¿MEDALLA DE ORO?
Por qué el sector forestal tiene un año bisagra y desafiante
La puesta en funcionamiento este año de la planta de celulosa UPM 2 “agregó otro piso” a la cadena forestal y será de los hechos económicos que quedarán en los libros de historia.La puesta en funcionamiento este año de la planta de celulosa UPM 2 “agregó otro piso” a la cadena forestal en el procesamiento de madera y el crecimiento de las exportaciones y será de los hechos económicos que quedarán en los libros de historia cuando se recuerde el 2023.
Alcanzada esa meta, el sector profundiza en el desarrollo de otros objetivos para agregar valor, entre ellos nuevos usos bioindustriales.
Todo eso sucede en un año de precios inferiores a los de 2022, con altos stocks de celulosa y productos de madera que ajustan los márgenes comerciales.
La capacidad de producción de pasta de celulosa de eucaliptus creció en Uruguay de 2,7 millones de toneladas (m/t) en 2022 a 3,5 m/t este año por la incidencia de UPM 2 y llegará a 4,8 m/t en 2024, una vez que la fábrica esté en funcionamiento pleno durante un año entero.
Con ese volumen Uruguay será uno de los principales exportadores mundiales de celulosa, detrás de China, Alemania y Estados Unidos.
El país empieza a consolidar una posición como potencia forestal “emergente”, considera Carlos Faroppa, Director General Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)
En 2022, las exportaciones del complejo forestal, que incluyen madera en rolos y chips, tablas y tableros, celulosa, papel y cartón, experimentaron un incremento de 17% respecto a 2021, alcanzando US$ 2.480 millones.
Esto equivale al 19% del valor total de los bienes exportados por el país desde un sector que representó el 3,8% del PIB.
El sector forestal está cómodamente instalado en el top 3 de productos de exportación, junto con la carne y los granos –la soja, en particular–; alcanzó una superficie de 1,1 millones de hectáreas de plantaciones y casi 18 mil empleos directos. Y va en camino de ser el rubro que genera más divisas.
Esto era difícil de prever cuando inversores nacionales, mediante la Caja Bancaria y la Caja Notarial, comenzaron a plantar pinos en el litoral en los años de 1960 y 1970. O cuando en 1987 fue aprobada la Ley Forestal.
Dentro de esa cadena hoy la celulosa supone dos de cada tres dólares facturados por ventas al exterior. En 2022 representó el 77% del monto exportado, la madera aserrada 7%, los rolos 6% los chips 4,5% y tableros 4%.
Este año la celulosa superaría a la carne vacuna como principal rubro de exportación, según las proyecciones de Uruguay XXI. Algo que ya sucedió en 2018. Hasta setiembre los dos productos van cabeza a cabeza en el ranking de exportaciones.
Tanto la carne como la celulosa tuvieron ciclos similares el año pasado: precios récord sobre mitad de año y posteriormente una caída fuerte.
Si China está mal para comprar carne, lácteos o lana en volúmenes importantes o a buenos precios la celulosa “no escapa” a esa lógica, apunta el vicepresidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF) Francisco Bonino.
“Es un año de crecimiento por la apertura de la segunda planta de UPM, con un aumento muy importante en volumen; pero la celulosa ha visto una caída muy fuerte del precio hasta mitad de año”, matizó. Las referencias empezaron a rebotar en las últimas semanas “con precios en China un poco mejores, pero que aún están 30% debajo de los precios del año pasado”, indicó el vicepresidente de la SPF.
En mayo el precio de la celulosa en los mercados internacionales llegó a un piso de US$ 460 la tonelada, cuando entre junio y octubre de 2022 había alcanzado picos de hasta US$ 860.
Y no solo cayó la celulosa, por excesos de stock y recorte de demanda de China, sino que “en todos los rubros del sector se ha notado un impacto fuertísimo de precios o de consumo en general”, sostuvo Bonino.
En junio la firma de calificación de crédito Fitch Ratings estimó que “una mejoría en la demanda y un descenso de los inventarios llevará los precios promedio de la pulpa de celulosa que se exporta a China a unos US$ 650 por tonelada en 2023”.
Los precios no mejorarán mucho más mientras no disminuyan los stocks, en niveles históricamente altos. Esta fue la principal conclusión de la Semana Internacional de la Pulpa de Papel en Vancouver (Canadá) que puso énfasis en la presión sobre las cotizaciones del incremento de oferta, una expansión de producción de unos 7,4 millones de toneladas entre 2023 y 2025.
El mercado también considera que los costos de producción jugarán un papel más importante que nunca en un entorno de lenta recuperación económica de China, altas tasas de interés y dólar fuerte.
UPM 2, ¿y después?
La disponibilidad de madera que tiene Uruguay permite no solo abastecer a tres plantas de celulosa de escala mundial, sino también a una industria maderera en expansión que procura agregar valor, considerando el volumen importante de rolos y chips que se exportan sin procesar a valores cuatro o cinco veces más bajos que los productos elaborados.
El nuevo escalón son los proyectos en Cerro Largo, Treinta y Tres, Tacuarembó y Rivera que suman unos US$ 180 millones para producir paneles contrachapados, tableros laminados, tablas y tirantes de calidad.
Faroppa señaló que además de las grandes inversiones, con la reciente creación del Centro Tecnológico Forestal Maderero en Tacuarembó se promueven iniciativas de pymes para mejorar la competitividad de sector con soluciones innovadoras y sostenibles.
La materia prima forestal es, a su vez, un componente fundamental en las investigaciones que impulsará el proyectado Centro Tecnológico en Bioeconomía Circular por la posibilidad de transformar madera y productos remanentes en biocombustibles y nuevos biomateriales.
“Las fibras del sector forestal están empezando a ser usadas en productos que no estaban en el menú, como ropa y botellas reciclables, cosmética, caucho, además de materiales de construcción”, señala Bonino, y aportan al secuestro de carbono y su impacto en bajar el efecto invernadero, con origen en bosques certificados.
En este sentido, el sector forestal es “el mejor certificado”, afirma Faroppa: entre el 90% y el 95% de las plantaciones tiene certificaciones de sostenibilidad y “el 40% doble certificación” lo que permite acceso a los mercados más exigentes. Los productos forestales no pagan aranceles en ninguno de los mercados a los que Uruguay exporta.
“El desafío está en encontrar un sustituto para todos esos productos que utilizamos a diario y que provienen de derivados del petróleo. La madera es muy prometedora porque hay muchas aplicaciones que ya están virando hacia productos que deriven de ella”, apuntó el ingeniero químico Rodrigo Coniglio, investigador del Grupo de Ingeniería de Procesos Forestales de la Facultad de Ingeniería en un artículo de la Revista Forestal.
Las perspectivas
El sector mira a largo plazo en un año comercialmente “muy difícil”, con “un Uruguay muy caro” –señala Bonino–, pero donde “ninguna industria se paró, todas están exportando y trabajando”.
Como otros sectores del agro, la mayor cuota de esperanza está puesta en que “los brotes verdes que se ven en la actividad de China se mantengan, que la inestabilidad global se tranquilice un poco ya que genera riesgos e impacta en el aumento del petróleo, que pega en los costos”, resumió el vicepresidente de la SPF.
Faroppa puntualizó que si bien, como en otros commodities, “China lleva el volumen, el precio mejor lo paga la Unión Europea y con certificaciones estrictas ese es el diferencial que hay que cultivar”.
Diario EL OBSERVADORR -Montevideo - URUGUAY - 28 Octubre 2023