Seguí la ruta del envase retornable desde adentro: así trabaja la planta de Coca-Cola en Uruguay para asegurar su calidad
Las botellas están diseñadas para ser reutilizadas hasta 25 veces pero antes de volver al mercado pasan por un riguroso proceso de limpieza, control y verificación de calidad en planta ¿Alguna vez te preguntaste qué sucede con el envase una vez que lo devolvés?.
En un mundo cada vez más comprometido con el reciclaje, Coca-Cola Uruguay lidera un proceso ejemplar con sus botellas retornables, que desde 2020 cuentan con “botella única”, un nuevo diseño que permite etiquetar y volver a ser llenada con cualquiera de los sabores de Coca-Cola y otras marcas que la compañía comercializa en Uruguay.
Desde que el consumidor devuelve una botella usada en un almacén, supermercado o comercio, se activa una rigurosa cadena técnica y sanitaria que permite que ese mismo envase vuelva a ser parte del circuito de distribución y llegue a los consumidores en óptimas condiciones
Recorrido circular de la botella retornable
Una vez que el consumidor disfruta del refresco, la botella es devuelta y transportada a la planta embotelladora Coca-Cola FEMSA Uruguay, ubicada en Camino Carrasco, donde comienza un proceso meticuloso. “Las botellas vuelven en cajones paletizados y el primer paso es desarmar esos palets y colocar los cajones en la línea de producción. Luego, una máquina retira cada botella para así iniciar la preparación del envase”, explica José Sallúa, gerente de Producción de Coca-Cola FEMSA Uruguay, que guió a El País en la visita a la planta
El recorrido circular continúa con varias etapas: primero se remueve la tapa (si la tiene) para después pasar por inspecciones ópticas y químicas, donde se analiza el aire de su interior y las que presenten cualquier sustancia ajena al producto que se comercializa son descartadas de manera inmediata. Por el contrario, las que superan esta inspección ingresan en un exhaustivo proceso de lavado y desinfección, seguido de nuevos controles antes de ser rellenadas.
Según Sallúa, se utilizan tres grandes etapas de control de higiene: “El prelavado, que asegura que solo lleguen los envases adecuados a la lavadora; los controles de lavado y desinfección del envase, que garantizan la calidad e inocuidad del envase y, por último, los controles pre y post llenado, que aseguran las condiciones y la máxima calidad de las bebidas tal como llegan a cada consumidor”.
Una vez lavadas, se vuelve a controlar la calidad de los envases con un equipo con cámaras a color, que toman fotos de distintos ángulos de los envases y, según un patrón, determinan si la botella puede continuar o debe ser rechazada.
¿Cuántas veces puede reutilizarse un mismo envase?
Los envases que la compañía utiliza desde 2020 están diseñados para ser reutilizados hasta 25 veces, lo que impacta directamente en el cuidado del planeta y reduce en un 40% la huella de carbono que se genera en el proceso de producción. Una vez que alcanzan su ciclo de vida útil o no pasan los controles de calidad, se reciclan en un nuevo envase: el PET (plástico eternamente reciclable) se muele y se transforma en resina reciclada, que puede ser utilizada para fabricar nuevas botellas”, afirma José Sallúa.
Luego de que la botella fue utilizada, devuelta, lavada, inspeccionada y llenada con refresco, ya está lista para volver al mercado. De esta forma, Coca-Cola Uruguay, junto a su socio embotellador Coca-Cola FEMSA, consolidan un modelo de producción sustentable donde cada botella no es solo un envase, sino parte activa de un circuito que busca cuidar el ambiente y optimizar recursos.