energia eolicaUn año récord para la energía eólica y de olvido para las represas

El aporte de las centrales hidroeléctricas fue de los peores en los últimos 50 años; la eólica se transformó en la mayor fuente de generación del país.La producción de energía en las represas hidroeléctricas tuvo en 2020 un desempeño que está entre los más flojos de la historia. La falta de lluvias se hizo sentir y eso se refleja con claridad en los aportes realizados por las centrales.

Los números que publica UTE muestran que el aporte de Salto Grande fue de 2.451 gigavatios hora (GWh), y que las represas en la cuenta del río Negro totalizaron 1.499 GWh.

¿Qué implican esas cifras? En el caso de Salto Grande, es el segundo menor registro desde la entrada en operación de esa central en 1979; y para las centrales del río Negro es el segundo registro de aporte más bajo en medio siglo. Así lo destaca el último informe de la consultora SEG Ingeniería en base a datos de la Administración del Mercado Eléctrico (ADME).

¿Cómo impactó en la generación? En el año que pasó Uruguay registró la producción de energía hidráulica más baja en 14 años y el menor ratio de participación de esa fuente en la matriz de generación desde 1981 con 34%.
Tras un comienzo de 2020 donde la seca tomó fuerza, las lluvias del invierno revirtieron en algo la mala situación. Pero luego en la primavera se repitió el déficit hídrico. Ese escenario llevó a que se tuviera que cuidar al máximo el recurso agua
A diferencia de otros momentos de la historia reciente de Uruguay donde la falta de agua obligaba a tener que utilizar generación térmica para cubrir las necesidades de abastecimiento como única alternativa, en este caso jugaron un papel clave las energías renovables no convencionales, que en conjunto tuvieron una participación de 59% en la matriz de generación eléctrica.

En 2020 la energía solar fotovoltaica alcanzó una producción de 423 GWh (3,6%). En tanto la generación a biomasa llegó a 1.027 GWh (8,8%). Esas dos fuentes alcanzaron registros máximos, tanto en energía volcada y en participación.

La energía eólica también fue récord en 2020 con 5.456 GWh (47%) de la matriz total. Así se transformó en la mayor fuente de generación eléctrica de Uruguay, por primera vez desde la introducción de esta tecnología en el país en 2008.
Al ser un año seco, la producción en base a combustibles fósiles creció y se triplicó en comparación a 2019. De todas maneras, la producción térmica representó solo un 6,9%. La matriz de generación de electricidad fue 93,1% renovable.

La programación que realizó ADME para los meses de verano en base a distintos pronósticos internacionales indica una alta probabilidad de que habrá menos lluvias de lo normal para esta época del año, según habían señalado a El Observador fuentes del sector.

De hecho, la previsión es que entre enero y marzo UTE tenga un costo elevado por tener que apelar a gasoil para utilizar la central de Punta del Tigre, si no se revierte la situación climática. Ese elemento se manejó en diciembre cuando el Poder Ejecutivo analizó distintas variables previo a definir el ajuste en el precio de las tarifas.

En lo que va de enero la generación térmica es la segunda fuente en importancia detrás de la eólica, con un 28% de participación. Esa energía se ha empleado para atender al mercado interno, pero también para exportar al mercado brasileño, lo que permite que UTE genere ingresos.

Demanda de energéticos
La demanda de electricidad creció apenas 0,37% respecto a 2019, pero con resultados bien distintos por sectores. En industria, comercio y servicios la demanda cayó 6% y 4,1% respectivamente. En tanto, el consumo residencial aumentó 5,6%.

Por otro lado, la demanda de gasolinas y gasoil bajó 6,8% y 2,4% respectivamente en la comparación interanual, al tiempo que el supergás creció 8,4%.

Según SEG, tomando en cuenta que la temperatura media anual en los últimos años fue similar, las variaciones sobre la demanda de energéticos y los efectos de la pandemia parecen estar relacionados.

La mayor permanencia de la población en los hogares podría explicar el aumento en el consumo de electricidad residencial y supergás, y la caída en la demanda de gasolinas. Y la desaceleración de la actividad económica estaría relacionada con la menor demanda de electricidad en industria y comercio, y de gasoil.

Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY . 19 Enero 2021