La COP 30 clima de cambiosLa COP 30 de Belem bajo un clima de cambios

La agenda de la Cumbre del Clima se presenta cargada de asuntos a abordar en un escenario de gran incertidumbre.Del 10 al 21 de noviembre tiene lugar la trigésima Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CNUCCC) en la ciudad de Belém do Pará (Brasil), coincidiendo con el décimo aniversario de la adopción del Acuerdo de París y el trigésimo de la celebración de la primera COP en Berlín.

Desde entonces y gracias a esos acuerdos multilaterales en materia climática, incluyendo el Protocolo de Kioto, se han adoptado medidas para hacer frente al cambio climático, aunque estas no son suficiente para evitar el incremento de la temperatura por encima de 1,5 º C con respecto a los niveles preindustriales, uno de los principales objetivos del acuerdo de París. Pero, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, no podemos dar por perdido dicho objetivo. De ahí la importancia de seguir trabajando en el marco de las cumbres del clima.

Este año la COP se celebra en medio de un clima inestable provocado por el arribo de un huracán que está desestabilizando los cimientos del orden mundial y la cooperación internacional, tan necesaria para hacer frente al cambio climático. El Decreto Putting America First in International Environmental Agreements del Presidente Trump, ordenando la retirada de los EE.UU del Acuerdo de París así como de cualquier compromiso de financiación junto con la revocación del Plan de Financiación Climática destinado a dotar o movilizar recursos financieros para ayudar a los países en desarrollo a reducir y/o evitar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) y adaptarse a los impactos del cambio climático, es una losa para el único foro multilateral centrado en el combate climático.

Esta COP se celebra unos meses después de que el Tribunal Internacional de Justicia dictara su opinión consultiva en materia de las obligaciones de los estados relativas a la protección del sistema climático bajo el derecho internacional. Esta opinión es un viento de aire fresco, y entre muchos de sus importantes puntos de deliberación destaca la obligación de derecho consuetudinario o de costumbre internacional que tienen los estados de prevenir daños significativos al medio ambiente incluyendo daños al sistema climático. Esto quiere decir que, independientemente de que sean o no parte de los tratados climáticos, todos los estados están sujetos a esta obligación.

Antes de la celebración de la COP se espera que todos los países hayan presentado finalmente la tercera ronda de sus contribuciones nacionalmente determinadas, conocidas como NDCs, una especie de planes de clima y energía que los países deben preparar para establecer sus objetivos de mitigación y las políticas y medidas para lograrlos, así como las medidas para adaptarse al cambio climático, entre otros aspectos. Según el informe de síntesis del Secretariado de la CMNUCC de octubre de 2025, la suma de los planes presentados hasta el 30 de septiembre no están alineados con el objetivo del 1.5 ºC, pero sí representan un avance y la mayoría han tenido en cuenta el balance mundial (Global Stocktake) adoptado en la COP 28 de Dubai, incluyendo el llamamiento al abandono de los combustibles fósiles y a triplicar la presencia de renovables en los sistemas energéticos mundiales. El Consejo de Medio Ambiente de la UE celebrado el 4 de noviembre acordó una reducción neta del 90% de sus emisiones para el año 2040 en comparación con los niveles de 1990 con un uso de hasta un 5 % de créditos internacionales para alcanzar este objetivo. China presentó su NDC para 2035 el pasado 3 de noviembre, reafirmando los objetivos anunciados por el presidente Xi Jinping en septiembre de 2025, que incluyen la meta de reducir las emisiones de GEIs en toda la economía entre un 7% y un 10% desde los niveles máximos para 2035. Asimismo, incluye objetivos cuantitativos para GEIs distintos al CO₂ y medidas específicas para sectores como energía, silvicultura y transporte.

En la COP30 se finalizará la hoja de ruta Baku-Belém para alcanzar los 1.3 billones de dólares al año en financiación climática, a fin de reflejar mejor las necesidades de los países en desarrollo dado que el nuevo objetivo cuantificado de financiación, acordado en la COP 29 en Bakú (300.000 millones de dólares por año para 2035), no se considera suficiente para lograr el objetivo de temperatura. El informe del Círculo de Ministros de Finanzas presentado en octubre de 2025 contiene cinco prioridades: movilización de recursos públicos y privados; reforma de la arquitectura financiera global; instrumentos innovadores de financiamiento, como será el lanzamiento del “Fondo de Bosques Tropicales para Siempre” y de la “Coalición Abierta para la Integración de los Mercados de Carbono”, para crear una alianza voluntaria entre países que buscan armonizar y conectar sus sistemas nacionales de mercados de carbono regulados; transición energética y mitigación y finalmente adaptación y resiliencia.

Otro de los temas de la agenda de la COP es la adopción de los indicadores para medir el progreso hacia el Objetivo Global de Adaptación (GGA) del Acuerdo de París. Esto representaría la culminación de un proceso destinado a adoptar un conjunto de 100 indicadores que se alineen con los 11 objetivos del Marco del GGA de 2023. El informe sobre Brechas en Adaptación 2025 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), titulado Running on Empty, para informar las negociaciones de la COP, destaca avances en planificación, pues la mayoría de los países tienen al menos una política, estrategia o plan nacional de adaptación, pero advierte sobre el creciente agujero en financiación para que países en desarrollo se adapten a los efectos del cambio climático, lo que pone en riesgo vidas, medios de vida y economías ante impactos intensificados como olas de calor, inundaciones y sequías. Apunta que las necesidades de financiación para adaptación de dichos países ascenderán a 310-365 mil millones de dólares anuales para 2035.

Se espera también la adopción de un nuevo plan de género para integrar las consideraciones de género en la acción climática, sobre la base del Programa de Trabajo de Lima sobre Género mejorado. Las áreas clave incluyen la construcción de capacidades, la promoción del equilibrio de género en las negociaciones, la garantía de una implementación con perspectiva de género y la mejora del seguimiento e informes.

Asimismo, los países decidirán cómo avanzar con el Programa de Trabajo sobre Transición Justa (JTWP) establecido en la COP27, el primer marco dedicado de la CMNUCC para promover una acción climática equitativa y centrada en las personas. Muchos países reconocen la importancia de vincularlo con la financiación, el desarrollo de capacidades, la transferencia de tecnología, la adaptación y la igualdad de género, de modo que los principios de transición justa se traduzcan en acciones reales.

El último punto añadido a la agenda recientemente es la promoción de la cooperación internacional y búsqueda de soluciones a las preocupaciones suscitadas por las medidas  unilaterales relacionadas con el cambio climático y que restringen el comercio, como son el Mecanismo de Ajuste en Frontera (CBAM) de la UE y el Reglamento UE de Deforestación, aunque esto no es algo nuevo y se remonta a los años ´90 cuando tuvo lugar la primera disputa comercial por motivos ambientales entre los EE.UU. y México, el caso del atún mexicano, bajo el antiguo GATT. El objetivo es abordar los impactos negativos de estas medidas unilaterales en los países en desarrollo, como costes administrativos altos, pérdida de competitividad comercial y barreras a la descarbonización, promoviendo una cooperación multilateral equitativa. Brasil ha propuesto el lanzamiento de un "Foro Integrado sobre Cambio Climático y Comercio" (IFCCT, por sus siglas en inglés) como mecanismo para abordarlo.

La agenda de la COP se presenta cargada de asuntos a abordar en un escenario de gran incertidumbre. Sin embargo, debiera aplicar uno de los principios esenciales de las negociaciones climáticas: la falta de certeza no debe ser obstáculo para tomar las medidas necesarias para hacer frente al gran reto de proteger el sistema climático o principio de precaución.

-La autora, Ana Barreira, es Profesora Adjunta IE University (SPEGA, School of Law) y  Directora Fundadora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA)

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 10 Noviembre 2025