listu«Pretender que la fiscal demuestre que no estuvo influida por simpatía política es dar vuelta el Estado de derecho»

Para el diputado de Cabildo Abierto Eduardo Lust las normas «dicen que usted es inocente hasta que se prueba que es culpable; acá se quiere dar vuelta eso».El diputado Eduardo Lust fue entrevistado en República Radio, donde se zambulló en la decisión de Cabildo Abierto de solicitarle al presidente que destituyera el fiscal de Corte Jorge Díaz,

quien lleva tiempo siendo cuestionado por el partido que lidera Guido Manini Ríos, para el que lo ocurrido en el caso Moreira fue la gota que rebasó el vaso.

Además, el diputado cabildante contó si sigue pensando que Cabildo Abierto debería irse de la coalición en el caso que Lacalle Pou no remueva a Díaz. Vale recordar que el presidente declaró públicamente que «Presidencia se reserva el derecho de responder o no el planteo de Cabildo Abierto».

¿Cómo recibió la postura de Lacalle, tomando distancia sobre el asunto?

Me parece que el presidente, dentro del menú de temas que tiene, optó por una posición que está dentro de sus competencias. Nosotros somos respetuosos de las reglas del sistema democrático, y las utilizamos. El sistema nos permite, como un partido integrante de la coalición, hacerle ver las discrepancias que tenemos al Poder Ejecutivo en temas que quedaron por fuera de la coalición, que no están dentro del acuerdo multicolor que acompañamos, y en esos asuntos cada partido tiene libertad de acción. Lo mismo pasó con UPM, con los Parques Nacionales.

En este tema del doctor Díaz nosotros entendemos que estamos en la misma situación jurídica, entonces le planteamos nuestro disgusto con su accionar. Y como por la jerarquía del doctor Díaz, o de cualquier director de un servicio descentralizado, no se le puede sancionar o suspender como a cualquier funcionario, si se está conforme se lo apoya, y si uno entiende que no está desarrollando eficientemente la tarea no se admite un camino del medio, solo que no continúe.

Con eso en mente, le pedimos al presidente que lo destituya. El presidente claramente ha dicho que no tiene obligación de contestar, lo que es cierto, y que si lo hace lo hará oportunamente, lo que también es comprensible.

Usted dijo que, de no producirse la destitución de Díaz, Cabildo Abierto debe irse de la coalición. ¿Mantiene esa posición?

Un periodista me hizo la pregunta, y yo dije que podía responder desde el punto de vista personal, no por Cabildo Abierto. Para pronunciarse, el partido debe reunirse y tratar el tema.

La respuesta personal fue que era un tema tan grave desde el punto de vista institucional, porque yo lo entiendo así y no tiene por qué ser compartido, porque uno de los valores más importantes del Estado de derecho, que es la libertad, estaba en juego. Creí que si eso era así, y se respaldaba a un director de un servicio descentralizado que actuara de esa manera, nosotros podíamos considerar retirarnos.

Esa era mi opinión personal. Con el correr de las horas, le preguntaron la suya al senador Manini Ríos, quien también dio su opinión personal, que claramente pesa mucho más que la mía, diciendo que no era razonable retirarse de la coalición por ese tema. Es muy bueno para la democracia que cada uno dé su opinión.

Cabildo Abierto resolvió algo en la misma línea, que no es motivo suficiente para retirarse de la coalición. Cabildo resolvió continuar, y yo como integrante, que además me siento respaldado por el partido, lo que no impide que pensemos distinto en unos pocos temas, seguiré ayudando y mostrando la predisposición de siempre. Seguiremos adelante.

Me parece que la gravedad que yo veo, los demás no la ven. Es mi visión.

¿No cree que la evolución del tema, incluyendo que los padres de la Fiscal que archivó el caso Moreira fueron designados en cargos de confianza, es suficiente para que Díaz sienta alguna sospecha?

Yo voy a ser más extremista. No sabía que el padre y la madre tuvieran cargos de confianza, pero supongamos que eso no fuera así. Por el solo hecho de que la Fiscal fue investigada, me alcanzaba para oponerme al tema…o sea, que la Fiscal puede ser investigada estoy completamente de acuerdo, porque es una funcionaria pública que está sujeta a jerarquías y procesos disciplinarios, eso lo comparto al 100%. Incluso comparto lo del doctor Díaz, que está dentro del ámbito de su competencia.

Ahora, ¿qué es lo que no comparto de este caso? Esta Fiscal, que aparentemente es votante del Partido Nacional, y por lo que se ve, cuando la ley lo permitía y no ahora, también militante, resolvió un caso de naturaleza jurisdiccional que ya había resuelto otra Fiscal en el mismo sentido. Lo que hizo fue confirmar lo que otro Fiscal había hecho.

La pregunta es, ¿por qué a la otra Fiscal no se le inició un proceso disciplinario, y a esta sí? La respuesta es que esta Fiscal manifestó en el pasado una preferencia por un partido político. Entonces su dictamen está sospechado. Eso se plantea, que resolvió de esa forma por su afiliación o cercanía con el doctor Moreira.

Ahí está lo grave, porque actuar de esa manera…¿qué pretende la Fiscalía que haga la Fiscal? Lo que la Fiscalía pretende que la Fiscal demuestre es que su vista fiscal no estuvo influenciada por su simpatía política. Eso es dar vuelta el Estado de derecho, porque el Estado de derecho dice que lo que tiene que suceder en este caso es que la Fiscalía tiene que probar que el dictamen de la Fiscal fue dado porque ella pertenece al Partido Nacional. Al revés de lo que se dice. Esa es la base del Estado de derecho: usted es inocente hasta que se prueba que es culpable.

Pero en los últimos años en Uruguay, y es una opinión personal que digo con respeto, se ha instaurado lo contrario: usted es culpable hasta que se demuestre su inocencia.

Diario LA REPUBLICA -Montevideo - URUGUAY - 23 Julio 2020