DoloresLa historia y actualidad del Puerto de Dolores

El puerto de Dolores marcó la historia de esta ciudad y fue de los primeros cerealeros del país. Por él pasaron muchos barcos y empresas para la carga y descarga de contenedores. En la actualidad se lo quiere remodelar para que sea un puerto deportivo y reciba embarcaciones turísticas.

El puerto de Dolores fue uno de los primeros cerealeros del país que estaba ubicado en la Costanera General Artigas. Hasta 1946 operaron barcos de mercadería para el comercio de plaza.

Luego, el transporte terrestre, más económico, redujo a la nada la actividad del puerto local, al punto que por muchísimos años prácticamente operó en el puerto solo el buque tanque «Ancap V», que llevaba combustible para la planta de Ancap local.

Si retrocedemos al siglo pasado, hay que recordar igualmente que existió un astillero, dedicado a la construcción de barcos, propiedad de Bartolomé Buscio que trabajaba conjuntamente con Francisco, Angel y Roque Celecia. Estaba ubicado sobre la costa de San Salvador, entre calles Puig y Varela. Construyeron las empresas «La Estrella Oriental» «Natividad y Dolores» y «Natividad de Dolores II».

Con el correr del tiempo logró convertirse en lo que es hoy: un destacado puerto fluvial, que supo tener tiempos mejores, pero esa grandeza que adquirió con el trabajo de bravos mozos que se afanaban sobre importantes embarcaciones que confiaban en su abrigo y del progreso general del que fue participe, aún sigue latente a través de mudos testigos de su rica historia.

Uno de ellos es la vieja grúa a carbón, que pese a su marcado deterioro, se mantiene en pie y mereció el reconocimiento de Patrimonio Histórico de la ciudad.

La intensa actividad sobre el río San Salvador, redoblada con el paso de los años, han transformado la zona costera de Dolores en un auténtico paisaje cultural, donde, ineludiblemente, el maestro de orquesta es el puerto. Ese fue de los primeros cerealeros del país.

Al puerto, con su actual estructura de hormigón y un calado promedio de cinco metros, que data de 1927, se llega a través de una explanada conformada por los airosos adoquines que pretendieron agasajar a don José Batlle y Ordóñez, por entonces Presidente de la República. Éste nunca llegó hasta la ciudad porque suspendió su visita oficial por mal tiempo.

Pero Batlle no fue el único personaje que marcó la historia sin nunca pisar la ciudad o su puerto, ya que desde varios años antes se intentaba plasmar la figura de unos de los héroes más reconocidos de los nacionalismos como era Giuseppe Garibaldi.

La población tuvo que esperar 83 años para ver erigido al «Héroe de Dos Mundos», inaugurándose la escultura realizada por Edmundo Pratti, y que hoy domina la plazoleta Italia.

Años de trabajo, de progreso, de múltiples historias de vida y sucesos; todo acaparado en unos cuantos metros cuadrados que conforman la zona del Puerto de Dolores. Este no se refleja solo sobre el espejo del río San Salvador, sino que ese privilegio es compartido con el coloso del Molino Dolores, que por muchos años fuera conocido como Molino San Salvador, y que por otros tantos seguirá permaneciendo en el nomenclátor popular.

Esta efervescente industria, que desde 1889 acompaña el crecimiento de la ciudad, es un auténtico motor de trabajo y actividad para toda la población, cuyas oficinas, sobrios silos y depósitos constituyen una de las postales inevitables para cualquier visitante.

La otra fiel compañera del Río es la Península Timoteo Ramospé. Hoy en día es uno de los lugares más destacados de esparcimiento y ocio de los doloreños, así como un auténtico pulmón verde para toda la ciudad, aunque con el pintoresco trabajo que el otoño realiza sobre su frondosa y variada arboleda, bien le valdría el título de Pulmón Dorado.

La remodelada ínsula es el escenario perfecto para tranquilas caminatas matutinas, acompañados por las voces de los pacientes pescadores que prueban sus cañas a lo largo de la playita que se extiende por su lado norte, muy cerca del emplazamiento de la broncínea figura de uno de los hijos pródigos de estas tierras, aquel que magistralmente fuera plasmado por Zorrilla de San Martín en su célebre epopeya: Tabaré.

Mientras que su lado sur, especialmente si se tiene la suerte de apreciar el atardecer sobre el río, ofrece la imagen del antiguo granero de la Cooperativa Agraria de Dolores (CADOL) reflejándose en las mansas aguas del San Salvador. Este es un pintoresco espectáculo de luz y color que cierra magníficamente nuestra visita por el Puerto de Dolores.

La directora de la Secretaría de Turismo de Soriano, Elena Laguzzi, dijo a LA REPÚBLICA que «la Intendencia ha pedido y ha trabajado con el municipio de Dolores en lo que es la refacción del muelle del puerto para hacerlo más accesible», señaló. En 1911 se construyó el primer muelle de madera y por el año 1930 se edificó el actual en el mismo lugar, que es de adoquín. Es por eso que se lo quiere aggiornar. Además dijo que quieren que al mismo entren embarcaciones deportivas y turísticas.

Diario LA REPUBLICA-Montevideo - URUGUAY - 23 Julio 2021