legal de la forestacionFondos de inversión forestal de EE.UU. sacuden el mercado de tierras con la compraventa de 35.000 ha por US$ 120 millones

“Muchos inversores buscan entrar al sector forestal uruguayo” porque la inversión en tierra y en esta actividad es de “bajo riesgo” y de una “rentabilidad buena”, dijo la encargada de operaciones de Lmat Uruguay, Lucía Basso.Con una transacción que comprende la compraventa de unas 35.450 hectáreas, de las cuales 60% está forestada con eucaliptos, por un monto de casi US$ 120 millones, dos fondos de inversión extranjeros reactivaron el mercado de tierras de Uruguay.

Así lo indican los datos recabados por Búsqueda en los registros del Instituto Nacional de Colonización (INC) y confirmados por ejecutivos que participan en ese negocio.

El fondo de pensión Lmat Uruguay Holdings, que es propiedad de los empleados de la compañía de seguros Liberty Mutual Insurrance, de Boston, Massachusetts, Estados Unidos (EE.UU.), es el que vende esas tierras a otro fondo de dicho país, denominado Folium Capital.

En un contexto de demanda de madera de eucaliptos para las fábricas de pulpa de celulosa locales y para la exportación en rolos o chips a Europa y China, ese tipo de negocios genera interés en inversionistas extranjeros.

Y en este caso específico con el perfil de fondos de inversión o de pensión que captan capitales de diversas procedencias, como puede ser de trabajadores de empresas de seguros, de bomberos o policías de EE.UU. o Canadá, de estudiantes de universidades norteamericanas y otros particulares.

En cuanto a la operación de compraventa de tierras forestales en cuestión fue registrada en enero de este año por un monto de unos US$ 118,8 millones y una extensión de 35.450 hectáreas.

La distribución de la cifra de esa transacción que se reparte en varias fracciones es de US$ 27,7 millones en tierras ubicadas en Lavalleja, US$ 30 millones en campos en Maldonado y en Rocha, US$ 38 millones en predios en Florida, Lavalleja y Treinta y Tres, US$ 1,7 millones en Florida y US$ 21,4 millones en Canelones, Lavalleja y Maldonado, según la base de datos abiertos del INC.

A partir de esa información puede calcularse que el precio promedio de cada uno de esos negocios es de US$ 2.850 por hectárea, US$ 3.005, US$ 3.165 por hectárea y US$ 4.350 la hectárea, respectivamente

La Ley 11.029 que rige a ese ente estatal establece que “todo propietario, antes de enajenar un campo de una extensión igual o superior al equivalente a 500 hectáreas de índice de productividad Coneat 100, está obligado a ofrecerlo, en primer término, a Colonización, el que tendrá preferencia para la compra por igual valor y plazo de pago”.

“La falta de cumplimiento de la parte enajenante de las obligaciones impuestas por este artículo determinará la nulidad absoluta del negocio jurídico”, dispone.

Por ese motivo es que el INC cuenta con un registro de los ofrecimientos que recibe con los detalles de cada transacción de compraventa de tierras.

Hay que considerar que la actual administración de gobierno determinó que Colonización no priorizará la adquisición de más campos, a diferencia de lo ocurrido durante los gobiernos del Frente Amplio (2005-2020) y que se concentrará en la adjudicación y gestión de la actual cartera de tierras, que es de unas 600.000 hectáreas.

Posición afianzada
“Es muy atractivo invertir en Uruguay por la seguridad jurídica, ante todo, por tener industrias que funcionan y exportan con sus mercados”, dijo a Búsqueda la encargada de operaciones de Lmat Uruguay Holdings, Lucía Basso. Y acotó que el país “tiene la infraestructura, aunque no es suficiente, puertos de salida, carreteras y las obras para reforzar las vías del tren”.

Comparó que “en Chile no hay lugar, operan dos empresas grandes y es muy difícil invertir, y para el que quiera entrar a ese mercado le es casi imposible”.

“Argentina para ningún extranjero es atractivo, Paraguay resuena, pero le falta infraestructura y regulación, y en Brasil aterrizan muchos fondos, pero tiene otras dificultades por su tamaño y porque cada Estado tiene sus regulaciones”, diferenció.

Valoró además que “Uruguay en la región tiene una posición muy afianzada en el sector forestal, con un desarrollo regulado desde la aplicación de la Ley 15.939 de 1987”.

“Muchos inversores buscan entrar al sector forestal uruguayo, principalmente fondos de inversión y de pensión, porque sin dudas la inversión en tierra y en esta actividad es de bajo riesgo y de una rentabilidad buena, de entre 8% y 10% en el sector de la pulpa de celulosa”, argumentó Basso.

Señaló además que “son rentabilidades atractivas, lo que quedó demostrado con la reciente transacción en la que compitieron seis fondos internacionales, en su mayoría de EE.UU. y uno de Europa”.

Basso destacó el clima favorable de inversiones uruguayo y el cambio en cuanto a la agilización de trámites en las oficinas públicas, específicamente en lo relativo al cumplimiento de los requisitos legales para obtener las autorizaciones como titulares de inmuebles rurales por parte del Poder Ejecutivo.

Ese trámite en particular que “antes demoraba entre seis meses y un año, actualmente no requiere más de tres meses”, indicó.

Consultada sobre la estrategia a seguir por Lmat Uruguay, la ejecutiva dijo que esa firma se queda con la participación de 20% de los activos que compró en conjunto con BTG Pactual en 2017 a Weyerhaeuser en el mercado local, que pasó a operar con el nombre de la firma Lumin.

“Lmat no tiene pensando hoy volver a invertir en Uruguay en el corto plazo, pero tampoco lo tiene descartado, además no está previsto vender su parte en Lumin”, afirmó.

Respecto a las características de los campos vendidos por Lmat, Basso comentó que “el 60% de los mismos, unas 23.000 hectáreas, está forestado en un 100% con eucaliptos y de ese total un 70% corresponde a la especie globulus”, que es “la más apetecida por las plantas de celulosa”.

“Es la única especie que se está exportando como chips a Europa y a China, porque tiene un alto rendimiento” en la producción pastera, resaltó.

Detalló que el globulus es una especie originaria de la isla de Tasmania, perteneciente a Australia, que “tuvo una excelente adaptación” en el campo uruguayo.

Una de las alternativas del negocio es la colocación de la producción de chips de madera de eucaliptos en el mercado chino, que “es muy importante mantenerla porque es el regulador de precios interno”, enfatizó Basso.

Dijo también que “hace tiempo se trataba de exportar a China ese producto, pero era difícil llegar a un precio adecuado”, considerando la “competencia de Chile y los costos de fletes”.

“En la medida en que la producción de madera chilena tuvo menor volumen disponible para exportar, entonces se generó la oportunidad para Uruguay”, explicó.

Actores y perfiles
Harvard Management Company es una firma propiedad de la Universidad de Harvard, que fue una de las primeras en invertir en la adquisición de campos para forestar en Uruguay.

En 2004 y 2005 llegaron los primeros fondos de inversión forestal al agro uruguayo. Uno de ellos fue RMK Timberland de EE.UU., que vendió sus activos en tierras y sus sociedades que operaban en Uruguay en 2013 a otra compañía estadounidense, BTG Pactual.

Global Forest Partners es otro de los fondos pioneros en colocar sus capitales en la adquisición de bosques uruguayos, que son gestionados por la firma Cambium Forestal, de origen chileno.

Basso fue country manager de RMK hasta que ese fondo vendió sus activos y luego pasó a desempeñar la misma función en la firma compradora BTG Pactual.

La diferencia entre una y otra empresa es que RMK era una TIMO (Timberland Investment Management Operation), al dedicarse a la administración de fondos de terceros no eran de fondos propios. BTG sigue administrando fondos de terceros, más otros fondos con los que ya contaba, relató.

En 2017 esa firma vende el mismo paquete de activos, unas 28.000 hectáreas, en Uruguay a otro fondo denominado GreenWood Resources (GWR), que sigue operando en el mercado local.

Al poco tiempo Basso salió de BTG para ser contrada por Liberty Mutual, que en ese momento incursionó en el negocio de tierras forestales local con la creación de la firma Lmat Uruguay y la compra de los activos de Harvard, que eran administrados por la empresa Forestal Atlántico Sur (FAS).

Y ahora, Lmat resolvió desprenderse de esas tierras forestadas para venderlas a otro fondo estadounidense que es Folium Capital, conformado por exejecutivos de Harvard Management Company, como lo señalan en el perfil de sus socios administradores en su sitio web.

Considerando ese repaso histórico de las transacciones de tierras y su capital forestal puede advertirse que hay un grupo de fondos, principalmente de EE.UU., que en el período 2004-2021 participaron del traspaso de esos activos, de los cuales obtuvieron ganancias por la diferencia de precios en cada una de las operaciones y a lo que se suma la rentabilidad lograda por la venta de la madera explotada en esos campos.

Por tanto, para operadores del mercado de campos consultados por Búsqueda no sorprendería que si el nuevo fondo de inversión que ahora ingresa a Uruguay con este negocio decidiera vender esas tierras forestadas en unos tres meses, lograría venderlas con facilidad.

Semanario BUSQUEDA -Montevideo - URUGUAY - 31Marzo 2021