upm22INFORME ESPECIAL

UPM II: contratos polémicos, beneficios y obligaciones

En el último informe de Otra Mirada el periodista Danilo Costas analizó los contratos firmados por Uruguay con UPM II.La planta de UPM II en el centro del país ya prendió sus motores y la construcción está en su etapa final, en medio de reclamos ambientales y de graves observaciones a los contratos firmados por Uruguay, que establecen una serie de beneficios, obligaciones y concesiones extraordinarias.

La planta de UPM II en el centro del país ya prendió sus motores y la construcción está en su etapa final, en medio de reclamos ambientales y de graves observaciones a los contratos firmados por Uruguay, que establecen una serie de beneficios, obligaciones y concesiones extraordinarias.

El 7 de noviembre del año 2017, el gobierno uruguayo firmó con la empresa trasnacional UPM, de capitales finlandeses y dedicada a la fabricación de pulpa de celulosa, un contrato que comprometió a Uruguay a realizar una serie de obras de infraestructura, además de cumplir con varios requisitos previamente estipulados por la multinacional para recién allí definir la posible instalación de una segunda planta.

El recorrido de UPM en Uruguay no era nuevo, ya que en noviembre de 2007 -10 años antes de la firma del contrato- otra fábrica de UPM comenzó sus operaciones en Fray Bentos. Sin embargo el contrato que habilitó esta segunda planta de UPM estuvo envuelto de polémica por las concesiones que tuvo que hacer Uruguay y por las enormes exoneraciones tributarias que se le brindaron.

Al momento de confirmarse la instalación de la planta, tanto el gobierno como la empresa manifestaron que se trataba de la mayor inversión privada en la historia del Uruguay, con la generación de miles de puestos de trabajo y un impacto positivo en el desarrollo del país.

Sin embargo el contenido del contrato y la evidencia recopilada hacen que valga la pena analizar la instalación de UPM II, con Otra Mirada.

Además de las exoneraciones fiscales y las obras prometidas a costo del Estado, Uruguay también se comprometió en el contrato a comprar toda la energía excedente de esta planta, una energía que UTE no necesita a un precio más caro del valor que el mercado le asigna a otro tipo de energías, según afirmó a Otra Mirada el director de la empresa estatal Felipe Algorta.

Este contrato dejó a UTE sin margen de negociación y está obligada a comprar una energía que el país no necesita en el mercado doméstico por al menos seis años.

Un flujo de agua constante que afecta a UTE
Para la instalación de la segunda planta a orillas del Río Negro, UPM II también exigió un flujo de agua constante y Uruguay se lo aseguró, pese a la resistencia de grupos ambientalistas y de la propia UTE.

Es así que la presa de Rincón del Bonete juega un rol fundamental porque sin su caudal de agua, la planta no sería viable.

TELENOCHE -Montevideo - URUGUAY - 21 Julio 2022