Conflicto sindical amenaza inicio de obras viales por UPM
Funcionarios que tienen que habilitar trabajos se aprestan a iniciar paro
Un conflicto sindical que mantienen los trabajadores del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) con las autoridades amenaza con paralizar las autorizaciones y habilitaciones ambientales, y con retrasar aún más las obras viales que serán necesarias para transportar la carga de la segunda planta de celulosa de UPM.
Los trabajadores exigen respuestas a sus reclamos y si no los consiguen en tres días, amenazaron con bloquear las habilitaciones ambientales.
El reclamo coincide con la urgencia del Poder Ejecutivo para lograr la habilitación por parte de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) para dar inicio a las obras de reparación de los 273 kilómetros que unen Montevideo con Paso de los Toros, y por donde circulará el tren que transportará la carga de la segunda planta de celulosa de UPM.
El objetivo del ministro de Transporte, Víctor Rossi, era que las obras empezaran luego de la licencia de la construcción, algo que no ocurrió.
La urgencia obedece también a que durante el mes de febrero, llegará a Uruguay el CEO de UPM Jussi Pesonen y el objetivo del gobierno era mostrar que las obras previas que se necesitan para la instalación estuvieran en marcha.
Aunque aún no se conoce la fecha en la que llegará, el empresario finlandés se reunirá con el presidente Tabaré Vázquez.
Una fuente de la Dinama que forma parte del equipo encargado de dar la habilitación dijo a El Observador que es “muy difícil” que puedan llegar a esos tiempos aunque están trabajando a “contrarreloj”.
Una de las situaciones que agravó el conflicto fue que la ministra del Mvotma, Eneida de León, les pidió a más de diez funcionarios de la Dinama cortar la licencia para acelerar la habiliatción ambiental y poder comenzar las obras del tren. Los trabajadores interpretaron esa orden como “otra muestra de atropello”.
Los funcionarios que fueron afectados por la decisión de la ministra redactaron una nota en la que expresaron su “preocupación” y molestia por la medida ya que consideran que el pedido no es “usual” y critican que en el correo electrónico enviado no se les explicaran los motivos por los que tenían que reintegrarse a sus tareas.
Este viernes los funcionarios se reunieron en asamblea, denunciaron que las autoridades ministeriales han “menospreciado las negociaciones” y definieron que, si no reciben respuesta en un plazo de tres días hábiles, “no se gestionarán ninguna de las autorizaciones y habilitaciones de tipo ambiental”.
La Asociación de Funcionarios del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Afumvotma), viene reclamando desde mayo la conformación de un “ámbito de negociación” en el que se contemple “las condiciones de trabajo y el reconocimiento de sus derechos”.
Los trabajadores dicen que el diálogo con las autoridades está cortado y reclaman la instalación de un ámbito de negociación ya que la última vez que fueron recibidos por De León fue en junio de 2017, hace prácticamente un año y medio.
En setiembre del año pasado los funcionarios difundieron un afiche que evidencia las diferencias y tiene la cara de la ministra acompañado de la frase “no hay nada que hablar. ¿Está claro?”.
Otro de los puntos importantes del reclamo del sindicato es la firma, por parte del ministerio, del decreto de liberación de los topes salariales, que permitiría reestructurar los salarios de los trabajadores.
Los trabajadores reclaman que se les paguen la compensación de los trabajos que insumen más de 6 u 8 horas diarias, incluyendo el tiempo de traslados, expresaron por medio de un comunicado.
El miércoles 6 de febrero los funcionarios volverán a reunirse y definirán, según la respuesta que reciban de las autoridades, qué medidas adoptarán.
Al conflicto sindical se suman reclamos de vecinos que presentaron recursos ante la Institución Nacional de Derechos Humanos y la Defensoría del Vecino de la Intendencia de Montevideo, y evalúan recurrir a la Justicia para reclamar que la Dinama no habilite las obras en zonas urbanas.
Los grupos de vecinos que se manifestaron durante las últimas semanas frente a la Dinama, plantean que se generarán altos niveles de contaminación sonora, vibraciones persistentes durante 22 años, afectándose servicios durante obras, exponiendo y obligando a 35.750 habitantes a vivir en un hábitat de perturbación, fractura de pueblos, barrios y ciudades. l
Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 02 febrero 2019