gestion forestalAsí gestiona el ahorro de 1,4 millones de uruguayos una empresa forestal

Un privado administra una superficie de 80 mil hectáreas forestadas que fueron adquiridas por las AFAP en distintas etapas; qué rentabilidad deja ese negocio y su potencial para que sea mayor.Los poco más 1,4 millones de trabajadores uruguayos que aportan a las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP) suelen tener una idea vaga o general sobre a dónde van a parar sus aportes que mensualmente realizan con su salario.

Deuda del Estado uruguayo, fideicomisos, tierras, acciones, parques eólicos, entre otros conforman esa bolsa que ronda los US$ 14.500 millones (cerca del 25% del PIB de Uruguay).

Como ocurre en buena parte del mundo, las inversiones en activos biológicos (árboles) son una de las opciones preferidas por los fondos de pensión por su relativa estabilidad, seguridad, y plazos (largos) que permiten este tipo de inversión. Además, ofrecen una baja correlación (o negativa) con otros activos como los bonos del Tesoro de EEUU, los bonos corporativos de largo plazo, mientras que tiene una correlación positiva con la inflación. Y Uruguay no es la excepción. La empresa uruguaya Agroempresa Forestal (AF) vio un potencial en ese negocio y por ello armó cuatro fideicomisos para adquirir tierras con los fondos de las AFAP para luego administrar y gestionar su potencial productivo.

Bosques del Uruguay (BDU) I fue el primer proyecto (2011), pero luego vinieron el II (2015), el III (2016) y el IV (2019). El BDU I (por US$ 50 millones) fue el primer fideicomiso con certificados de participación en Uruguay, adquirido casi en su totalidad por las AFAP, lo mismo ocurrió con los siguientes tres. El BDU II fue por US$ 70 millones, el BDU III por US$ 190 millones y IV por US$ 330 millones. Los primeros tres son a 20 años de plazo y el cuatro a 30 años. Un porcentaje menor de esos fideicomisos (2% a 4%) está en manos de AF.

La superficie total de tierra de los cuatro fideicomisos de BDU es de 131.856 hectáreas (ha), por lo que la transforma en uno de los grandes tenedores de tierras forestadas de Uruguay junto a las pasteras Montes del Plata y UPM. El área efectivamente plantada de AF está actualmente en unas 80.200 ha y tiene otras 3.807 ha por implantar. El resto de la superficie son campos que no son aptos para forestación. El 64% de la superficie es eucalipto y el restante 36% pino.

El objetivo de la empresa es que el 50% de la producción de estos árboles sea madera aserrada (plywood) y el otro 50% para pulpa de celulosa. La firma ya cuenta con contratos para la venta de madera con Montes del Plata y UPM.

La madera para pulpa de celulosa, de menor diámetro y calidad puede cosecharse ya desde los 8 a 10 años, mientras que la madera aserrable de calidad (libre de nudos) demanda entre 18 y 20 años.

Cómo funciona
AF es el operador de los cuatros fondos y cada uno tiene un comité de vigilancia externo que responde a sus accionistas (AFAP). Este agente se encarga de velar por el funcionamiento de cada bosque, incluso hay decisiones para la venta de madera que deben contar con el aval de este agente externo. Mientras que FAM (EF Asset Management) es el fiduciario que se encarga de la administración de los cuatro fideicomisos. Los campos de AF están ubicados en Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja, Durazno, Florida y Rocha.
En AF trabajan en forma directa 84 personas. A su vez, subcontratan a 122 empresas que generan otros 804 puestos de empleo. Un plantador obtiene un jornal diario de entre $ 2 mil y $ 3 mil, según su desempeño. El control de hormigas es otra tare clave para el inicio y en la mayoría de las zonas forestadas esta tarea la realizan mujeres de las zonas de influencia de las plantaciones del centro, norte y este.

En una recorrida con medios que organizó la empresa por algunos de sus predios en Cerro Colorado (Florida) se pudo ver apreciar cómo han recalado la tecnología. Desde un plantador manual que evita que el trabajador se agache cada vez que tiene que dejar un plantín en los surcos, hasta una podadora española que permite que un solo operario pueda realizar podas de hasta 8 metros de alturas con una velocidad y agilidad sorprendente. La cosecha de los árboles también es toda mecanizada.

La forestación ya pasó a ser una postal de los campos cristalinos del sureste del país. Camiones y camiones con madera transitan la ruta 7 cada día, acopios de troncos listos para transportar y campos forestados en distintas etapas pautan los paisajes de buena parte de los predios rurales de la zona.

Esperando por la industria
Para que la cadena de la madera aserrada de calidad mejore sus resultados hay un variable clave: que tenga una industria que sea capaz de absorber esa producción y así reducir su mayor costo: el transporte. Es que una cosa es llevar un tronco desde Tacuarembó a Montevideo en camión para luego embarcarse en barco a China o Vietnam, que tener una industria en Uruguay que procese esa madera y luego se puedan exportar las tablas o paneles a esos mercados.

En AF son optimistas en los próximos años surjan buenas noticias para que se instalen industrias madereras. Su director en Uruguay Francisco Bonino, dijo que AF está dispuesto a ser socio con un porcentaje menor (10%, 15%) de un potencial proyecto industrial porque eso sería una “atractivo” mayor para que esas inversiones se concreten. Eso porque el inversor tendría un socio local que le daría la certeza a ese emprendimiento de que contará con la madera de calidad que requerirá su proyecto. Si este tipo de iniciativas se materializan, ello podría ser un envión adicional para la rentabilidad para los cuatros fondos de BDU que administra a AF en Uruguay.

Otras de las opciones que tiene a estudio AF para sumar ingresos por fuera de la madera es aprovechar las construcciones inmobiliarias que están radicadas en su predios forestados, algunas de las cuales tienen potencial turístico

La huella de carbono de sus plantaciones forestales es otro de los activos que también podría transformarse en una fuente nada despreciable de ingresos en los próximos años, dada la relevancia a nivel mundial que ha tomado el cuidado ambiental y las emisiones de gases de efecto invernadero. La empresa cuenta con un stock de 1,5 millones de toneladas de carbono y considera que la ganadería uruguaya tiene todavía bastante potencial para aprovechar esta activo para la exportación de carne vacuna.

La otra fuente de ingresos que tiene AF es el arrendamiento de sus predios forestados a unos 140 vecinos que tienen unas 140 mil cabezas de ganado en los bosques y zonas donde no se planta. Además de recursos, el pastoreo también ayudan a disminuir los riesgos de incendios.

La tasa interna de retorno (TIR) esperada para los 4 BDU es de 9% en promedio. Las mayores ventas de madera están proyectada para el año 2031 con algo más de US$ 200 millones de facturación. De acuerdo a la valuación que realiza Bevsa –que tiene algunos reparos por su metodológica por parte de AF–, el BDU I estaba valuado al 14 de julio de este año en US$ 53,8 millones, el II en US$ 72 millones y el III en US$ 171,8 millones. El BDU IV fue valuado por un agente externo en US$ 296,5 millones al cierre de 2018. 

Una ventana para el pino
La comercialización de los pinos que se implantaron en distintos zonas del país, en particular en la zona norte, no han encontrado un destino a nivel local. Por eso su comercialización depende básicamente de los mercados internacionales. AF aprovechó el lockdown de Nueva Zelanda (un competidor fuerte) para colocar tres barcos repletos de pinos con destino a China. Esa ventana de un mes le permitió capturar precios superiores (unos US$ 113 por m3). También hubo disponibilidad de fletes marítimos más baratos que lo habitual por la capacidad ociosa de las navieras. La empresa logró colocar unos 100 mil m3 de pino, que le reportaron un ingreso de unos US$ 11 millones.
Por la etapa de madurez de los bosques de BDU, los volúmenes de exportaciones son bajos aún. Tiene unos 40 clientes en los mercados de Vietnam, China, Camboya, Taiwán, Corea del Sur, Filipinas, Malasia, India y Corea del Sur.

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 19 Julio 2020