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¿Qué va a pasar con el precio de los combustibles, el famoso “factor X” y el negocio del supergas?
La reducción del denominado “factor X”, es un tema "que es preocupación del gobierno todas las semanas”, dijo en entrevista con El País el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini.La reducción del denominado “factor X” (cuánto implican los sobrecostos de Ancap en el precio de los combustibles), actualmente en $ 2,97 por litro, “es un tema que es preocupación del gobierno todas las semanas”, dijo en entrevista con El País el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini.

El objetivo del gobierno fue incluirlo en el precio de los combustibles para que vaya reduciéndose y permite bajar el valor de naftas y gasoil. ¿Cuándo ocurrirá eso? Paganini prefiere “no adelantar opinión al respecto” ya que “las transformaciones en Ancap llevan tiempo”.

Puso como ejemplo que uno de los insumos que genera el sobrecosto en los combustibles, es la división Portland del ente y si bien “el proceso empezó, el socio privado para el portland va a demorar un tiempo en aparecer”.

“Estamos viendo alternativas para reducir el impacto del subsidio al supergas (cuyo precio está bastante por debajo del de paridad de importación), estamos separando el propano industrial y el granel del subsidio”, afirmó el ministro. Así, mientras el precio del supergas envasado se mantuvo, el del propano industrial y el del supergas a granel aumentaron (este último 25,6% en dos meses, según consignó días atrás el diario El Observador).

“Al mismo tiempo, ustedes han visto como Ancap ha trabajado eliminando algunos costos, (se dejó de lado el) contrato con un barco que no parecía rentable y generaba un impacto importante de costos, se mejoran los procesos internos. De hecho si uno mira las cuentas de Ancap, uno mira que los costos están siendo controlados, así que esperamos que el “factor X” podamos irlo disminuyendo como habíamos dicho en tres años”, afirmó Paganini.
El economista Javier de Haedo planteó en una reciente columna en el suplemento Economía & Mercado de El País que “sería bueno saber por dónde anda el famoso ‘factor X’, que presumo ha de haber aumentado en los últimos meses al no haberse tocado el precio del supergas (envasado) cuando también debió ser subido”.

Consultado al respecto, el ministro dijo que se está “revisando” el precio del “factor X”. “También hay que entender más como los costos internos de Ancap evolucionaron con el supergas. Lo que dijimos con el $ 2,97 (por litro) es que lo fijamos por un tiempo y lo tenemos que ir revisando, tampoco vamos a estar revisándolo todos los meses”, explicó.

“Además se dio este fenómeno extraordinario de la venta de gasoil muy importante, por encima de lo que siempre se vendió, por la generación de electricidad para UTE, que nos ha permitido de alguna manera no trasladarle esas evoluciones al público. Estamos en revisión”, añadió Paganini.

Algunos economista, como Aldo Lema en una columna de Economía & Mercado en El País, plantearon del riesgo que trae salirse de un esquema planteado -que los combustibles varíen todos los meses en función del Precio de Paridad de Importación (PPI)- y volver a la discrecionalidad. Eso ocurrió en los dos meses previos cuando los precios de los combustibles debían aumentar según el PPI, y el gobierno optó por mantenerlos.

“La verdad, tuvimos esto (la venta extraordinaria de gasoil de Ancap a UTE para que este genere energía eléctrica para venderle a Brasil que no estaba en la cuenta. La regla no incluía ganancias extraordinarias que pudiera tener Ancap”, respondió el ministro.

“Cuando cerró el primer semestre y vimos que había un rubro realmente importante de gasoil (vendido) que se ha mantenido hasta ahora, lo que dijimos es: nos damos una regla, la regla es transparante, es así, hay una ganancia que no estaba en la regla y la usamos para no trasladarle este problema al público”, argumentó Paganini.

Remarcó que “no somos tan matemáticos para decir: como dijimos una cosa y ahora aparece otra cosa, no la tomamos en cuenta porque no estaba en lo que habíamos dicho. No. La estamos tomando en cuenta, lo que no sabemos es cuánto tiempo va a durar. No tenemos la bola de cristal para saber cuándo lloverá en el sur de Brasil y tampoco cómo va a evolucionar el precio del petróleo que son las dos variables que terminan influyendo en si podemos o no podemos seguir aguantando el precio cuando el petróleo sube”.

“De hecho, ahora el petróleo nos está dando un poco un respiro, veremos como dan los números (del PPI), probablemente un poquito más altos que el mes pasado. Porque si bien bajó un poco el promedio, respecto al promedio del mes pasado todavía da un poquito más alto”, añadió Paganini.
El País le preguntó al ministro si entonces van a ajustar los precios de los combustibles a fin de este mes o no. Su respuesta fue: “Lo estamos evaluando. Como se mantiene este negocio de (venta extraordinaria de) gasoil para UTE, trataremos de que no”.

Además de reducir los sobrecostos de Ancap (que incluyen al subsidio al supergas, las pérdidas del portland, el fideicomiso del boleto, la mezcla de biocombustibles), la reforma en materia de combustibles impone otros cambios.

Uno de ellos es que antes del 1º de enero de 2022 la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) debería aprobar la nueva regulación en la distribución de combustibles, normas para la apertura, instalación, operación, traslado y cierre de estaciones de servicio y un precio máximo de venta de los combustibles de las distribuidoras a las estaciones. Pero, la Ursea pidió una prórroga de seis meses para realizar esto, según informó el jueves pasado el semanario Búsqueda. Al respecto, Paganini dijo a El País que “lo estamos evaluando, lo estamos evaluando. Ursea evidentemente tiene que estar bien preparada para poder entrar en la regulación. Han planteado que tienen esa necesidad de tiempo. Pero, nosotros también queremos cierta urgencia, o sea que tenemos que evaluar las posibilidades y tomar la decisión en el gobierno, que todavía no lo procesamos”.

El intrincado mercado del supergas y lo que viene

El mercado del supergas es complejo. La empresa Gasur (40% propiedad de Ancap, 30% propiedad Acodike y 30% propiedad de Riogas) se encarga del envasado de supergas “mediante la gestión de las plantas de envasado de propiedad de Ancap de La Tablada- Lecocq 1013 y Lecocq 1031”, indica el propio ente.

Hay varios contratos que vencen en marzo de 2023. Uno es el de arrendamiento y suministro de gas licuado de petróleo entre Ancap y Gasur, otro es de operación y mantenimiento entre Gasur y Acodike y entre Gasur y Riogas y a su vez hay otro contrato de suministro de gas licuado de petróleo envasado entre Gasur y los distribuidores Acodike, Riogas y Ducsa (distribuidora de Ancap).

El comité de expertos que elaboró la reforma del mercado de combustibles, recomendó en diciembre pasado analizar la venta de las plantas de envasado de Ancap o el llamado a licitación para arrendarlas, con lo que Ancap se saldría del eslabón del envasado.

Consultado al respecto, Paganini respondió que “lo que fue comunicado a las distribuidoras (Ducsa, RIogas, Acodike) es que vamos a ir a un proceso distinto. No va a haber un nuevo contrato de distribución, eventualmente lo que va a haber es un nuevo contrato de suministro, igual que con las distribuidoras de (combustible) líquido, en la cual Ancap entregará el supergas y ellas se ocuparán del negocio, que será regulado por la Ursea”.

Agregó que “lo de las plantas es una decisión más de Ancap: si el activo se lo va a dar a las distribuidoras en un formato de alquiler o si se lo va a vender. Eso es una cosa que hay varias alternativas, están siendo evaluadas y no estamos tan apurados de definirlas porque todavía tenemos un tiempito por delante”.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 23 Noviembre 2021