leyesLA COLUMNA DE PEPEPREGUNTÓN
Los de siempre

Nadie puede decir que no avisaron. Y tampoco que no han hecho y siguen haciendo todo para que aquel estallido social que vaticinaban se vuelva realidad.Finales de enero de 2020. El gobierno del entonces presidente Tabaré Vázquez se aprestaba a ingresar en su último mes de mandato. Y el electo Luis Lacalle Pou comenzaba a formar su gabinete, mientras negociaba con sus socios de la coalición cómo llevar al papel los compromisos que la coalición multicolor había asumido en la campaña que le había llevado al gobierno.

Finales de enero de 2020. Lacalle Pou aún no era gobierno. El nuevo Parlamento aún no había asumido. No había LUC. El desempleo superaba el 10% y el déficit fiscal el 5%. Y los uruguayos no sabíamos de la existencia del COVID-19. Pero el plan ya estaba claro.

“Iremos a la plaza / para dar batalla / si la cosa estalla / estaremo’ a la talla/ Habrá un aliento / que pasará a ser grito / que como pasó en Chile / va a ser algo inaudito / No tendrás suerte / no un poquito / Porque no hay que dejar que sea / un país solo pa’ ricos”, cantaba la murga “Metele que son Pasteles” en el Teatro de Verano. Y ya había quienes auguraban que aquellos versos se transformarían en un himno de la “resistencia”. Una resistencia a algo que todavía no había empezado.

Nadie puede decir que no avisaron. Y tampoco que no han hecho y siguen haciendo todo para que aquel estallido social que vaticinaban se vuelva realidad.

Todos han hecho lo suyo. Todos. Los que llamaron a cacerolear y apagar las luces para protestar contra el gobierno cuando se desató la pandemia. Los que pidieron la cuarentena obligatoria. Los que convocaban marchas callejeras cuando los casos de COVID aumentaban. Los que pedían seguir el camino del gobierno argentino. Los que reclamaban que se compraran vacunas rusas y sostenían que el país no tenía una política de vacunación.

Cada uno en lo suyo. El Frente Amplio, tirando piedras y proponiendo la Renta Básica Universal y soluciones de países desarrollados aun a sabiendas de que no habría cómo financiar esos paquetes de ensueño. Los Gustavo Grecco, Zaida Arteta y todo el aparato del SMU sembrando pánico, con declaraciones y videos fabricados, asegurando que los CTI ya no daban abasto. Los sindicatos de la enseñanza pidiendo que no se abrieran las escuelas y los liceos, como en Argentina.

No les salió como esperaban. Pero no se rindieron. Cuando se empezó a vacunar y la pandemia empezó a ceder, vino el momento de movilizarse. De juntar firmas contra la LUC. De interpelar ministros. De las concentraciones “espontáneas” de cada día frente a Torre Ejecutiva.

Y los paros. El de UPM. ¿Había que mostrarles a los inversores que empezaban a mirar a Uruguay con atención que aquí las cosas no les resultarían tan sencillas? El del puerto. ¿Había que afectar el comercio exterior en un momento de aumento de las exportaciones? El de los frigoríficos, en un año récord de venta de carne uruguaya al exterior. Los de Ancap.

Con dos años de eso, las encuestas muestran que seis de cada 10 uruguayos tienen una valoración positiva del gobierno de Luis Lacalle Pou.

¿Qué vendrá ahora? La batalla de la LUC. ¿Y después? Porque rendirse, está claro, no se van a rendir.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 17 Noviembre 2021