vicepresidente uteVicepresidente de UTE: “La tarifa en general vamos a poder atacarla cuando tengamos más flexibilidad presupuestal"

Julio Luis Sanguinetti señaló que el proyecto de la regasificadora a cargo de Gas Sayago "nunca se debería haber llevado adelante".Es mediodía de lunes. El vicepresidente de UTE, Julio Luis Sanguinetti, terminó de informar sobre la auditoría de gestión de Gas Sayago al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado.

A casi un año de haber asumido, el jerarca dio su punto de vista sobre distintos temas de actualidad que hacen al día a día de la empresa y de los uruguayos. Entre ellos, el precio de la energía eléctrica y qué pasará en el mediano plazo con las tarifas que pagan los hogares y el sector productivo.  “En la medida que somos una empresa eléctrica pública, y empezamos a tener que atender las distintas demandas de la sociedad es cuando la tarifa se hace cada vez más compleja, y la capacidad de movimiento también”, afirmó. Además, Sanguinetti habó sobre el cambio de la matriz eléctrica y el modelo de negocios que se usó para atraer a los generadores privados, así como de la gestión de la morosidad que se está realizando en tiempos de pandemia. Lo que sigue la entrevista que el funcionario concedió a El Observador.

Hace casi un año que asumió en el cargo de vicepresidente de UTE. ¿Con qué empresa se encontró?
Me encontré con una grata sorpresa en varios aspectos. El primer aspecto es el cuerpo gerencial y los funcionarios de la empresa, su nivel de capacitación, su compromiso con la empresa. Me encontré con una empresa seria, que tiene procedimientos, con una estructura que si bien hubo algunos desvíos en su lógica piramidal en los últimos años, lo hemos podido ir corrigiendo. A pesar de ello, logró mantener un nivel de compromiso y un nivel de capacitación para el ejercicio de la función que es un capital que tiene esta empresa y que tiene el país indirectamente. En segundo lugar, con el liderazgo de (la presidenta) Silvia Emaldi hemos armado un equipo de trabajo dentro de los directores con un clima de trabajo, de compromiso, de ir aprendiendo lo que es dirigir esta empresa. Y tercero, la empresa estaba en un momento de cambio, porque había una generación de funcionarios que se estaba retirando. Hubo un recambio que además nos permitió hacer concursos. Es una empresa que hacía más de 10 años que no hacía concursos. No es un tema menor, porque muchas veces se habla de los cargos políticos y los no cargos políticos. Ahora hicimos cuatro concursos de nivel gerencial. Logramos renovar los mandos superiores de la empresa, y esa sinergia entre los nuevos mandos y el buen clima de relacionamiento que hay ente los directores esperamos que en breve se note al resto de la estructura.

La matriz eléctrica cambió sustancialmente en los últimos años. Se bajó la dependencia del clima asociada a las lluvias y no se está tan expuesto a la volatilidad del precio del petróleo. Ahora, también hay quienes sostienen que hubo una sobreinversión, por ejemplo, en eólica ¿Qué posición tiene sobre ese tema?
Creo que hubo una sobreinversión porque todo se hizo en el mismo momento. Si esto se hubiera armado en una escalera de instalación de generación quizás no tendríamos problemas. Pero también doy un dato por la contraria, UTE no tiene que invertir en generación hasta 2028. Vamos a tener abastecimiento asegurado los próximos siete años. También es verdad que cuando se hizo o se pensó esa matriz, el país tenía algunos proyectos en carpeta que podían demandarle una gran cantidad de energía, por ejemplo, Aratirí o el puerto de aguas profundas. Pero también es verdad que quedaron muy prontamente descartados. Es decir, se podría haber ido un poco más lento. Lo que yo discuto del cambio de matriz y me hace más ruido es el modelo de negocios utilizado.

¿El tipo de contratos o la participación de privados?
Los contratos, no la participación de privados. Hay parques mixtos, hay parques que son solo de UTE y parques que son solo de privados. Lo que a mí no me cierra es el precio fijo, porque creo que el riesgo está en la base de la actividad empresarial. No hay actividad empresarial sin riesgo. El error fue no hacerlo en etapas. Es verdad que cuando se inicia un camino y sobre todo en el cambio de matriz, UTE tenía la obligación de tentar al privado a entrar. Creo que los primeros parques los tendría que haber montado UTE y fijar su propio costo. Y después que el costo UTE estaba fijo, ahí sí se podría haber pasado a: ‘Bueno, vengan los privados, pero miren que a nosotros nos cuesta esto’. No había precio testigo, entonces lo que ocurría es que se tuvo que ir a un precio que achicara el riesgo del empresario. En el modelo utilizado es donde me cierra menos.

¿Y con el peso que ganó la generación privada y los contratos que están vigentes cómo se hace para tener tarifas más baratas?
Dentro de lo que es el costo UTE es verdad que la generación es la base. Pero tenemos una cantidad de costos asociados que se reflejan en la tarifa final y que son distintos tipos de beneficios o de realidades que UTE atiende. Por ejemplo, el proyecto de inclusión social que es un  proyecto que primero genera una tarifa subsidiada por UTE para ese tipo de consumidor, y segundo, permite la regularización y la asistencia a poblaciones de contexto crítico. La electrificación rural, por ejemplo, es otro factor que afecta la eficiencia de la tarifa. ¿Por qué? Notoriamente cuando tenés una red eléctrica en una ciudad, la población por la que dividís la inversión es mucho mayor que la que lo haces en el interior del país, pero uruguayos somos todos y todo el mundo tiene derecho a acceder al servicio. Entonces, hay algunos servicios que son más caros que otros para UTE, y que de alguna manera UTE  por ser una empresa pública tiene la necesidad de contemplar a esas poblaciones.

¿Qué otros casos?
Y tenemos sectores productivos que están en competencia con países que a veces tienen la energía más barata. Uno de los ejes centrales de nuestra gestión y un pedido del Ministerio de Industria y el presidente (Luis Lacalle Pou) ha sido ganar competitividad internacional. Todos los sectores que están en competencia internacional los estamos atendiendo de a uno. Hay una comisión formada que va a ir buscándole un formato de consumo eléctrico a cada sector productivo porque cada uno tiene exigencias diferentes. Por ejemplo, el sector lechero tiene una demanda de energía muy pareja todo el año, los arroceros son zafrales y necesitan 90 días energía. Igual pasa con la viticultura que tiene una vendimia focalizada y que queda después con un consumo estacional asociado un poco más a los sistemas de frío. La idea fue buscar una solución a medida para cada sector, y después sí atender la tarifa domiciliaria por el lado de la eficiencia y de la eficiencia en el consumo. El Plan Inteligente es una respuesta a eso, permite pagar menos consumiendo lo mismo. Cada familia, cada ciudadano puede pensar en ver qué agrega, en hacer más eficiente o cambiar el sistema de calefacción, porque eso lo puede asociar a la tarifa y al horario en el que consume. Entonces, es ir buscando esos pequeños nichos de eficiencia que lentamente le vayan redundando en la baja de la tarifa.

¿En concreto qué se le dice al cliente residencial que está esperando pagar una tarifa más barata?
Que estamos trabajando, que el Plan Inteligente le va a permitir bajar entre el 10% y el 15% su factura si se afilia a él, que hay tarifas que ya están de alguna manera subsidiadas, como la tarifa básica. Y que sobre lo que es la tarifa en general vamos a poder atacarla cuando tengamos más flexibilidad presupuestal. Esto está asociado a una enorme cantidad de variables. No hay que olvidar que esta empresa está pagando todavía, aunque no se note, las cuentas de algunos emprendimientos fracasados. Cuando se dice que entre UTE y Ancap aportaron US$ 113 millones a Gas Sayago, los US$ 113 millones salieron de algún lado. El 90% son de UTE.

¿Cuándo va a haber flexibilidad presupuestal?
La va a haber cuando el país en su conjunto pueda tener las condiciones para hacerlo, y nos la den también a nosotros. Somos una empresa pública, entonces tenemos la obligación a veces de tener una enorme cantidad de actividades que no son rentables. Entonces, no todas las tarifas son caras ni  todas las tarifas reflejan estos subsidios que damos. Es una discusión más integral. También es muy importante para las arcas del Estado lo que la empresa gaña por año.

¿Lo dice por el aporte a Rentas Generales?
Y sí. El gobierno necesita hacer una previsión de sus ingresos y en esos ingresos contempla lo que las empresas públicas aportan. Es una flexibilidad que va a venir asociada a que el país esté en mejores condiciones. UTE ha estado a tono con el paso que ha marcado el gobierno nacional en cuanto a los públicos afectados por la pandemia. Tenemos una enorme cantidad de beneficios, de subsidios que hemos dado, y que algunos se van a mantener. Entonces, eso también ha afectado las cuentas de la empresa y nuestro aporte (a Rentas) va a ser menor, porque hemos dado por otro lado. Somos parte de un engranaje institucional, lo asumimos de esa manera. Estamos trabajando con el Ministerio de Industria, con ADME y con la Dirección de Energía en lo que se llama la tarifa técnica, que es lo que costaría pura y duramente la provisión de energía al público si fuéramos solo una empresa eléctrica. En la medida que después somos una empresa eléctrica pública, y empezamos a tener que atender las distintas demandas de la sociedad es cuando la tarifa se hace cada vez más compleja, y la capacidad de movimiento también. Pongo un ejemplo que leí hace unos días. En Chile la empresa de distribución eléctrica es china y el Estado le pidió que bajara las tarifas. Le empresa dijo que no. Acá que sea una empresa pública creo que todavía tiene algún beneficio y también puede tener algún costo, los costos de la seguridad. La pandemia si hay algo que ha demostrado es que muchas áreas del Estado son necesarias y esenciales, y que no es lo mismo que estén que no estén. Entonces, cuando hacemos análisis economicistas nos olvidamos muchas veces del resto de la película.

¿Están conformes con la adhesión de clientes al Plan Inteligente?
Estamos conformes con la respuesta hasta el momento. Es un proyecto que hay que acelerar, pero también no nos olvidemos que la empresa ha tenido presencialidad limitada y no estamos trabajando a pleno en todas las actividades. Ahora estamos haciendo una campaña para que el ciudadano vaya tomando como parte de su rutina entrar en la página (de UTE), hacer su propio demo de cuál es la tarifa que se adecua mejor a sus consumos, y en función de eso decidir.

¿Y a nivel residencial se está pensando en alguna cosa más para el corto plazo?
Diría que mientras la pandemia no termine, la prioridad es el Plan Inteligente. Después iremos a otras áreas que van a estar más asociadas a facilitar el acceso al consumo eléctrico en determinadas franjas, y a que el comportamiento del ciudadano se traslade hacia lo eléctrico frente a otras alternativas que tiene hoy en día. Por ejemplo, en calefacción no hay monopolio, está el gas, está el petróleo, está la leña y está la electricidad.  Hay una buena cantidad de sectores a los cuales podemos apuntar para fomentar el consumo y aumentar nuestra cuenta de resultados y el perfil de la empresa.

¿Es aprovechar la cantidad de energía disponible?
Por ejemplo eso. Ahora estamos vendiendo. Hemos tenido un buen año en comercio exterior. Las obras de infraestructura que se han hecho y que se van a hacer que le dan mucha solidez al sistema eléctrico permiten también venderles a nuestros vecinos. Brasil ha comprado a muy buen precio.

Y con Argentina se discute un poco el precio que paga.
No es discutible porque Argentina no te da una alternativa. Dice: ‘Pago esto, lo tomas o lo dejas. Pago US$ 28 (por MWh), no te sirve, no me vendas´. Si nosotros tenemos energía disponible es una buena alternativa. También es verdad que no es fijo, es a demanda. Entonces no tenemos obligación de proveerle a Argentina.

¿Cómo viene el tema morosidad?
La morosidad aumentó. Pasamos de unos 25 mil clientes morosos que más o menos es el promedio en UTE a 50 mil, dentro de un 1,5 millones. No es algo que nos haga sonar alarmas. También hemos tomado la decisión más difícil que se puede tomar con relación a eso desde el punto de vista de la economía de la empresa, que es no cortar. UTE no está cortando por morosidad. Hemos creado planes de flexibilidad y estamos haciendo sondeos permanentes de  sensibilidad para poner en conocimiento del moroso que hay un plan de 24 cuotas, y que si alguien no puede enfrentar la situación se le pueden dar más. Cuando decidimos hacer el aviso de corte a 4 mil clientes que eran pymes, eran pymes que debían más de 14 meses. Eran prepandemia y a lo largo de año y medio no se habían presentado en las oficinas de UTE ni a preguntar si había algún plan. Podíamos presumir que había un comportamiento de no pago ex profeso. Tampoco el corte es de  un día para otro, en general tienen que tener por lo menos dos cuotas vencidas, se avisa y después hay todavía un mes más para regularizar.  La empresa está muy flexible, muy abierta, y atendiendo todas las urgencias para no agregar mayor estrés al que ya sufrimos por el hecho de la pandemia.
Regasificadora: “Hubo cuatro momentos para detener el proyecto y se siguió adelante”

¿Qué reflexión tiene respecto al informe de auditoría de gestión de Gas Sayago?
La primera es que es un proyecto que nunca se debería haber llevado adelante. En la primera etapa se tenía un proyecto que tenía tres clientes, Argentina a más de 50%, UTE al 35% o 40%, y un 5% o 10% para Ancap. Si se te cae más del 50% de la demanda futura lo mejor es no hacerlo y eso ya se sabía antes de arrancar. Cuando Enarsa firma con UTE y con Ancap una carta intención y se compromete a poner US$ 2 millones en 2008 como aporte de su parte, y no se presenta a poner el dinero ya en ese momento tendríamos que haber descartado hacerlo. Si además la demanda por el lado de UTE iba a competir con la eólica que se estaba instalando menos sentido tiene. Además, se podría haber detenido el proyecto en por lo menos cuatro momentos: uno cuando se cae Argentina, otro cuando se cae OAS, otro cuando Gaz de France paga la multa de US$ 100 millones para irse, y otra cuando Shell desiste de reprogramar y remodificar el proyecto. En los cuatro momentos se siguió adelante. Llama muchísimo la atención que el Ministerio de Industria, y las autoridades de turno de las empresas no hayan dado la orden como accionistas de Gas Sayago de liquidar. Hay una especie de voluntarismo o había una decisión política que alguien tomó. Y cuando voy a los técnicos les tengo que preguntar por qué se tomaron las decisiones sin los estudios básicos hechos. Es otra cosa que revela la auditoría, ausencia de datos científicos organizados y ordenados que permitieran tomar las decisiones correctas.

¿Qué tipo de responsabilidades pueden caer, políticas o puede haber responsabilidad penal?
El informe de jurídica de UTE sobre el documento de auditoría nos plantea la eventualidad de algún delito. Nosotros como funcionarios públicos tenemos la obligación de denunciar.

Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 15 Junio 2021