africanizadas: son más resistentes a las plagas y enfermedades; los apicultores del país prácticamente no se preocupan por los ácaros o parásitos, como los temidos ácaros varroa o el trastorno de colapso de colonias que resulta en la misteriosa desaparición de un gran número de abejas obreras, provocando el colapso de colmenas enteras.
El apicultor también destacó que la diferencia entre las abejas africanizadas y las italianas no es solo su agresividad, sino también la forma en que polinizan y buscan alimento.
Las africanas también se reproducen más rápidamente y es más probable que se agrupen.
Esos beneficios de la apicultura en Guyana se certifican periódicamente, tarea en la que también participa el IICA.
CRIADOR DE ABEJAS “EN SECRETO”.
Stewart contó que sus padres le dijeron que estudiara para ser bibliotecario y encuadernador, lo que obedeció. Sin embargo, sus padres no sabían era que estaba criando abejas en secreto en colmenas ubicadas en un edificio abandonado.
Tiempo después, se vio obligado a hacer un pasaje por las fuerzas de seguridad de Guyana, una tradición de su familia. Ahí trabajó por cuatro años y luego de experimentar con otros trabajos, llegó el momento en que estaba listo para dedicar sus esfuerzos por completo a las abejas. Eran los años ’90.
“Empecé con tres colmenas y nunca miré atrás”, subrayó.
Actualmente, además de sus colmenas y actividades docentes, Stewart gestiona colmenas: “Viajamos por las diez regiones de Guyana”, para reubicar colonias que se establecen en casas, edificios abandonados, granjas, instalaciones gubernamentales, árboles o autos abandonados al costado de la carretera”.
Hace un tiempo, para mostrar y ayudar a la comprensión de este trabajo, Stewart lanzó un video hipnótico en YouTube, donde se puede ver a él y a uno de sus colegas rescatando a unas abejas que construyeron una colonia dentro de un neumático viejo.
Los fines de semana, Stewart atiende sus propias colmenas: “Solo las visito los sábados y domingos, porque las abejas no necesitan cuidados constantes, a diferencia de la cría de otras especies como los pollos”, explicó.
Lo que sí hace es monitorear el ambiente que rodea a las colonias: “Visitamos la zona y observamos los tipos y la calidad de los árboles”. Continuó: “Tratamos de aprender sobre estas especies y asegurarnos de que haya agua dulce y corriente cerca de las colmenas en el momento en que las plantas están floreciendo”.
Hay que entender y desarrollar el entorno, así como garantizar la accesibilidad, que son aspectos clave en la producción y recolección de miel.
Una fuente de agua cercana es esencial, ya que las abejas la utilizan para controlar la temperatura interna de la colmena. Cuando hace calor van a buscar agua y la depositan dentro de la colonia para que se evapore. “Las abejas trabajan duro” para mantener una colmena sana.
EL DOCENTE.
Linden Stewart transmite todo su conocimiento a las futuras generaciones enseñando apicultura, desde 2019, en la Escuela de Agricultura de Guyana desde 2019.
Parte de la clase consiste en explicar la importancia de las abejas.
Los estudiantes o suelen saber mucho de estos insectos, y para corregir eso, Stewart los lleva a actividades de campo donde conocen las colmenas, aprenden a capturar abejas silvestres y cómo construir cajas para colonias.
El mundo de la apicultura es tan fantástico, que “en cuestión de una semana, a todos los alumnos de la clase les encantan las abejas”, aseguró. “Para aumentar su aprecio por las abejas, les explico que las abejas son responsables de la seguridad alimentaria, ya que un tercio de los alimentos que comemos dependen de la polinización”. Esa actividad es “más importante” que la producción de miel.
Los humanos “no pueden sobrevivir únicamente con el cinco por ciento de las plantas que se autopolinizan”; además, “no tendríamos los árboles que absorben dióxido de carbono”.
Artículo basado en INews Guyana
TODO EL CAMPO -Montevideo - URUGUAY - 09 Abril 2025