deudaLa mochila de los intereses de la deuda pública y su peso en el gasto del Estado

En el último año se pagaron casi 3 puntos del PIB; un contexto de tasas de interés por el piso y el grado inversor ayudan a que su costo no sea mayor.Hay consenso entre el sistema político y distintos analistas: a partir de las enseñanzas que dejó la crisis de 2002, Uruguay tuvo un manejo más profesional de su deuda pública a lo largo de estas casi dos décadas.

La creación de la Unidad de Gestión de Deuda en el MEF contribuyó a buena parte de esa reputación.
Al igual que en la mayoría de los Estados a nivel global, la deuda es una recurrente forma de financiamiento para llevar adelante políticas públicas, bajo la premisa de que el futuro será mejor y más productivo que el presente.

En la última Rendición de Cuentas presentada por el Poder Ejecutivo se informó que la deuda bruta del sector público al cierre de 2019 se ubicó en US$ 37.160 millones, lo que representa el 66,4% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Excluyendo las reservas de los bancos comerciales en el Banco Central del Uruguay (BCU), la deuda púbica neta alcanzó el 43,5%, sin considerar en esta cifra el efecto del Fondo de Seguridad Social creado por la ley de los cincuentones.

Sin embargo, así como para todos los países que se endeudan y también para Uruguay, la deuda tiene sus costos asociados: el pago de intereses a los inversores que prestan el dinero. 

Según datos relevados por El Observador con información del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en lo que va de 2020 Uruguay pagó por intereses de deuda alrededor de US$ 788 millones, mientras que el importe total durante 2019 fue por US$ 1.528 millones (equivalentes a 2,7 puntos del PIB).

A partir del 2011, el país superó constantemente la barrera de los US$ 1.000 millones por año por pago de intereses de la deuda soberana. En 2018 fueron US$ 1.688 millones y en 2017 unos US$ 1.491 millones.

En este sentido, desde el 2004 –cuando Uruguay abonó intereses por deuda pública en el entorno de los US$ 650 millones–, los montos pagados han subido casi sucesivamente, salvo algunas excepciones, como en 2019, cuando se pagó menos que en 2018 (ver gráfica)

Si se realiza un corte arbitrario a partir del año 2004  , Uruguay pagó de forma acumulada como costo por endeudarse durante 16 años y medio la suma de US$ 18.944 millones, solo por intereses de deuda se desembolsó un monto similar al total del presupuesto estatal durante un año (alrededor de US$ 16.500 millones en 2019).

Una parte de la deuda pública uruguaya actual (US$ 37.160 millones) se arrastra de emisiones de bonos previas a 1999. 

De todos modos, la evolución del peso relativo que ha tenido el pago de intereses en la estructura del gasto presupuestal nacional bajó a menos de la mitad entre 2004 y 2018. Pasó de tener una incidencia del 22% sobre el total del gasto a un peso que se ha mantenido estable y cercano al 10% a partir del año 2010.

La buena reputación para una emisión exitosa
El pasado 24 de junio, Uruguay emitió deuda por US$ 1.500 millones a la tasa de interés más baja de su historia en dólares (2,48% anual) y además se convirtió en el primer país emergente que salió al mercado internacional en 2020 colocando bonos en moneda nacional (US$ 1.100 millones en UI).

En un contexto de incertidumbre económica pero de tasas extraordinariamente bajas, el país aprovechó su buena reputación internacional para emitir un nuevo bono global en unidades indexadas con vencimiento final en 2040 y la reapertura de su bono global en dólares con vencimiento en 2031. Según informó la Unidad de Gestión de Deuda del MEF, también hubo una recompra de bonos globales en UI a 2027, 2028 y 2030 por unos US$ 500 millones.

El retorno del grado inversor en 2012 –perdido en la última crisis en 2002– fue otro mojón clave para que el país pueda fondearse con relativa facilidad y a bajo costo en los mercados globales durante la última década.

Según información del Banco Central del Uruguay, la deuda pública nacional

Según consta en el informe presentado por el actual gobierno, las necesidades de financiamiento del gobierno central durante 2019 totalizaron US$ 4.833 millones. Se da como un hecho que la necesidad de financiamiento producto de la pandemia será mayor.

De ese monto, US$ 3.974 millones fueron utilizados para el pago de servicio de deuda, intereses y amortizaciones (pago de la deuda vencida), mientras que US$ 859 millones tuvieron como finalidad atender el déficit fiscal primario del gobierno.

La amortización implica el pago de capital de la deuda que vence cada año y se consideran dos formas de cancelarlas.

La que es contractual y efectivamente corresponde al vencimiento de la deuda, se paga, pero también se realiza lo que se denominan operaciones de manejo de pasivos. Esto es cuando en el MEF se emite deuda a largo plazo y habilita la opción de que un inversor que quiera adquirir la nueva deuda entregue los bonos que posee con un vencimiento a menor plazo

En esos casos en que Uruguay emite nuevos títulos, en lugar de entrar dinero, entran bonos que tienen vencimientos más cercanos en el tiempo, lo que implica un pago por adelantado y se ahorran los intereses que se hubiesen tenido que pagar hasta el vencimiento de ese título a corto plazo.

Diario EL 0BSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 12 Agosto 2020