Montevideo
Autoridades nacionales participaron en bautismo de embarcación fabricada totalmente en el país
“La industria (naval) nacional está capacitada para asumir este tipo de desafíos”, reconoció el subsecretario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Juan José Olaizola, en el acto de bautismo y botadura de la lancha de prácticos “Cutter Patriota”. La embarcación será utilizada para tareas de practicaje en el río Uruguay y el Río de la Plata
La vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, fue reconocida como madrina de la lancha de prácticos “Cutter Patriota” en la ceremonia de bautismo y botadura que se realizó este jueves 19 en las instalaciones del astillero Nitromar S.A. – Genaman S.A., ubicado en el Cerro de Montevideo. La embarcación será destinada al servicio de prácticos en el río Uruguay y el Río de la Plata.
Argimón, estuvo acompañada de Olaizola, del vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos, Daniel Loureiro, de representantes de la Armada Nacional, directivos del astillero y de la Corporación de Prácticos de Río.
Olaizola destacó que la lancha “fue fabricada completamente en un astillero uruguayo, lo que demuestra que la industria nacional está capacitada para asumir este tipo de desafíos”. También evidencia la confianza de los prácticos en la industria naval nacional. Agregó que este tipo de naves (prácticos) sirven para reforzar los servicios que ofrece el país a los buques que llegan a la costa este de América del Sur y, en particular, a los puertos uruguayos.
Los prácticos, son profesionales que asesoran en las maniobras náuticas a los capitanes de los buques en el momento de su entrada y salida de puerto, a fin de garantizar la seguridad del barco, del puerto, de las instalaciones portuarias, del medio ambiente y de la vida humana.
La construcción del casco, cubierta y cabina de la nave se realizó con aluminio naval certificado. Se caracteriza por sus formas hidrodinámicas y tiene una eslora de 17 m., manga de 4,65 m. y calado máximo de 1,05 m. Su capacidad es para 2 tripulantes y 14 pasajeros y desarrolla una velocidad máxima de 22 nudos.
Un folleto de la referida corporación reconoció que en la construcción participaron ingenieros, técnicos, talleres, proveedores, asesores y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República que, mediante modelos a escala suministrados por el propio astillero y a través de ensayos en su canal de pruebas permitió perfeccionar y optimizar el comportamiento del casco de la embarcación. También mencionó la labor de proyectistas, dibujantes, cortadores de piezas, ensambladores, soldadores, electricistas, electrónicos y carpinteros.